Información, participación ciudadana y democracia. Estela Morales Campos
un gobierno sobre bases democráticas que propicien la participación ciudadana en libertad, con bases de igualdad y de inclusión. Por lo tanto, las plataformas de tecnología digital, que cada día son más poderosas y sofisticadas, deberán estar comprometidas con los contenidos y facilitar que la información que compañías comerciales, instituciones educativas y de investigación puedan ofrecer al ciudadano y lo ayuden a construir su entorno local y cercano, así como sus interrelaciones con el mundo global.
El segundo apartado, “Redes sociales”, responde a la actualidad de diferentes aspectos del tema, como pueden ser los movimientos sociales que han generado los usuarios a partir del uso y la comunicación apoyados en estructuras tecnológicas. También es tema de estudio la relación de las redes sociales con la libertad de expresión, y la relación de esas redes con las bibliotecas como proveedoras de información. Asimismo, se ofrece un análisis de cómo el uso masivo de las redes sociales por los usuarios ha obligado a una reconfiguración de algunos servicios de las bibliotecas. Un tema que va a conjuntar las redes sociales con los flujos de información, sobre todo cuando se trata de información política o de crítica social, son las caricaturas y los memes. Se complementan estos aspectos con un trabajo de campo, un análisis del uso de las redes sociales por las bibliotecas que forman un subgrupo de bibliotecas universitarias. Aquí participan Hugo Alberto Figueroa, José Alfredo Verdugo, Johann Pirela, Jesús Francisco García, Celia Mireles y Eugenia de los Ángeles Ortega.
“Información pública”, la tercera sección del libro, es un aspecto obligado cuando estudiamos la información como un insumo que alimenta la democracia como gobierno, como participación del pueblo, de niños, jóvenes y adultos. La información pública es analizada desde su organización, su disponibilidad y, por supuesto, su uso. Por ello, le dedicamos un espacio a algunos casos que nos ilustran este tema, como la infodiversidad en la construcción de programas públicos para diferentes necesidades, como en nuestros días pueden ser la violencia y la delincuencia; la información pública para estimular la inclusión social a partir de los ciudadanos. Esta información en nuestros días también usa los canales que le son más cercanos a la ciudadanía por su facilidad de uso y cotidianidad. En este apartado contamos con la participación tanto de colegas colombianos como de miembros del Seminario que enriquecieron el trabajo académico de esta obra: Fidel González, Nelson Pulido, John Abril, Diana González y Alfredo Menéndez.
Cerramos esta obra con un tema que no puede estar fuera cuando trabajamos con información: “Bibliotecas y democracia”, donde se abordan capítulos sobre el bibliotecario como influencer; la cooperación entre bibliotecas, las bibliotecas académicas como discriminadores de la ciencia e información falsa y la biblioteca e información de calidad. Las participaciones de esta sección estuvieron a cargo de Rosa María Martínez, José de Jesús Hernández, Javier Tarango, Daniel Machin-Mastromatteo, José Romo y Jaime Ríos.
Como es característico y obligado en nuestro Seminario, el presente libro es producto de un trabajo colectivo que se construye día a día en reuniones cerradas donde se discuten los temas que cada miembro desarrolla, así como el grado de avance que nos permita llegar a su presentación final. Además, se logró retroalimentación de cada uno de los participantes en dos reuniones abiertas a todo público en 2018: una en la Universidad Autónoma de Chihuahua, dentro de la XL Semana del Humanismo, y la otra en Bogotá, en el marco del XVI Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Estudios Sobre América Latina y el Caribe (SOLAR), en la Universidad Nacional de Colombia. Agradecemos al doctor Javier Tarango Ortiz, profesor e investigador de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua, y al maestro Rubén Ruiz, director del Centro de Investigación sobre América Latina y el Caribe (CIALC-UNAM) por las facilidades y el apoyo otorgado en dichas reuniones.
Estela Morales Campos
Información y ciudadanía
Obtención de información y participación política: una perspectiva de la ciudadanía digital
Alejandro Ramos Chávez
Universidad Nacional Autónoma de México
Introducción
La información resulta esencial para una correcta participación política en dos vías distintas de análisis; por un lado, nos puede servir para una mayor y mejor vinculación con los asuntos de interés público; por otro, con información la ciudadanía puede guiar de mejor forma su razonamiento para, entre otras cosas, la elección de representantes públicos. Lo anterior, que de cierta forma pudiera parecer evidente, se complejiza si se toman en consideración los canales por los que con mayor frecuencia los ciudadanos están obteniendo información para la formación de su participación social y política.
En este sentido, el uso de Internet y, de forma específica, las redes sociales digitales, se están consolidando como lugares comunes tanto para la obtención, como para el enriquecimiento e intercambio de información que va generando posturas políticas en la ciudadanía y opinión pública. Esto, que de cierta forma es positivo desde la perspectiva de la facilidad de acceso a la información relevante por un gran número de ciudadanos, también tiene un aspecto que resulta conveniente analizar de forma más cautelosa. Este aspecto es el relacionado con la calidad y la veracidad de la información que la ciudadanía está obteniendo y utilizando para llevar a cabo su ejercicio ciudadano.
En este contexto, resulta cada vez más común escuchar términos como “posverdad”, “fake news” o “verdades alternativas”, que, con diferentes matices, se refieren tanto a los discursos políticos como al contenido noticioso no apegado a la verdad, sino a contenidos dudosos o definitivamente desapegados de ésta. El riesgo más importante es que gran parte de la ciudadanía se está formando una opinión pública a partir de esa información no apegada directamente a la verdad, por lo que su propia participación también resulta sesgada, manipulada y hasta cierto punto desvinculada de la información verificada.
Tomando en consideración este contexto, el presente documento estará dividido en tres apartados generales. En el primero, se intenta asentar una definición general de ciudadanía con el objeto de tener un mejor entendimiento de un aspecto específico de ella: la ciudadanía digital. Posteriormente, se analizan algunos estudios a nivel nacional e internacional que han abordado el tema de los usos de internet y de las redes sociales para la formación de opinión pública y participación política. Finalmente, se elaboran algunas reflexiones finales a manera de conclusión.
Aspectos sobre la ciudadanía y la ciudadanía digital
Entrando al primer apartado es oportuno rescatar algunas nociones generales de la idea de ciudadanía que nos permitan sentar las bases con las cuales construiremos el concepto de ciudadanía digital. En primer momento, podemos relacionar a la idea de ciudadanía tanto con los derechos, así como con las obligaciones de las personas por habitar en un Estado-Nación. Esta visión que predominó por muchos años la idea clásica de ciudadanía (Marshall 1997) avanzó hacia el entendimiento de la misma en función no solo de los aspectos atribuidos por los Estados a los individuos, sino por aspectos relacionados con la injerencia de los propios individuos para con el Estado. En este sentido, se concibió a la ciudadanía como un actor participativo y de peso para la toma de decisiones públicas no exclusivas con la elección de representantes públicos (O’Donnell 1993, 1994; Vieira 1998).
Estos antecedentes no resultan menores, sino que significaron un cambio de paradigma en el cual el gobierno era el único actor facultado, capacitado o responsabilizado del desarrollo de los asuntos públicos; por el contrario, con este cambio la ciudadanía se aprecia como un actor más vinculado con la toma de decisiones (Fleury 2005; Lechner 2000). Lo anterior está más relacionado con la idea de gobernanza en cuanto a la coordinación de actores para la toma de decisiones públicas (Aguilar-Villanueva 2006, 2007; Dasí 2005; Farinós 2005; Natera Peral 2004). En este sentido, podemos definir a la gobernanza como:
[…] una dirección descentralizada en redes horizontales de organizaciones mixtas público-privadas