Carro de combate. Nazaret Castro
la alternativa más saludable y sostenible será siempre evitar al máximo el consumo de ese tipo de productos comestibles, que nada aportan nutricionalmente. Evitando el consumo para estos usos, que son los que han acelerado el incremento de la demanda de soja a nivel global, se puede preservar el consumo directo de soja.
LAS CLAVES
• La soja es cada vez más utilizada en todo el mundo para el engorde de ganado.
• El aumento de los precios internacionales ha llevado a los países del Cono Sur a expandir el monocultivo sojero, con graves consecuencias para las comunidades indígenas y rurales que son desplazadas.
• Las poblaciones cercanas a los cultivos han detectado impactos sobre la salud de los agroquímicos, como malformaciones genéticas, muertes fetales y aumento de los casos de cáncer.
¡OJO CON LA ETIQUETA!
Uno de los derivados de la soja que se utilizan profusamente en la industria alimentaria argentina, y que también se emplea en el Estado español como emulsionante para repostería, es la lecitina de soja. En España, la lecitina, generalmente de soja, aunque también puede proceder de otra planta, figura en las etiquetas como el aditivo E322.
1- Para información más detallada, veáse Castro, Moreno y Villadiego, Los monocultivos que conquistaron el mundo. Impactos socioambientales de la caña de azúcar, la soja y la palma aceitera. Akal, Madrid, 2019.
2- Véase el Informe Chokokne, elaborado por la Coordinadora de Derechos Humanos de Paraguay (CODEHUPY).
3- Como The land use change impact of biofuels consumed in the EU [El impacto en el cambio del uso del suelo de los biofuels consumidos en la UE], más conocido como informe Globiom, publicado en octubre de 2015, Véase: https://www.carrodecombate.com/2016/09/20/que-comen-los-automoviles-la-disputa-en-torno-a-los-agrocombustibles/
MAÍZ
DATOS BÁSICOSProducto: maíz (Zea mays) es una especie de gramínea anual originaria de América e introducida en Europa en el siglo XVII. En algunos países latinoamericanos se lo conoce como «choclo». Producción mundial: es el cereal con el mayor volumen de producción a nivel mundial, superando incluso al trigo y al arroz.Principales países productores: las previsiones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) para la campaña 2019/2020 son de una producción mundial total de alrededor de 1.100 millones de toneladas, de las cuales más de un tercio, 381 millones de toneladas, corresponderán a los Estados Unidos. Le siguen China, Brasil, Argentina, la Unión Europea, Ucrania y México.Usos / productos en los que se encuentra: posee numerosos usos culinarios; destacan por su popularidad las tortillas mexicanas y las arepas colombianas y venezolanas. Está presente en la harina de maíz (polenta), variados snacks, granos de maíz enlatado, aceite de maíz, almidón de maíz, colorantes, jarabe de maíz. La hoja del maíz se utiliza para preparar humitas o tamales. También se puede utilizar con fines medicinales (como diurético, astringente o para combatir la hipertensión, entre otros usos), para fabricar tejidos o como base del etanol. |
Introducción
El maíz ha sido la base de la alimentación de los pueblos nativos americanos y sigue siendo un alimento fundamental para todos los países del continente. Sin embargo, en Europa, donde se cultiva desde el siglo XVII, la producción se destina fundamentalmente a alimento para animales, especialmente los cerdos, así como para la producción de aceite comestible y de etanol. No extraña entonces que dos de las principales zonas productoras de maíz en el mundo sean también áreas de intensa ganadería: el Corn Belt estadounidense y el sudeste de Brasil. Y es también por ese motivo por lo que, si bien el maíz es el cereal que más se produce en el mundo, por encima del trigo o del arroz, no es el primero en consumo humano.
El maíz es un cultivo estival que se siembra en ambos hemisferios. Es un cereal de muy rápido crecimiento, pero que necesita una provisión abundante de insolación. Ese es el motivo principal por el que el maíz cultivado en el Corn Belt tiene una productividad mayor, gracias a que las noches de verano son muy cortas; lo mismo sucede en las zonas equinocciales latinoamericanas.
En España, el maíz nunca ha sido una base de la alimentación, si bien en las últimas décadas se ha generalizado el consumo de copos de maíz para el desayuno o de maíz dulce enlatado para la preparación de ensaladas y otros platos ligeros.
EL JARABE DE MAÍZ
El jarabe de maíz es un edulcorante líquido producido a partir del almidón o fécula de maíz. En los últimos años se ha extendido su uso como endulzante para bebidas y un número creciente de alimentos precocinados, incluidas las papillas para bebé. Su uso se expandió en Estados Unidos y después se ha generalizado en otros países, principalmente en países como Hungría, Canadá, Bélgica, Argentina, Japón y México.
De poco han servido hasta ahora las advertencias de varios estudios científicos que le atribuyen efectos sobre la salud más dañinos que los que provoca el azúcar. Un informe de las universidades de California y Oxford de 2012 (1) sostiene que las grandes cantidades de jarabe de maíz de alta fructosa que se encuentran en muchos alimentos en todo el mundo pueden explicar el aumento de la epidemia global de diabetes de tipo 2. Algunas investigaciones lo asocian también a la obesidad, la hipertensión y a daños en el hígado a largo plazo.
En los últimos años, se ha extendido rápidamente la siembra de semillas híbridas, que son comercializadas por las multinacionales del sector semillero. Como a menudo sucede con las semillas en el modelo del agronegocio, las semillas de maíz solo pueden utilizarse para una siembra, por lo que el agricultor está obligado a comprar nuevas semillas cada año.
EL SECTOR
Como sucede con el resto de las commodities, el precio del maíz lo marca el mercado internacional, muy influido a la baja por los fuertes subsidios al sector agrícola en Estados Unidos y en la Unión Europea. Esta distorsión de la competencia ha sido denunciada por los países del Sur, y principalmente por los que, como Brasil, se encuentran entre los principales productores y exportadores de maíz y de otros productos subsidiados en el Norte.
Pese a su mayor competitividad, los subsidios en Estados Unidos y Europa impiden a los productores del Sur global competir en pie de igualdad en el mercado global de commodities.
En Estados Unidos, el Acta Agrícola o Farm Bill de 2014, que estuvo en vigor durante cuatro años, supuso subsidios por el maíz por 40.300 millones de dólares; a esa Acta siguió la Farm Bill de 2018, que garantizó también generosas ayudas para los agricultores.
Algo parecido sucede con la agricultura europea, si bien en este caso es más difícil cuantificar las cantidades que se destinan a cada producto.
FALTA MAÍZ EN MÉXICO TRAS EL TLC
El país de las tortillas cada vez tiene que importar más maíz. Es la crónica de una muerte anunciada. Muchas voces alertaron de que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), vigente desde 1994, llevaría a la quiebra a muchos productores mexicanos, y no pocos intentaron frenar el acuerdo. No lo consiguieron, y salió adelante un acuerdo comercial que postulaba la progresiva liberalización del sector: la absoluta libertad para importar y exportar maíz llegaría, según lo marcado en el tratado, en 2008. Ocurrió lo previsible: el maíz estadounidense, generosamente subsidiado, inundó el mercado mexicano y con ello, incrementó la dependencia alimentaria del país. Entre 2005 y 2010, la tasa de incremento anual de las exportaciones de maíz