Nutrición Vitalizante. Néstor Palmetti
germinaban; de ese modo obtenían sin trabajo yen medio del caminoreservas energéticas de fácil digestión. Otro ejemplo:el pan de los esenios, consistente en semillasgerminadas, machacadas y deshidratadas en piedras al sol.
En el actual estado de cosas, y con la cantidad de problemas que genera el moderno estilo alimentario, cobra importancia el hecho de investigar e informarnos al respecto. Porque por un lado tenemos abundancia de recursos alimentarios y posibilidades de optar por los más convenientes y fisiológicos. Por otra parte tenemos un grave problema ambiental, en gran medida generado por la escasa sustentabilidad de nuestras elecciones alimentarias [5] . Y finalmente nos vemos abrumados por problemas de salud generados por el errado estilo nutricional [6] . Como se aprecia, con elecciones inteligentes podríamos resolver todo de una sola vez.
El ejemplo enzimático
Tal como veremos, la cuestión de las valiosas y delicadas enzimas es un ejemplo de desinformación a nivel nutricional, que conviene tener presente, dada la importancia trascendental del tema. Estas sustancias, altamente sensibles a los procesos de cocción, son responsables de las reacciones bioquímicas que nos permitenmetabolizar los alimentos ingeridos, depurar los desechos tóxicos y permitir la correcta función celular.
La falta de enzimas en una comida, es comparable a la ausencia de chispa en un motor a explosión; de poco vale el mejor motor y el mejor combustible, en ausencia del destello que detona la mezcla. Por ello la Naturaleza dota a todos los organismos biológicos de la necesaria carga enzimática para llevar adelante sus procesos celulares. Al ingerir alimentos “vivos”, como las frutas, no sólo estamos incorporando las enzimas necesarias para su degradación, sino que estamos aportando enzimas a las reservas del cuerpo. Es como hacer un depósito en nuestra caja de ahorros.
Por cierto que el cuerpo, como todo organismo vivo, produce sus propias enzimas, pero el objetivo de las llamadas enzimas metabólicas es posibilitar gran cantidad de procesos orgánicos que dependen de su presencia (depuración, regeneración, reparación). Al consumir alimentos que han perdido sus enzimas por el proceso de cocción, estamos obligando a que el cuerpo “ distraiga” sus reservas enzimáticas para destinarlas a la digestión. Es como hacer una extracción de nuestra caja de ahorros.
Cada uno podrá hacer los cálculos de cuanto “enriquece ” o “empobrece” diariamente sucaja de ahorros enzimática. El saldo, “positivo” o “negativo” es elinfalible testigo de cómo se encuentra nuestra salud. Aprovechar al máximo el aporte enzimático del alimento, hace que ahorremos reservas, recuperemos la salud y vivamos mejor. Así de sencillo.
Al prescindir de la cocción, no solo estaremos evitando la destrucción enzimática, vitamínica y antioxidante. Pero además podremos incrementar el aporte de enzimas y vitaminas al organismo, mediante ciertos procesos naturales (activación, germinación, fermentación) que las antiguas culturas desarrollaron para aumentar el valor vitalizante de sus alimentos.
Obviamente que al tratarse de procesos “ vivos”, no podemos esperarlos de los alimentos industrializados, dado el obligado uso de conservantes (justamente, inhibidores enzimáticos) por las exigencias de transporte y almacenamiento. Son procesos para realizar en casa, simples y a su vez creativos, que incluso estimulan e involucran a los demás componentes del grupo familiar, para que sean copartícipes de algo tan superador y terapéutico.
La aparición de nuevos movimientos en distintos lugares del mundo (alimento vivo, comida cruda, nutrición vitalizante, comida para la consciencia, respiratorianos, observadores del sol), demuestra que estamos transitando un sendero evolutivo . Esta senda nos lleva hacia nuevas formas de comprender y respetar nuestras necesidades corporales, en forma simple, fisiológica, acorde con nuestro diseño biológico y el medio ambiente.
Todos estos movimientos se basan en aprovechar del modo más eficiente los nutrientes vitales presentes en los alimentos, reduciendo la generación de toxemia y generando las condiciones para la necesariaexpansión de la consciencia. No está nada mal formar parte de esta avanzada; es algo sencillo, estimulante, sanador y gratificante. Solo basta ir reemplazando improvisación y “piloto automático”, por planificación , consciencia y sensibilidad.
LA FISIOLOGÍA HUMANA
El primer paso es tratar de entender para qué alimento ha sido diseñado originalmente nuestro organismo. Siguiendo con el gráfico ejemplo del automóvil, cuando adquirimos un vehículo, recibimos las indicaciones del combustible para el cual ha sido diseñado y construido el motor . A nadie se le ocurriría colocar kerosén en un motor diesel, o nafta de bajo octanaje en un motor de alta prestación, ya que el motor comenzaría a fallar y se carbonizaría.
Pero frecuentemente, por falta del “manual de instrucciones”, hacemos eso con nuestro cuerpo… y con un agravante. Si usamos el vehículo con combustible inadecuado, nos damos cuenta rápidamente: hacemos limpiar el motor, cambiamos el combustible y entonces todo vuelve a la normalidad. En cambio con el cuerpo no relacionamos las fallas con el combustible incorrecto , y seguimos adelante…
Podemos afirmar que un alimento fisiológico es aquel que nutre, vitaliza y depura, sin generar ensuciamiento. Jean Seignalet [7] lo definía como aquel alimento adaptado a nuestro sistema digestivo originario. En este sentido se hace necesario comprender a que diseño obedece nuestra fisiología metabólica.
En la Naturaleza terrestre existen animales con diferente estructura alimentaria: carnívoros (felinos), herbívoros (vacas), frugívoros (chimpancés), omnívoros (cerdos)... En cada caso, los organismos están naturalmente adaptados para el procesamiento de su alimento básico y natural . Estructura dentaria, tipo de estómago, longitud intestinal, fluidos digestivos, enzimas… todo obedece a un perfecto diseño evolutivo.
SOMOS MONOS ADAPTADOS
Respecto a los animales antes mencionados, los modernos estudios de secuencia genómica han confirmado una relación tan estrecha entre chimpancés y humanos, que los investigadores piden que se reclasifique al chimpancé como parte de la familia del humano, en el género homo [8] . Apenas el 1% de los genes nos diferencian del mono.
Ahora bien, los monos poseen una incuestionable naturaleza frugívora. La dieta fisiológica de los chimpancés se basa en frutas, hojas, semillas, raíces, tubérculos, insectos…, todo crudo . Para estos alimentos están diseñados su sistema digestivo, sus secreciones gástricas, sus enzimas, sus mucinas intestinales...
Investigaciones sobre glándulas del tubo digestivo (Sappey) e intestinos (Metchnikoff) confirman la similitud fisiológica entre nuestro organismo y el de los “hermanos” chimpancés. Por ello resulta obvia nuestra naturaleza frugívora.
Es obvio que fisiológicamente no somos omnívoros o carnívoros.