Diario de una pequeña startup. Ana Queraltó
un tipo de actitud al que no está acostumbrado.
En el libro escrito por Robert Kiyosaki “Padre rico padre pobre”, hace referencia al “círculo de la rata”, que no es más, que ese círculo vicioso que se establece cuando una persona decide llevar una vida más convencional, llegando a un punto donde es más complicado salir de él, ya que por lo general y a medida que pasa el tiempo, las obligaciones de todo tipo también aumentan.
Aunque la edad óptima para emprender se sitúa a partir de los 35 años, recomiendo que se tenga la experiencia cuanto antes, ya que cuando se es más joven las obligaciones también son menores. Sin embargo, también recomiendo que se tenga cierta experiencia laboral para saber:
• Si te gusta trabajar por cuenta ajena.
• Si te ves en una actividad donde tú seas el alma creativa y creadora.
Y en caso que descubras que estás hecho de otra pasta, para saber qué cosas te gustan o no de ese ambiente laboral para la gestión de tu futura empresa.
Cuando se es más joven todo es más sencillo que cuando se es más mayor pero no imposible, ya que como dijo en su día Stephen Covey:
“No soy producto de mis circunstancias, soy un producto de mis decisiones”.
Tú siempre decides, lo sepas o no, de una forma directa o indirecta. Siempre estamos decidiendo aunque no hagamos nada.
No te obsesiones con el éxito, porque más importante que el éxito va a ser tu actitud durante el día a día, y en caso de que las cosas no vayan bien, podrías ver elementos en tu vida que estaban solapados. Incluso te podrías dar cuenta de cómo reacciona tu persona y tu entorno, a través de rasgos de vuestra personalidad que, o bien no sabíais que teníais, y si los teníais, se encontraban ocultos. Cultivar la empatía entre ambas partes, dará lugar a un ambiente más flexible y estable, que afectará de forma positiva a la productividad del emprendedor. A tu productividad.
2.-¿Qué es la inteligencia adaptativa?
Uno de los elementos que influye en la productividad del emprendedor es la flexibilidad de mente, ya que emprender, consiste en tener una actitud de expansión, y ésto se consigue si el emprendedor está abierto a nuevas ideas.
Si tú como emprendedor estás contínuamente actualizando tus conocimientos y si estás dispuesto a experimentar, no sólo los cambios improvisados, sino a tener esa capacidad para salir de tu zona de confort, tu mente se volverá más adaptativa. Ten presente, que cuando sales de tu zona cómoda y experimentas lo desconocido, también aumenta tu capacidad resolutiva además de adquirir conocimiento práctico.
“Tener una actitud expansiva implica adquirir conocimientos tanto teóricos como prácticos”.
Hace tiempo leí un artículo sobre Elon Musk donde se analizaban tres elementos, por los cuales, había conseguido su éxito. Uno de ellos era tener la capacidad de interrelacionar procesos que a priori no guardaban relación, con el objetivo de mejorar sus productos. Elon Musk, desde muy pequeño, es un gran devorador de libros. En su biografía comentan que, cuando salía de la escuela, se pasaba toda la tarde leyendo libros dando lugar a que cada día leyera uno. Imagina cuánto conocimiento ha podido adquirir desde entonces, eso sin mencionar, la experiencia que ha ido adquiriendo por salir de su zona de confort.
En mi experiencia, te puedo comentar, que esa capacidad para resolver problemas o ver la interrelación de procesos que aparentemente no tenían nada que ver aumenta. Vas más rápido porque pillas las cosas al vuelo.
El desarrollo de la inteligencia adaptativa va a producir dentro de tu cerebro, un aumento de tus ramificaciones nerviosas, generando conexiones neuronales que antes no existían, por lo que el flujo de información fluye con mayor rapidez.Tu capacidad para asimilar conceptos, resolver problemas, generar y adquirir nuevas ideas aumenta. Tu mente se vuelve más ágil además de potenciar tu capacidad de aprendizaje y memoria.
Sin embargo, desarrollar tu inteligencia adaptativa tiene una ventaja añadida y es que aumenta tu capacidad para enfrentarte al cambio, ya que cuando tu mente se habitúa a salir de la zona de confort, lo hace con menos resistencia. Nuestra mente racional en un principio se resiste al cambio ya que es una medida de supervivencia, pero cuando se va modificando esa conducta, todo parece más sencillo. No es como la primera vez. A su vez, el modificar esta conducta, produce dos efectos más:
• Aumento del nivel de confianza.
• Aumento de los niveles de endorfinas y serotonina conocidas como las hormonas de la felicidad.
Constituyendo el alimento principal para que tu mente se encuentre preparada para asumir nuevos retos.
3.-Mindset.
Desde que comencé, me he encontrado con emprendedores que no tenían mentalidad emprendedora, una mentalidad que influye de forma directa en tener esa mentalidad ganadora. Tener una mentalidad ganadora no significa que tu proyecto sea un éxito, más bien se encuentra relacionado con la actitud que deberías tener, a la hora, de enfrentarte a una circunstancia concreta, emprendas o no. Sobre todo cuando las circunstancias no son favorables.
Desde mis inicios me he encontrado con muchas situaciones:
• Emprendedores que sólo estaban ahí por puro entretenimiento porque no sabían lo que querían en su vida.
• Emprendedores tan ensimismados en su idea dando lugar a que su círculo de influencia fuera pequeño o no adecuado.
• Personas que querían emprender pero que no tenían claro lo que querían hacer.
• Emprendedores con baja autoestima donde el entorno influyó de forma notable.
Podría continuar pero creo que con esta pequeña lista es suficiente.
Un emprendedor debe desarrollar una actitud de avance, y como actitud que es, parte de su persona, en este caso de la tuya. Por tanto, tener una percepción positiva de ti, rodearte de personas adecuadas y sobre todo teniendo claro lo que pretendes conseguir, tendrá como consecuencia el desarrollo de tu mentalidad emprendedora, que a su vez, formará parte del desarrollo de tu inteligencia emocional.
El tener una percepción positiva de ti reforzará tus puntos fuertes aumentando tu seguridad. El rodearte de personas adecuadas potenciará tu confianza y autoestima, y el saber lo que quieres conseguir, te posicionará en un plano donde la coherencia será tu columna vertebral.
Emprender no es tener un proyecto, es tener una mentalidad la cual se debe cultivar todos los días. Tener una mentalidad emprendedora es tener una mentalidad ganadora cuyo campo de actuación, es decir tu mercado, debe ser tú porque si es así vivirás tu proyecto de otra manera ya que querrás aprender más de él.
4.-Tu capacidad de reacción.
Te planteo la siguiente pregunta:
¿Cuántas veces has visto la frase “somos líderes de nuestro mercado”?
Cuando en realidad empresas con la misma propuesta de valor también dicen lo mismo.
¿No te parece raro que todas sean líderes de lo mismo?
Cuando empresas del mismo sector y con la misma propuesta de valor se posicionan en lo mismo, esas empresas no ofrecen valor suficiente, ya que una propuesta de valor:
“Implica un valor diferencial con respecto a su competencia”.
Ofrece al mundo un valor diferencial que demuestre tu diferencia. Porque tener ese valor diferencial implica hacer bien los deberes desde el principio, sin prisa pero sin pausa. Siempre centrándote en lo que pretendes conseguir para ofrecer al mundo lo mejor. No soy partidaria del éxito rápido y mucho menos cuando no se tiene experiencia en emprender, ya que el éxito rápido