Islas griegas. vvaa

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demostrado ser un aliado leal. Sin embargo, sobre el papel, ANEL es un partido muy nacionalista, apegado a la ortodoxia y hostil con los inmigrantes.

       El Partido Comunista (KKE), fundado en 1918, fue un partido ilegal hasta 1974. Después de haber desempeñado un papel importante en la resistencia contra los nazis y durante la guerra civil que siguió a la Segunda Guerra Mundial en Grecia, mantuvo un pequeño núcleo electoral y conserva quince diputados en el nuevo parlamento.

       To Potami («El Río») es un partido liberal de centro fundado en marzo de 2014 por Stavros Theodorakis, periodista de la cadena Mega. Con el 4,09% de los votos en las últimas elecciones, tiene once diputados.

      ¿El fin del bipartidismo?

      La vida política griega estuvo dominada durante mucho tiempo por herederos de dos grandes familias políticas: el PASOK y ND (Nueva Democracia). Entre sus figuras emblemáticas, recientemente, todavía se encontraba Yorgos Papandréu (Primer Ministro entre 2009 y 2011 e hijo del ex Primer Ministro Andreas Papandréu), Kostas Karamanlís (Primer Ministro entre 2004 y 2009 y sobrino de Constantinos Karamanlís, fundador del partido Nueva Democracia y Primer Ministro en cuatro ocasiones) o la ex ministra y alcaldesa de Atenas Dora Bakoyianni, hija del ex Primer Ministro Constantinos Mitsotakis. Durante más de cuarenta años, Nueva Democracia (ND) se ha alternado en el poder con el PASOK, ganando las elecciones parlamentarias de 1977, 1989 y 2004. Hasta la llegada de Syriza a la escena política. En 2009, la crisis económica marca el final del bipartidismo y Alexis Tsipras no es el heredero de nadie…

      Retos actuales

       A primera línea de fuego de la crisis de los refugiados. Solo en 2015, 900.000 refugiados pasaron por Grecia. El país no ha tenido realmente elección; Quíos, Cos, Leros o Lesbos: todas islas y costas europeas situadas a pocos kilómetros de las costas turcas y una salida de emergencia privilegiada hacia Europa para aquellos que huyen de la guerra en Siria. El acuerdo firmado con Turquía para aliviar a Europa apenas ha tenido efecto, debido a la crisis y al golpe de estado abortado en Ankara en 2016. A la espera de una solución internacional, Grecia multiplica las medidas de emergencia para mitigar las avalanchas, acelerando el traslado de los desplazados a la capital griega y facilitándoles atención médica.

       La Unión Europea y el euro. En 1981, Grecia se convirtió en el décimo país miembro de la Unión Europea y, en el 2002, entra en la zona del euro. Con una economía basada en la agricultura y el turismo, Grecia recibe muchas subvenciones europeas, al igual que los italianos del sur y los españoles. La organización de los Juegos Olímpicos en 2004 aumenta la ayuda financiera otorgada al país para mejorar las infraestructuras (carreteras, aeropuertos, metros…). Pero también enmascaró sus déficits. Desde entonces, el desafío es reducir la deuda hasta el 120% del PIB para el 2020.

       Relaciones con sus vecinos. Situada en el centro de un triángulo de influencia que incluye a los Balcanes, Europa Occidental y Oriente Próximo, Grecia tiene una posición estratégica para la OTAN. Como miembro de esta última, se le toleran sus estrechas relaciones con Rusia, Siria y los países árabes, pero esta posición geográfica y cultural conlleva algunas tensiones con sus vecinos.

       Otras zonas de tensión. Una minoría de griegos todavía reivindica a Albania lo que llama el «Epiro del Norte». En Macedonia las fronteras estan muy vigiladas, especialmente porque la inmigración albanesa llega en busca de refugio. Formando un bloque ortodoxo declarado con Rumanía, Bulgaria y Serbia, Grecia desempeñó un papel delicado e incluso ambiguo durante la guerra de Kosovo. Grecia también acusa a Macedonia de haber «robado» el nombre de la dinastía de Alejandro Magno: las Naciones Unidas aceptan que el país se denomine oficialmente FYROM (Former Yougoslavian Republic of Makedonia), pero Grecia rechaza la denominación «Macedonia». Por último, siempre ha tenido relaciones turbulentas con Turquía, que sigue ocupando el norte de Chipre. Los contenciosos también están relacionados con la soberanía de algunas islas del mar Egeo debido a la ampliación de las aguas territoriales griegas cerca de las costas turcas. Grecia acoge a refugiados kurdos, una posición mal vista por las autoridades turcas. Las relaciones entre los dos países siguen siendo tensas.

      Relaciones con Turquía: indispensables pero frágiles

      A pesar de la normalización iniciada a finales de los años 1990 y de la cooperación bilateral para contener los flujos migratorios en el Egeo, las relaciones entre Grecia y Turquía siguen sometidas a tensiones regulares. La tensión creció en febrero de 2017, tras la negativa del Tribunal Supremo griego a extraditar a ocho militares turcos acusados por Ankara de participar en el golpe de estado del 15 de julio de 2016 contra el Presidente turco Recep Tayyip Erdoğan. Como suele ocurrir, estas diferencias se manifiestan regularmente en las aguas y el espacio aéreo del Egeo. A principios de 2017, una patrulla militar turca disparó en aguas griegas, frente a la isla de Farmakonisi. El ministro griego de Defensa, Panos Kamenos, llego a acusar a Ankara de tener un «comportamiento de vaquero» después de que un avión militar turco realizara una incursión sobre el mar Egeo. Tensión… Mientras tanto, el acuerdo del 18 de marzo de 2016 sobre la gestión de los migrantes sigue en vigor y permite a Grecia, y a Europa, limitar la afluencia de refugiados. Pero Recep Tayyip Erdoğan amenaza de vez en cuando con rescindir este acuerdo porque, en su opinión, Bruselas no lo respeta lo suficiente.

      Economía

      Aumento de impuestos, recortes salariales, congelación de pensiones: a pesar de los intentos de Alexis Tsipras, siguen siendo tiempos de austeridad presupuestaria en Grecia. Bruselas no le ha dejado otra opción: afectada por una crisis financiera sin precedentes, Grecia debe reducir su deuda al 120% del PIB para el 2020…

       Estructuralmente, Grecia es muy dependiente de la Unión Europea, que representa aproximadamente el 64% de las exportaciones y el 65% de las importaciones. Hasta la fecha, aproximadamente el 7% de las actividades económicas proceden de la agricultura, el 22% de la industria y el 71% del sector servicios. La economía sumergida representa una parte importante de las actividad económica, se estima en el 30% del PIB, y el gobierno promete reducirla combatiendo el fraude fiscal. El nuevo gobierno del conservador Andonis Samarás, apoyado por los socialistas y la izquierda moderada, ha hecho de la recuperación del crecimiento su prioridad, mientras que la tasa de desempleo también ha aumentado, estableciéndose en torno al 25% en 2015.

       Con la crisis, un «Grexit», la salida de Grecia de la zona euro, se contempla periódicamente. Pero si bien la hipótesis se ha planteado, todavía no está en el orden del día de manera concreta. Y, sobre todo, los habitantes quedaron advertidos de les desastrosas consecuencias anunciadas en el Reino Unido después del «Brexit». Sin embargo, debido a un mayor control de la fiscalidad de las empresas, la industria turística tiende a declarar ingresos menos importantes, alentando a los turistas a pagar en efectivo. Desde 2010, el fenómeno se ha convertido en habitual. En un hotel, en un alquiler de coches o en el restaurante, no es raro oír que el lector de tarjetas bancarias está averiado. Además, Grecia ya no es un destino barato como lo fue hasta la década de 1990. Aunque el coste de la vida sigue siendo algo inferior al de la media europea, los productos de consumo corriente —a menudo importados— fijan unos precios similares a los de Francia o Bélgica. Sólo el sector immobiliario ha experimentado una fuerte caída de los precios. Por lo tanto, la compra de una casa en las islas es más factible que nunca, aunque este tipo de operaciones sigue siendo bastante complicada debido a problemas de catastro, y poco rentable de cara al alquiler estacional.


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