Territorialidades del agua. José Esteban Castro

Territorialidades del agua - José Esteban Castro


Скачать книгу
Consultado en julio de 2019.

      Reichman, Henry

      (2019), The Future of Academic Freedom, Baltimore, John Hopkins University Press.

      Rosenfield, Patricia L.

      (1992), “The potential of transdisciplinary research for sustaining and extending linkages between the health and social sciences”, Social Science & Medicine, Vol. 35, No 11, pp. 1343-1357.

      Salter, Liora y Alison Hearn (Eds.)

      (1996), Outside the Lines. Issues in interdisciplinary research, Montreal & Kingston, Londres y Buffalo, McGill-Queen’s University Press.

      Sawyer, R. Keith

      (2005), Social Emergence. Societies as Complex Systems, Cambridge, Cambridge University Press.

      Sayer, Andrew

      (1999), “Long Live Postdisciplinary Studies! Sociology and the curse of disciplinaryparochialism/imperialism”, en British Sociological Association Conference, abril de 1999, Glasgow. Disponible en: https://www.lancaster.ac.uk/fass/resources/sociology-online-papers/papers/sayer-long-live-postdisciplinary-studies.pdf. Consultado en julio de 2019.

      Shady Solís, Ruth

      (2005), “Caral-Supe y su entorno natural y social en los orígenes de la civilización”, Investigaciones Sociales, Vol. IX, No 14, pp. 89-120.

      Swyngedouw, Erik, Maria Kaïka, y José Esteban Castro

      (2016), “Agua urbana: una perspectiva ecológico-política”, Cuadernos de Trabajo de la Red WATERLAT-GOBACIT, Vol. 3, No 7, pp. 11-35. Disponible en: http://waterlat.org/WPapers/WPSATCUASPE37.pdf. Consultado en julio de 2019.

      Troyo Vargas, Elena (Ed.)

      (2002), Guayaba de Turrialba, una aldea prehispanica compleja, San Jose, Costa Rica, Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes y Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

      University of California, Riverside y Birkbeck College, University of London

      (2018). “The disorder of things: predisciplinarity and the divisions of knowledge 1660-1850”. Disponible en: http://ideasandsociety.ucr.edu/disorder_of_things/about_the_series.html. Consultado en abril de 2018.

      Vayda, Andrew P. y Bradley B. Walters

      (1999), “Against political ecology”, Human Ecology, Vol. 21, No 1, pp. 167-179.

      Walker, Peter A.

      (2005), “Political ecology: where is the ecology?”, Progress in Human Geography, Vol. 29, No 2, pp. 73-82.

      — (2006), “Political ecology: where is the policy?”, Progress in Human Geography, Vol. 30, No 6, pp. 382-395.

      Weingart, P. y N. Stehr, Eds.

      (2000), Practicising Interdisciplinarity, Toronto, Toronto University Press.

      1- Este trabajo es un primer avance de los estudios en proceso en el marco del Área Temática 1, “La X-disciplinariedad en la Investigación y en la Acción” de la Red WATERLAT-GOBACIT (Red WATERLAT-GOBACIT, 2019a). Salvo que se indique lo contrario, las citas de textos han sido traducidas por el autor.

      2- Borges, 1974: 986.

      3- Empleo el término “x-disciplinariedad” con el objetivo de obligarnos a repensar el significado de la multiplicidad de términos utilizados para referirse a los procesos de producción de conocimiento que intentan superar las barreras disciplinarias, lo cual discuto en secciones posteriores.

      4- Se trató de una visita de campo parte de las actividades del posgrado de la School of Geography and the Environment, Oxford University. Las obras que amenazaban con la inundación del valle eran parte del Plan Hidrológico Nacional de España del año 2000 que, junto con su antecesor del año 1993, han sido objeto de prolongado debate y conflictos en la región y en el país en general (Arrojo Agudo y Martínez Gil, 1999; Estevan y Naredo, 2004).

      Erik Swyngedouw

      Como consecuencia del resurgimiento de la cuestión ambiental en la agenda política, en los últimos años ha aparecido un número creciente de trabajos en torno a la economía política y la ecología política del agua y la circulación hídrica (Gandy, 1997; Loftus, 2005; Kaika, 2005; Castro, 2006). Ello ha permitido redefinir los contornos de la investigación sobre recursos hídricos y abrir una agenda de investigación apasionante y de vital importancia para los años venideros.

      Las perspectivas político-ecológicas sobre el agua señalan una estrecha relación entre las transformaciones del –y dentro del– ciclo hidrológico a nivel local, regional y global, por un lado, y las relaciones del poder social, político, económico y cultural, por el otro (Swyngedouw, 2004). En un intento sostenido por trascender la oposición modernista naturaleza-sociedad, la investigación hidro-social considera la circulación del agua como un proceso físico y social, como un flujo socio-natural hibridado que fusiona de manera inseparable la naturaleza y la sociedad (Swyngedouw, 2006a). Plantea una revisión de los enfoques tradicionales fragmentados e interdisciplinarios sobre el estudio del agua, insistiendo en la inseparabilidad de lo social y lo físico en la producción de configuraciones hidro-sociales específicas (Bakker, 2003; Heynen y cols., 2005).

      Esta perspectiva introduce una gran variedad de temas nuevos y fundamentales de investigación, e insta a considerar la posibilidad de una transformación en la manera en que se piensan, se formulan y se implementan las políticas relativas a los recursos hídricos. A continuación, se exponen algunas cuestiones vitales y las propiedades socio-naturales del ciclo hidro-social, y se traza el camino para futuras investigaciones.

      Los cambios sociales y los cambios en el uso, la gestión y la organización sociopolítica del ciclo del agua se determinan mutuamente (Norgaard, 1994). Junto con la transformación de la circulación terrestre y atmosférica del agua, producen distintas formas de circulación hidro-social y nuevas relaciones entre los sistemas de circulación de agua locales y los circuitos hidrológicos globales. En otras palabras, los ambientes hidráulicos son construcciones socio-físicas producidas activa e históricamente en función tanto del contenido social como de las cualidades físico-ambientales. Por lo tanto, no hay nada a priori antinatural en ambientes construidos tales como diques, sistemas de irrigación, infraestructuras hidráulicas, etcétera (Harvey, 1996).

      Los ambientes producidos son resultados históricos específicos a partir de procesos socio-biofísicos. La mayoría de los procesos sociales y de las condiciones socio-ecológicas (por ejemplo, las ciudades, los sistemas de producción industrial o agrícola, etc.) se sostienen y se organizan invariablemente a través de una combinación de procesos sociales (tales como las relaciones entre el capital y el trabajo o las formas de organización del trabajo) y procesos metabólico-ecológicos (la transformación biológica, química o física de los recursos “naturales”, realizada por lo general a través de una serie de tecnologías interconectadas) (Heynen y cols., 2005). Estos metabolismos (por ejemplo, la producción de agua potable, los productos agrícolas o los chips de computadoras) generan una serie de condiciones ambientales y sociales a la vez favorables y desfavorables. Si bien las cualidades ambientales –tanto físicas como sociales– pueden mejorar en algunos lugares y para algunas personas, ello a menudo conduce a un deterioro de las condiciones sociales y físicas en otros lugares (Peet y Watts, 1996; Keil, 2000). Por lo tanto, los procesos de cambio socio-ambiental nunca son social o ecológicamente neutrales.


Скачать книгу