Mis hijos y su salud. Eric Barone

Mis hijos y su salud - Eric Barone


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la visualización utiliza la imaginación y la memoria visual para producir esencialmente imágenes en nuestra pantalla mental, se produce por la activación del 4to ojo ubicado en el medio de la frente. Este cuarto ojo permite al ser bioenergético “actuar en el mundo invisible”, aunque el que lo monitorea no deja de ser nuestra organización biológica, dirigida por nuestra mente consciente -la que llamamos el ser neuronal por oposición al ser bioenergético-. Amigo lector, ¡piense un minuto! se da cuenta que acaba de leer el secreto de los hipnotizadores, de los magos, de los políticos, de los grandes vendedores, de los auténticos lideres. Este 4to ojo es el operario verdadero de la ley de atracción, el órgano de los grandes realizadores, mientras el 3er ojo es el órgano de los grandes intuitivos, de los genios de la investigación y de la creación artística.

      Gracias a este dualismo entre 3er y 4to ojo, hombre bioenergético y hombre neuronal, meditación y visualización, podemos explicar cuáles son los dos pilares de la conciencia y como terapeutas akáshicos expertos en descifrar las huellas bioenergéticas podemos fabricar infinidad de técnicas de para entrenarlas... ES PRECISAMENTE EL CASO DE ESTE LIBRO. Al desarrolla estas dos facultades podrá ver desarrollarse en paralelo: - la capacidad de comprensión y la facultad de análisis juntas a la visualización - la capacidad de memorización y la capacidad de síntesis impulsadas por la meditación. Este libro las entrenara -ya que se desarrollan solo al usarlas- y también las especializara en dirección del objetivo definido en su titulo... La conclusión se resume en una sola expresión: ¡al trabajo! ya que por primera vez, un autor le revela la mecánica del secreto que muchos otros autores han apenas sugerido.

      El secreto del amor, de la felicidad, del éxito, de la superación de si mismo, del desarrollo espiritual, TODO está implícitamente contenido en este dualismo y se podrá desarrollar gracias a la práctica de estos dos pilares. Admitamos que si vamos un gimnasio para desarrollar nuestros músculos, a la escuela para desarrollar nuestra mente, si queremos sobresalir y llegar a EXISTIR DE VERDAD ¿por qué tener tanta renuencia a ir al entrenamiento espiritual? ¿Es tan difícil admitir que en cada uno de nosotros duerme un superhombre energético, que se puede desarrollar una supermente, y que podemos transformarnos todos en superrealizadores? Tal vez lo difícil es admitir que se puede lograr CON TECNICAS y no con la suerte, el medio y los apoyos socioeconómicos, el afecto de la familia... ¡NO, no era necesario disponer de todo eso! tal vez eran solo excusas para justificar un eventual fracaso. Lo que necesitábamos es solo: ESTRATEGIA, RECURSOS Y DISCIPLINA y tal como lo expliqué anteriormente... este libro les aporta los dos primeros, y la solución del tercero.

      Entonces MANOS A LA OBRA... ya tiene los ladrillos, el mortero, las herramientas y hasta el plan de arquitecto, pero la pared no se levantara sola si usted no pone manos a la obra. Vera que es más agradable vivir en un lugar que deseo, planifico y pudo construir con su propio esfuerzo.

      Observaciones acerca de "MIS HIJOS Y SU SALUD" por Mario Pautasso (Terapeuta Akáshico)

      En este libro dos ventajas se combinan a mi favor: por un lado, la de ser padre de 4 hijos y por el otro, la de haber sido capacitado en la Terapia Akáshica hace ya muchos años. Tuve la suerte de poder asistir al crecimiento de mis hijos desde un enfoque totalmente diferente, y poder «intervenir» en la vida de ellos sin nunca «invadirlos», lo que constituye la primera regla de esta terapia respecto a Educación. Precisamente en esta colección, brindaremos los medios para lograr estos objetivos a distancia, con técnicas sumamente eficaces. La Terapia Akáshica se practica en los mundos energéticos. Según Eric Barone, su creador, intervenir sin invadir» significa que tenemos obligación de asistir a nuestros hijos tanto tiempo como vivimos pero que no lo lograremos mediante el lenguaje, brindándoles consejos que no han pedido, sino con energías sutiles que podemos manejar a distancia e incluso sin necesidad de que lo sepan (lo cual se vuelve particularmente útil cuando alcanzan la edad rebelde). Este trabajo maravilloso que Dios nos ha dado es una mezcla de docencia, medicina del alma y sacerdocio misionero (sin olvidar el sacrificio cristiano: ¡cuántas veces estaremos golpeados moralmente por los mismos que vinimos a salvar!). Eric Barone afirma que por haber participado del gran baile cósmico que es favorecer la encarnación de una nueva alma, debemos cumplir con TODO el compromiso. Este compromiso nos transforma a los padres en «patriarcas» y a las madres en «madres sacerdotisas». Vamos a comprender el alcance de estas palabras a lo largo de esta introducción. Ser padre nos ha preocupado a todos y todas. ¿Por qué? Es que, aunque existe un aluvión de libros escritos sobre este tema, nadie llegó a escribir el «gran libro del hombre», el manual de comportamiento siempre oportuno, una guía del perfecto padre... En tono de humor, Barone escribió un ensayo que leí varios años antes de tener a mi primer hijo... y me dejó perplejo. Al punto de convertirse en una de las razones que me llevaron a estudiar la Terapia Akáshica: quería sentirme mejor preparado para la paternidad. El ensayo que leí empezaba así:

       «¡Nuestros hijos! pequeños y grandes. ¿Cómo darles lo mejor sin ablandarlos, guiarlos sin enfrentarlos, amarlos sin asfixiarlos? ¿Cómo hacerlos felices, fuertes y operativos pero con cariño? Ser padre es la profesión más difícil del mundo y la de mayor responsabilidad. Supongo que la «escuela de los padres» es el posgrado de la universidad de la vida, pero ¿conoce a alguien que ya se haya recibido? Debemos abocarnos a crear un programa que enseñe cómo ayudar a nuestros hijos combinando medios energéticos diversos, en proximidad de ellos o a distancia, según la edad y las circunstancias. Volvernos «padres akáshicos» y enseñar a los demás cómo hacer lo mejor para sus hijos sería el más grande «servicio a la humanidad» que podríamos cumplir».

      Me dediqué entonces a trabajar en esta dirección, viviendo la Terapia Akáshica al compás del crecimiento de mis hijos. Soy un padre feliz porque pude presenciar el nacimiento de la «generación akáshica». No llamo así a la generación de los video juegos y de internet, aunque coincida con ella, sino a la conformada por niños que saben que el mundo no se limita a lo que ven, que saben que su conciencia se puede expandir hasta alcanzar voluntariamente energías infinitas, conectarse a corrientes invisibles; es una generación que intuye que va a gozar de mecanismos secretos del universo que pueden aprender a utilizar. En definitiva: pertenecer o no a la generación akáshica dependerá de utilizar o no estas energías. Ellos comprendieron que no todo pasa por la escuela, ni por internet, sino por el uso de sus chakras, el control de su kundalini, la apertura especial de su tercer ojo, el conocimiento de sus vidas pasadas, y lo más importante de todo: el descubrimiento y el cumplimiento de su misión espiritual. Con gran placer y el orgullo de un padre que participó del nacimiento de la generación akáshica, les comunico mis observaciones a lo largo de varios años e intentaré hacerles percibir todo lo que la Terapia Akáshica, a través de sus técnicas, puede y podrá aportar a la gran aventura de la crianza. Prepárense para una lista de sorpresas:

      1.- La primera proviene de una herramienta de la Terapia Akáshica llamada «sincronización akáshica». Nació hace muchos años cuando una abuela desconsolada vio que su hija esquizofrénica, recién embarazada, hablaba constantemente de matar a su futuro bebé. La abuela sentía todo el daño que haría al feto esta actitud. Cuando consultó a Barone, y este buscó una solución en los registros akáshicos, concluyó que la mejor técnica era que el bebé, durante toda la gestación, emplee una técnica de control mental de su libro «Control mental de acuario» llamada Pirámide de fuego. Esta técnica permite aislar la mente de quien la practica de un asalto mental repetido y destructor. Obviamente se presentó la dificultad de cómo haría el feto para poder practicarla. La solución vino de la mano de una técnica que Eric Barone llamó Sincronización akáshica. Mediante ésta (que actualmente es practicada por centenas de miles de personas), la abuela se sustituyó al bebé. Así, practicándola diariamente en nombre del feto, la abuela posibilitó que nazca un maravilloso bebé que ahora ya es adulto. Esta técnica luego se generalizó, y abrió las puertas a la certeza de que la Terapia Akáshica era la primera terapia en actuar a distancia sobre o en reemplazo de personas que no quieren o no pueden llevar a cabo las prácticas que van a mejorar su vida. Gracias a ella, usted puede ejercitar a distancia todas las técnicas energéticas que desee a favor de sus hijos sin necesidad de que lo sepan incluso en caso de que las rechacen o aún si descreen de ellas. No siempre tenemos que pedir permiso para hacer un bien a los demás, ¿acaso pedimos permiso a alguien cuando queremos


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