A troche y moche. Gustavo Sainz
Firmó más de cien ejemplares de su novela premiada y hacía girar la mano derecha circularmente como desenajenándola, como restableciéndole la circulación
Y en eso entró el director urgiéndole a salir hacia la ceremonia
Entró en su oficina y se cambió
Se puso un traje de seda tan ajustado que no podía cargar llaves ni cartera ni pluma
Incluso decidió dejar su reloj pulsera allí por temor a que fuera a rasgar la seda
No te preocupes, le decía el director, al terminar todo venimos por tu equipaje y te llevamos a tu hotel, no vas a necesitar nada
Todos estaban como nerviosos, alterados, explosivos, tensos
Elías Nandino usaba un reloj pulsera que Gorostiza le regaló cuando agonizaba
Un contemporáneo de Averroes, el filósofo místico cristiano Joaquín de Fiori, de Calabria, sostenía una idea apocalíptica acerca del tiempo y la historia
La pugna entre los creacionistas y Tertuliano por un lado, y la postura de Averroes acerca de un alma colectiva e indestructible, era claramente la del ser frente al llegar a ser
Sentía lastimadas las muñecas y el pantalón de seda hecho jirones, maloliente, inutilizable
Príncipe desposeído, sujeto glorioso con un pasado destruido
Pertenecía a una historia, pero a una historia caída, desconocida, ilegible
Su pasado sin porvenir no era un pasado histórico sino una memoria, tanto más presente por carecer de porvenir
La primera mujer según Hesíodo fue Pandora
Zeus se la mandó a Prometeo como represalia
Pero Pandora sedujo al hermano de Prometeo
Sentía frío, escalofríos, hambre, temblores, debilidad, vulnerabilidad, desconcierto, miedo, un miedo angustioso, denso, interminable
Y sobre todo sentía sucios los dientes, se pasaba la lengua una y otra vez alrededor de ellos
Tenía los labios resecos, despellejados, quizá llagados
Lo que nos dio Pandora al abrir la caja con que la habían enviado los dioses es el dolor, las preocupaciones y todos los males
La oscuridad lo contemplaba
Una oscuridad de antes de Prometeo
El lector vendado y atado no ponía a prueba la oscuridad, pero la oscuridad sí lo ponía a prueba
El silencio parecía contenerlo todo dentro de sí, no estaba a la espera de nada, siempre existía totalmente y siempre llenaba ese espacio adonde se hallaba contra su voluntad
Había habido una reunión que había roto el silencio
¿Días atrás u horas atrás?
Recordaba los nudilleos, los timbrazos, las pisadas, las voces, las risas, y luego la música en vivo, una guitarra, un bajo eléctrico, un bongó, la animación, las canciones, una botella que se rompió y el ruido habitual de vasos y de cubos de hielo chocando entre sí
Él amarrado allí arriba y abajo una fiesta
Creía distinguir las voces de siete, ocho personas, pero quizá eran más
¿Qué estarían celebrando?
No, señor, decía alguien, no fuimos ni titanes ni superhombres, sino verdaderos boxeadores
Estaba la pelea de lo más duro cuando este estúpido cayó y reclamó que el cubano le había dado un golpe prohibido en los bajos
Parece que un indio le dio una fórmula y él patentó un linimento que funcionó muy bien para rehabilitar a gente paralítica
En el segundo round yo no podía ver, todo estaba neblinoso y el pocho aquel era una mancha de la que salían escupitajos e insultos
La pelea empezó a las once de la noche
Miren esos, parece que suben al ring a hacerse caricias
Todos parecían relacionados, boxeadores, réferis, sparrings, masajistas y fanáticos que se reunían allí para ver una pelea por televisión
Pero no hacían ninguna referencia a su encierro, ni pronunciaban palabras como secuestro o rescate, ni nada que aclarara su situación
El ahora, el eterno instante de Jaspers y el momento presente del maestro Eckhart
La oscuridad era un fundamento pero también era un abismo
Mira, lo más difícil es aceptar que vas a perder antes incluso de subir al ring
La oscuridad era un pozo y el pozo era un abismo
Tienes que perder
Las conjugaciones de lo negro
Su cuerpo escuchaba esa cháchara de gimnasio
¿No habría mujeres?
Llévenme al otro lado de esta noche, paceó
Su presente era irreparable, sin esperanza alguna de consuelo
La noche de ojos de caballo que tiemblan en la noche, volvió a octaviopacear
Sentía como un demonio dentro suyo que lo sacudía como un títere
Rómulo Gallegos embalsamó a su esposa y la sentó en una mecedora
Pero le salieron hongos, le pusieron pomada para curarla, y la piel se le fue consumiendo
Georg Trakl murió por una sobredosis de cocaína
Su hermana Margarete también se suicidó de la misma manera y había evidencias de incesto
Esa oscuridad era inagotable, sin fondo, y sus recuerdos no paraban
Pascal era hipocondríaco
Tan naturalmente nacían sus pensamientos del seno del silencio, y tan secretamente, que se diría que él era sólo el silencio vuelto del revés, el reverso del silencio
Esto eran precisamente sus pensamientos
El reverso del silencio
Así como el silencio era el presente de sus pensamientos
En todas sus palabras había algo de silencio, como una señal de que el hablar nace del silencio
Cuantas veces alguien comienza a hablar vuelven a nacer las palabras de la entraña del silencio
Creyó que acababa de despertar
Sentía hambre, tenía sed, se sentía angustiado y como sin fuerzas
Había jugado a la pasión, a la ternura
Gozaba para dejar de gozar, su voluptuosidad era una guillotina, cuando su deseo culminaba era que había desaparecido
O invisible habitando lo invisible
Sentía el calor de cuerpos que ya no abrazaría nunca más
Su guadaña estaba escondida en su corazón
Le gustaría recordar todas las páginas que había leído y como si agitara un bastón de ciego sondeaba el fondo de su maltratada memoria
A todos los que había perdido en los oscuros rincones de su vida
Tenía que volverlos a encontrar, uno tras otro
La oscuridad le recordaba la proximidad de cuerpos amados, la promiscuidad táctil de los objetos, la confusión de los deseos en el sueño
Así yo, nervaleó, el brillante comediante de ha poco, el príncipe ignorado, el amante misterioso, el desheredado, el desterrado del entusiasmo, el bello tenebroso
Esas eran las cualidades fundamentales de sus noches
Novalis murió de tuberculosis a los veintiocho