Cristianos y musulmanes en la España medieval. Ron Barkai
G. H., op. cit., p. 338: ...ut dei apostolum et prophetan eum in omnibus sacramentis suis esse scriptisque adfirment...
[6] M. G. H., op. cit., p. 339.
[7] Sobre el acuerdo, ver: Memorias de la Real Academia de la Historia, Madrid, 1903; Rep. 1969, t. XIII, pp. 797-798. La descripción en la crónica: M. G. H., op. cit., p. 354. Sobre las leyes de guerra y paz en el Islam, ver: M. Khadduri, War and Peace in the Law of Islam, Nueva York, 1979.
[8] M. G. H., op. cit., p. 353.
[9] Ibíd., p. 359: ... talis enim inter Arabes tenetur perpetim norma... absque scandala adeant regiminis gubernacula.
[10] Ibíd., p. 363.
[11] Ibíd., p. 352.
[12] Con respecto al relato de la crónica, ver: Ibíd., 355. La corrección se hacia a veces para adecuar la versión a su concepción general. Dozy enmienda la fuente y determina el nombre más aceptado: «Le Comte Iulien, Iulianus», en R. Dozy, Recherches sur l’histoire et la littérature de l’Epagne pendant le moyen-âge, 3.ª edición, París, 1881, t. 1, pp. 57-65. Codera propuso el nombre de Olbanus, sosteniendo que se tratba de un cristiano de origen bereber (F. Codera y Zaidín, «El llamado conde don Iulian», en Estudios Críticos de la historia árabe española, Zaragoza y Madrid, 1903-1917; epec. cap. VII, pp. 45-94. Lévi-Provençal niega rotundamente estas versiones y sostiene que Iulian no era otro que el Exarca de Ceuta: Lévi-Provençal, Historia de la España musulmana, en Historia de España, dirigida por R. Menéndez Pidal, tomo IV, Madrid, 1964, pp. 8-10.
[13] Este criterio está contenido, por ejemplo, en H. Livermore, The origins of Spain and Portugal, Londres, 1971, pp. 248-249.
[14] M. G. H., op. cit., p. 353.
[15] «Isidori Iunioris Episcopi Hispalensis Historia Gothorum Wandalorum Sueborum ad a. DCXXIV», en M. G. H., Chronica Minora, op. cit., p. 267.
[16] «Crónica Profética», en Gómez Moreno, «Las Primeras Crónicas de la Reconquista», Boletín de la Academia de la Historia, t. 100 (1952), pp. 622-628.
[17] «Chronicom Sebastiani», en A. Huici, Crónicas Latinas de la Reconquista, Valencia, 1913, vol. I, pp. 196-239. Migne P. L., vol. 129, cols. 1111-1124, «Rotense»: Gómez Moreno, op. cit., pp. 609-621.
[18] C. Sánches Albornoz, «La redacción original de la Crónica de Alfonso III», en Investigaciones sobre Historiografía Hispana Medieval, Buenos Aires, 1967, pp. 40-44.
[19] «Crónica de Albelda», A. Huici, op. cit., pp. 114-196. Gómez Moreno, op. cit., pp. 600-609.
[20] «... éstos son los que reinaron en Córdoba. Reyes del origen de los Benihumaya (Venihumeia)», Huici, op. cit., p. 187.
[21] En el significado clásico, por ejemplo en Tácito, ver: Philip Fabia, Onomasticon Taciteum, Hildesheim, 1964, pp. 187-188. Y en la crónica misma: «Los caldeos al instante se volvieron a la fuga», «... de modo que ni uno de los caldeos renaciese...», «... mataron a muchos de los caldeos a espada y fuego». Huici, pp. 211-213, y 231.
[22] Ibíd., p. 206. Ver L. Réan, Iconographie de l’art Chrétien, tomo III, París, 1957, pp. 715-717. Señala el desarrollo de esa figura según las descripciones apocalípticas de Juan desde el siglo XI y detalla iconografías que tratan de la descripción de la futura destrucción de Babilonia como símbolo de la perfidia (717-718), pero el autor se abstiene, por alguna razón, de señalar las fuentes más antiguas de «Babilonia la ramera», que aparecen ya en las iconografías mozárabes de los beati del siglo X. Ver P. de Palol; M. Hirmer, Early Medieval Art in Spanis, Londres, 1967, pp. 48-59, y ver también reproducción, p. 67.
[23] M. Díaz y Díaz, «Los textos antimahometanos más antiguos en códices españo les», Archive dhistoire doctrinale et littérature du moyen-âge, vol. 37, pp. 149-164. N. Daniel, Islam and the West, The Making of an Image, Edinburgh, 1960, pp. 1-7. D. J. Sahas, John of Damascus of Islam, the Heresy of the Ismaelites, Leiden, 1972.
[24] Huici, op. cit., p. 152.
[25] Cabe suponer que el autor de la crónica estudió el origen de los godos en la crónica de Isidoro de Sevilla. También él relacionó el nombre con los versículos de Ezequiel: Gothorum antiquissimam esse gentem (certum est) quorum originem quidam de Magog Iafeth filio suspicantur a similitudine ultimae syllabae; et magis de Ezechiele propheta id colligentes. Retro autem eruditi eos magis Getas quam Gog et Magog appelare consueverunt. M. G. H., op. cit., p. 268.
[26] Gómez Moreno, op. cit., p. 622.
[27] Gómez Moreno, op. cit., p. 622.
[28] Ibíd., p. 623.
[29] Huici, op. cit., p. 234.
[30] «Pues ingresaron audazmente y más audazmente fueron exterminados», Ibíd., p. 227.
[31] Huici, op. cit., p. 203.
[32] Gómez Moreno, op. cit., p. 611.
[33] Huici, op. cit., p. 163.
[34] Al respecto ver especialmente H. Fichtenau, The Carolingian Empire, Oxford, 1957.
[35] Gómez Moreno, op. cit., p. 613.
[36] Huici, op. cit., p. 213.
[37] Ibíd.
[38] Ibíd., p. 172.
[39] Gómez Moreno, op. cit., p. 606.
[40] El escrito más importante que trata de la biografía de Sampiro —y que contiene la crónica—