Ni contigo ni sin ti. Lety Vázquez

Ni contigo ni sin ti - Lety Vázquez


Скачать книгу
ine/>

      NI CONTIGO NI SIN TI

      Claves para entender y salir de una relación violenta

      LETY VÁZQUEZ

      NI CONTIGO NI SIN TI

      Claves para entender y salir de una relación violenta

      © 2020, Elda Leticia Vázquez Pérez

      ©Primera edición 2020 por Grupo Editorial Portable, un sello

      de Portable Publishing Group LLC, 30 N Gould St, Ste R, Sheridan, WY 82801, Estados Unidos de América.

      www.editorialportable.com

      Portable Publishing Group LLC es una editorial con vocación global que respalda la obra de autores independientes. Creemos en

       la diversidad editorial y en los nuevos creadores en el mundo

      de habla hispana. Nuestras ediciones digitales e impresas, que abarcan los más diversos géneros, son posibles gracias a la alianza entre autores y editores, con el fin de crear libros que crucen fronteras y encuentren lectores.

      La reproducción, almacenamiento y divulgación total o parcial de esta obra por cualquier medio sin el pleno consentimiento y permiso por escrito del autor y de la editorial, quedan expresamente prohibidos. Gracias por valorar este esfuerzo conjunto y adquirir este libro bajo

      el respeto de las leyes del Derecho de Autor y copyright.

      ISBN: 978-1-953540-04-1

      Impreso en México – Printed in Mexico

       ÍNDICE

       CAPÍTULO 1

       CAPÍTULO 2

       CAPÍTULO 3

       CAPÍTULO 4

       CAPÍTULO 5

       CAPÍTULO 6

       CAPÍTULO 7

       CAPÍTULO 8

       CAPÍTULO 9

       CAPÍTULO 10

      No cabe duda de que no te das cuenta de que estás adentro, hasta que estás afuera…

      Este libro está dedicado a todas las mujeres que están pasando la terrible experiencia de vivir con una “pareja”, donde ya ven el espejo y no se ven, donde ya no hay ni voz y menos voto, donde estás atrapada en una relación en la que ya “NO PUEDO VIVIR NI CONTIGO NI SIN TI.”

      A todas esas mujeres que ya pasaron por esa experiencia y no saben cómo reconstruir su vida y capitalizar la experiencia.

      También para prevenir a las que no han entrado y para las que tienen alrededor mujeres que lo están viviendo en este momento, y saber cómo apoyarlas, qué decirles, qué hacer y qué no.

      Solo las que hemos pasado por esto sabemos lo que se siente. Ya no es que no quieras salir, ya no puedes salirte. Empiezas a vivir el infierno de que sabes que no quieres eso en tu vida, sabes que no es ahí tu lugar, pero estás atrapada como en una teleraña.

      Ni una misma puede entender qué hacemos ahí. Incluso cuando logras liberarte, no entiendes qué te pasó y en qué momento llegaste ahí, al punto de haber aceptado humillaciones, violencia psicológica, incluso física y peor aún, sentirte responsable de que lo “merecías”.

      Es difícil explicarse y más difícil explicar qué hacemos ahí.

      Escuchar comentarios y preguntas como: “¿Qué haces aquí?”, “déjalo”, “¿qué no te quieres?”, “¿cómo te dejas?”, “te gusta la mala vida”… solo nos hunden más.

      Llegar a una relación así, no tiene que ver con cuestiones socioeconómicas, ni con ser o no inteligentes, ni buenas personas, ni “buena educación”.

      Lo más importante es detectarlo a tiempo, no pasar por alto la PRIMERA SEÑAL. La importancia del primer pleito o discusión es clave.

      ¿Qué sucede cuando llega la persona que has soñado y esperado durante tanto tiempo? Esa persona carismática, la que todas quisieran tener, tú eres primero en todo, te ríes con él, te lleva a conocer lugares “mágicos”, te dice que se siente orgulloso de estar a tu lado, que eres la envidia de sus amigos, que nunca había conocido a alguien como tú, te celebra todo, te felicita por tu trayectoria en la vida (hagas lo que hagas), conoces otra cosa con él. No te presiona en el aspecto sexual, va a tu ritmo, disfruta de estar con tu familia, dice que eres lo mejor que le ha pasado en su vida, que eres con quien soñaba. Mejor no puede estar.

      Te empiezas a enamorar, a agradecerle a la vida ese hombre maravilloso que se ha cruzado en tu camino, has sido recompensada por ella, no hay discusiones, te complace en todo, todo parece perfecto. Por fin, una se siente valorada.

      No pasan muchos meses cuando viene la primera agresión, y lo peor: es difícil darse cuenta.

      De repente se pone serio, no dice nada. Le preguntas qué tiene, no contesta o te dice que nada o que luego hablan. Insistes y por fin habla. “¿Por qué me haces eso?” Y tú, absolutamente desconcertada, preguntas: “¿qué te hice?”

      Te empieza a decir que lo sacaste de onda con tu actitud, te deja ver su molestia por tu comportamiento, “¿por qué le haces eso si él te quiere tanto?”, él da todo por ti, y ¿tú?

      Entre líneas te “recuerda que la lotería te la sacaste tú”, según él. Te deja ver que lo cuides, que él es el premio mayor. Viene lo peor: te responsabiliza de sus sentimientos, de sus emociones. Si tú no te comportas así, él estará bien; si tú haces “bien” las cosas, él estará bien y no solo eso, seguirá amándote y no se irá de tu lado.

      Y, ¿qué hiciste? Seguramente te reclamará algo como: “¿quién es esa persona que tanto te veía?”, “No me diste mi lugar con tu familia, estuviste más tiempo con ellos que conmigo”, “¿Quién te llamó que te dio mucho gusto?”… En fin, cualquier frase que critique tu actitud y lo más difícil, entender por qué se molestó.

      Aquí lo que menos importa ya es lo que “tú hiciste” que a él no le gustó, lo importante es el mensaje que envió: “Si tú haces ‘bien’ las cosas, él estará bien”. A partir de este momento te responsabiliza de sus emociones y sentimientos. Para él, tú serás la responsable de que la relación funcione, de que él esté contento, de que sea fiel. Si no está bien, será tu culpa.

      Pides perdón (no sabes ni de qué) y regresa ese hombre tierno, cariñoso, ese príncipe que tú conociste y concluyes que no fue tu intención, que se están acoplando como pareja, que fue un mal entendido y que no va a volver a suceder.

      Empezó su estrategia de amoldarte.

      No pasa mucho tiempo cuando nuevamente viene un reclamo, siguiente agresión pasiva. Lo mismo, no sabes de qué estás siendo acusada. OJO, dije actitud


Скачать книгу