Mapas Mentales. Raimon Samsó
qué son, pongamos un ejemplo metafórico, el mapa de una ciudad. Ahora imaginemos que en el centro del mapa trazamos el foco. Por ejemplo, en Madrid podríamos escoger la Puerta del Sol, que sería el centro.
Del centro parten calles radiales en todas direcciones. Algunas de ellas son calles principales, como la calle de Alcalá o la calle Mayor; y luego están las secundarias, como por ejemplo, la calle Arenal.
Bueno, pues esto es exactamente lo que ocurre en un mapa mental. Es decir, vamos a establecer un foco o centro y vamos a radiar sus ideas principales y secundarias como si de calles se tratara.
¿Qué ocurre cuando vas por una nueva ciudad y no tienes un mapa? Exacto, te pierdes. Y entonces, ¿qué ocurre si tienes un plan, una idea, hacer una presentación, resumir un libro, estudiar una lección… sin un mapa? Que también te pierdes.
Te voy a mostrar cómo hacer mapas para que no te pierdas cuando te surja una idea, un proyecto, un negocio, una conferencia, un curso… En fin, cualquier cosa que debas desarrollar. ¡También valen unas vacaciones! Un mapa mental también puede ayudarte a organizarlas de forma perfecta.
Permíteme usar otra metáfora, la de un árbol. Pues bien, en un árbol también distinguimos ramas principales y ramas secundarias. Así que un mapa mental sería algo así como un árbol en el que el tronco es el foco.
De éste surgen ramas; primero las más fuertes y gruesas, pues contienen las ideas principales, hasta dejar paso a las ramas más finas llenas de ideas secundarias. Desde luego en cuanto a forma, un árbol se parece muchísimo a un mapa mental.
Esta es la definición de mapa mental que da Wikipedia; en mi opinión lo sintetiza muy bien: Un mapa mental es un diagrama usado para representar las palabras, ideas, tareas y dibujos u otros conceptos ligados y dispuestos radialmente alrededor de una palabra clave o de una idea central. Los mapas mentales son un método muy eficaz para extraer y memorizar información.
Son una forma lógica y creativa de tomar notas y expresar ideas que consiste, literalmente, en cartografiar sus reflexiones sobre un tema. Se utiliza para la generación, visualización, estructura, y clasificación taxonómica de las ideas, y como ayuda interna para el estudio, planificación, organización, resolución de problemas, toma de decisiones y escritura.
Un mapa mental se desarrolla alrededor de una palabra principal o tema, situado en el centro, para luego explicarse en ideas, sub ideas, y conceptos, mediante líneas que se trazan desde el centro; el sentido de estas líneas puede ser horario o anti-horario.
El gran difusor de la idea del mapa mental fue Tony Buzan en 1974 con su libro "Use Your Head”. Desde entonces nos ha regalado con más de un centenar de libros, traducidos a decenas de idiomas. Experto en: memoria, lectura rápida, mapas mentales y creatividad.
Ejemplo de mapa mental, hecho a mano y con un gran centro de mapa. Fuente: Eduarea´s blog.
De esta lectura yo me quedaría con tres palabras clave, porque en un mapa mental siempre las utilizaremos. Éstas son: “palabras” (frases breves, como mucho), “imágenes” para ser visuales; y finalmente, “asociaciones”. Es decir, debemos relacionar todas estas imágenes y palabras para que cobren sentido y formen un todo.
1 Palabras.
2 Imágenes.
3 Asociaciones.
La creación de mapas mentales es la técnica que aumenta la creatividad y la productividad, que puede mejorar el aprendizaje y la eficacia de los individuos y las organizaciones. Es un sistema revolucionario para captar ideas de forma horizontal en un papel. Es el secreto de los genios.
Como dice Tony Buzan: “Un mapa mental es como piensa tu cerebro”.
Prepara tu agenda con mapas mentales.
También podríamos resumirlo con esta metáfora: “pensamiento irradiante”, “pensamiento visual”.
Ahora ya sabes cómo se hace un mapa mental. Son atractivos, ¿verdad? Ya hablaremos de cómo hacer mapas mentales con el ordenador. Y usar:
1 Colores.
2 Fotos / imágenes.
3 Iconos.
Veamos un ejemplo concreto y aplicable de mapa mental, como la distribución de tiempos de una jornada bajo el título de: “Mis tareas de hoy”. En el foco o centro, coloco la palabra clave, “tareas para hoy”. Y luego voy radiando; es decir, voy sacando flechas de colores en forma radial, pues todos parten del centro hacia los lados, hasta llegar a llenar la hoja de papel.
Solo una hoja de papel, apaisada. Como una pantalla de cine. Empieza el espectáculo.
Aquí es justamente donde escribiríamos todas nuestras tareas de la mañana, del medio día, de la tarde, de la noche… agrupadas. Incluso podríamos anotar más tareas para la hora de comer si fuera necesario, como citas u otras actividades personales de mediodía.
Como ves, nuestra tarea principal se bifurca en otras tareas secundarias, que a su vez podrían incluir más actividades. En este caso, hablamos de un organigrama mental.
Nuestra mente piensa así: todo a la vez.
La mente no piensa secuencialmente, la mente no utiliza listas con palabras. Va más rápido. Todas esas listas que hacemos para ir a hacer la compra al súper aburren a la mente.
Nuestra mente es mucho más rápida de lo que pensamos; de hecho no quiere leer uno a uno los elementos de una lista, los quiere ver todos a la vez. Es global.
Un mapa mental puede proporcionárselo todo a la vez. Luego ya se irá centrando en cada parte y sub parte en concreto, pero de buenas a primeras la mente quiere verlo todo a la vez para comprender el contexto completo.
No mira el árbol, quiere ver el bosque. La totalidad.
Además, nuestra mente quiere colores e imágenes. Tú dale todo esto a tu mente y verás cómo la despiertas y empiezan a florecer buenas ideas, genialidades e intuiciones.
Tu mente es un gigante dormido que los mapas mentales despertarán.
Los mapas mentales contemplan el funcionamiento multidimensional del cerebro y son muy indicados en cualquier actividad en la que intervengan:
La creatividad.
La memoria.
La planificación.
La estructura.
La secuencia.
El orden.
Los mapas mentales tienen aplicaciones en los ámbitos: personal, familiar, formativo y empresarial, incluyendo la toma de notas, el brainstorming, hacer resúmenes gráficos, como gran herramienta nemotécnica o para explicar ideas complejas.
Diferentes aplicaciones de los mapas mentales.
Todo esto se entiende mejor al comprender que lo que los mapas mentales consiguen es que el cerebro trabaje en su totalidad; es decir, ejercitan tanto el hemisferio izquierdo como el hemisferio derecho, ambos a la vez.
Con nuestro cerebro a pleno rendimiento, el pensamiento alcanza el nivel de la genialidad. El pensamiento se hace inteligente.
Por eso me gusta referirme a los mapas mentales como la expansión del pensamiento. Por ejemplo, su uso combina el pensamiento lineal y el espacial, o la lectura verbal con la de imágenes. Con el uso de estos mapas conseguimos que nuestro cerebro rinda al máximo. Su uso es global, completo.
Existen algunos precursores