Biomecánica básica. Pedro Perez Soriano
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Figura 2. Divisiones de la mecánica.
En este sentido, implica una gran complejidad la búsqueda de una conceptualización de biomecánica “robusta o definitiva” donde no sólo se considere lo mecánico y lo biológico, ya que su objeto de estudio (el movimiento humano y su interacción con otros elementos) implica la participación de varias áreas de conocimiento con sistemas de análisis y metodologías diferenciadas.
Sánchez (1999) define la biomecánica con una visión general, sin dejar a un lado aspectos relevantes. Destaca la competencia de la biomecánica en el estudio de todos los fenómenos biológicos, aunque se interesa especialmente por el hombre, y que la mecánica con un amplio apoyo tecnológico y sus propios métodos puede aplicarse al estudio de los seres vivos.
“Biomecánica (Sánchez) (1999). Conjunto de conocimientos interdisciplinarios generados a partir de utilizar, con el apoyo de otras ciencias biomédicas, los conocimientos de la mecánica y distintas tecnologías en primer lugar en el estudio del comportamiento de los sistemas biológicos y, en particular, del cuerpo humano, y, segundo, en resolver los problemas que provocan las distintas condiciones a las que puede verse sometido.”
En esta definición deliberadamente se evita presentar la biomecánica como una ciencia, presentándola como un conjunto de conocimientos técnico-científicos.
PUNTO CLAVE
A raíz de esta exposición de definiciones sobre la biomecánica, Gutiérrez (1998) expresa que, en lugar de limitarse a aportar definiciones confusas, es preferible conceptualizar la biomecánica etimológicamente y comprenderla en función de su desarrollo e importancia social, conceptualizándola como una CIENCIA interdisciplinaria situada a mitad de camino entre las ciencias básicas y las tecnológicas aplicadas.
En este sentido, tal y como señalan Izquierdo y Arteaga (en Izquierdo, 2008), resulta más sencilla la comprensión de los diversos términos que se han acuñado para definir una cierta área de la biomecánica, como la biocinemática, biodinámica, bioestadística, biometariales o biofluidos, –que determinan el nombre genérico de biomecánica, se abarquen problemas de reología de la sangre, operación de alveolos pulmonares, prótesis, mobiliario, movimientos deportivos, etc–, que ciertamente podrían tener una denominación más concreta.
2. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA BIOMECÁNICA
La biomecánica del movimiento humano ha tenido un notable desarrollo desde finales del s. XIX, y muy especialmente la biomecánica deportiva desde mediados de los setenta (s. XX). Sin embargo, y retomando las palabras de Nigg y Herzog (1999), quienes señalan que “los problemas de los que se ocupa la biomecánica son tan antiguos como la vida misma”, y que es necesario presentar cada una de las figuras más relevantes que a lo largo de la historia han contribuido a la biomecánica en general, y de forma particular a la biomecánica deportiva.
Según Izquierdo y Arteaga (en Izquierdo, 2008), los períodos relevantes dentro de la biomecánica podrían dividirse en:
2.1 Antigüedad: 650-200 a.C.
La historia de la ciencia podría iniciarse en el mundo de los griegos, quienes fueron capaces de desarrollar elementos básicos de las Matemáticas, Astronomía, Mecánica, Física, Geografía y Medicina. En este sentido, se aprecian durante este período contribuciones a diversos ámbitos de las ciencias, y en especial a la biomecánica, donde se separa el mito y el conocimiento, se desarrollan paradigmas matemáticos, anatómicos y mecánicos, así como el desarrollo de los primeros análisis biomecánicos del ser humano. Entre las figuras reconocidas por sus grandes contribuciones en este período, destacan:
Pitágoras (582 a.C.). Entre sus contribuciones más relevantes destaca el Teorema de Pitágoras (c12 + c22=h2). Formó una hermandad basada en sus ideas filosóficas y matemáticas, donde hombres y mujeres participaban por igual, distribuyéndose en una jerarquía de “científicos” y “oyentes”.
Hipócrates (460-370 a.C.). Fue un famoso médico y profesor de medicina. Dado que no existen verdaderas fuentes bibliográficas de su vida, sólo se cuenta con relatos de tradición oral, que no son muy fiables.
Estudió el cuerpo desde el raciocinio, fuera del misticismo y la espiritualidad. Así, su creencia en el principio de causalidad: “el azar no existe, cada cosa que ocurre es por una razón” confirma su compromiso con una ciencia racional.
Platón (427-347 a.C.). Filósofo griego, alumno de Sócrates y maestro de Aristóteles, de familia noble y de la más alta aristocracia. Creía que el mundo de los sentidos era una sombra ilusoria de la realidad, estando sujeto su universo a los poderes del divino creador: “Las ideas eran la única realidad, y el conocimiento de la verdad no podía conocerse a través del estudio de la naturaleza.”
Aristóteles (384-322 a. C). Su padre sirvió como físico al abuelo de Alejandro Magno y fue discípulo de Platón, aunque su curiosidad intelectual pronto le llevó a cuestionarse la filosofía platónica. Realizó importantes estudios sobre el movimiento de los animales describiendo por primera vez la acción de los músculos.
En uno de sus tratados “Incessu Animalium” (La marcha de los animales) (figura 3), Aristóteles registró observaciones que parecen hechas desde la perspectiva actual de la biomecánica deportiva: ...” El animal que se mueve realiza su cambio de posición presionando lo que está debajo de él. De ahí que los atletas salten a mayor distancia si tienen pesos en sus manos que si no los tienen, y los corredores corren a mayor velocidad si balancean los brazos, porque en la extensión de los brazos existe una especie de apoyo sobre las manos y las muñecas”...
Figura 3. Análisis cinemático actual de la marcha de los animales.
Aristóteles fue el primero, al menos de los que quedan registros escritos, en analizar el proceso de la marcha, describiendo cómo un movimiento de rotación se transforma en uno de traslación, y mostró un notable conocimiento sobre las nociones de centro de gravedad,