Gestión contable. ADGD0108. Manuel Abolacio Bosch

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centros de coste los distintos centros de trabajo que pueda tener una empresa, sino que también se consideran como tales los distintos departamentos, delegaciones o cualquier otra segmentación que la empresa crea oportuno establecer.

      Debido a la diversidad de usuarios que tiene la contabilidad, la información que esta suministra debe ser de calidad, pudiéndose entender que esto se consigue cuando presenta una serie de características como:

      1 Utilidad: la información debe adecuarse al propósito del usuario, es decir, debe valer para que aquel pueda tomar sus decisiones de forma coherente. El contenido de la información debe ser significativo, relevante y veraz.

      2 Confiabilidad: el proceso empleado en el sistema contable debe ser estable (aplicando siempre las mismas reglas, informando cuando por necesidad estas cambian), objetivo (debe ser un sistema imparcial) y verificable (las operaciones registradas en el sistema deben poder ser comprobadas).

      3 Provisionalidad: en ocasiones la información contable no refleja hechos concluidos, sino estimaciones o previsiones de los mismos. Más que una cualidad deseable para la información de la contabilidad, la provisionalidad se trata de una realidad de esta que supone una posible limitación a su precisión.

       Nota

      El sistema contable de cualquier empresa se ejecuta en tres pasos básicos que se aplican a la información relacionada con su actividad financiera: registro, clasificación y archivo.

      2.2. Tipología empresarial a efectos contables

      Con objeto de sentar las bases desde un primer momento, conviene definir el término de empresa.

      Una empresa es una entidad autónoma de producción en la que se coordinan diversos medios productivos (trabajo humano y elementos materiales e inmateriales) bajo la dirección de un empresario con el fin de elaborar productos o prestar servicios que permitan la satisfacción directa o indirecta de alguna necesidad humana.

      En cualquier caso, no es esta una definición estándar ni universal. Los distintos autores y organizaciones atienden a los aspectos más relevantes para ellos, enfatizándolos en sus definiciones. Así, por ejemplo, la Comisión de la Unión Europea considera empresa a “toda entidad, independientemente de su forma jurídica, que ejerza una actividad económica”. O, según el derecho internacional, “la empresa es el conjunto de capital, administración y trabajo dedicados a satisfacer una necesidad en el mercado”.

      Ante la amplitud de definiciones existentes, sí que se puede afirmar que existen ciertas pautas comunes en todas ellas, como es la existencia de unos medios productivos organizados para la producción de bienes y servicios encaminados a satisfacer una demanda.

      Igualmente, a la hora de clasificar las empresas existe una amplia diversidad de criterios, si bien algunos de ellos tienen un mayor interés desde un punto de vista contable, como pueden ser aquellos que tienen en consideración el tamaño, el sector productivo y la forma jurídica y titularidad.

      Algunas de las clasificaciones que se podrían realizar son:

      1 En relación al tamaño, están los siguientes tipos de empresas:Microempresa.Pyme pequeña.Mediana.Grande.

      La determinación de si una empresa se encuadra en una u otra categoría dentro de esta clasificación no siempre resulta fácil de delimitar. Generalmente, los parámetros usados para considerar el tamaño de la empresa son la cifra anual de negocios y el número medio de empleados.

       Nota

      El PGC permite presentar cuentas anuales abreviadas a las empresas en función de su tamaño.

      La Recomendación de la Comisión Europea 2003/361/CE realiza la siguiente clasificación en función de este criterio:

EmpresaCRITERIOS
Balance general anual (miles de euros)Volumen de negocio anual (miles de euros)Trabajadores (número de empleados)
Microempresa< 2.000< 2.000< 10
PYME pequeña< 10.000< 10.000< 50
Mediana< 43.000< 50.000< 250
Grande≥ 43.000≥ 50.000≥ 250

       Tamaño de empresas según la Recomendación de la Comisión Europea 2003/361/CE

      En relación al sector productivo, las empresas pueden clasificarse en:

      1 Empresas productoras de bienes o industriales (que a la vez pueden subdividirse en agrícolas, artesanales, extractivas, etc.).

      2 Empresas comerciales (mayoristas, minoristas, comisionistas).

      3 Empresas de servicios (transporte, enseñanza, ocio, etc.).

      Es importante mencionar que, debido a las especiales características de determinados sectores productivos, el PGC adapta las normas generales que en él se incluyen a través de adaptaciones sectoriales, como pueden ser la del sector inmobiliario, de entidades aseguradoras, de empresas concesionarias de infraestructuras públicas, empresas vitivinícolas, entre otras.

      En función de si el capital está en manos públicas o privadas:

      1 Empresas privadas: cuando la propiedad de la empresa es de esta naturaleza.

      2 Públicas: si el capital pertenece al Estado, a comunidades autónomas, a diputaciones, a ayuntamientos o a otros organismos dependientes de estas instituciones.

      3 Mixtas: si la titularidad es compartida por entes públicos y privados.

      Según el ámbito geográfico donde realizan su actividad serán:

      1 Locales: cuando operan en una localidad determinada.

      2 Nacionales: si sus operaciones se realizan únicamente en territorio nacional.

      3 Internacionales: cuando operan en al menos dos países distintos.

      Según la cuota de mercado que posean:

      1 Empresa líder: cuando posee la mayor cuota de mercado, fijando precios y estrategias que son seguidas por las demás.

      2 Empresa aspirante: aquella que intenta ganar cuota de mercado respecto al líder y el resto de competidores.

      3 Empresa seguidora: aquella con una cuota de mercado pequeña, que no supone amenaza para el líder.

      4 Empresa especialista: aquella que se especializa, buscando un segmento de mercado muy concreto, en busca de un posible monopolio.

      Fijándose en la forma jurídica y titularidad, se podría hacer la siguiente distinción:

      1 Según tengan o no ánimo de lucro:Empresas mercantiles.Empresas no mercantiles (asociaciones, fundaciones, patronatos, etc.).

      2 Según si la titularidad pertenece a una o a más personas físicas o jurídicas:Empresas individuales.Empresas sociales:Regulares o irregulares: según las formalidades de su constitución y acceso a un registro público. Son irregulares aquellas compañías que, desarrollando una actividad empresarial, no se someten a los requisitos de forma, publicidad, constitución y registro de las sociedades mercantiles habituales.Mercantiles puras (colectivas, comanditarias, anónimas y limitadas) o especiales (cooperativas, mutualidades, etc.).Las que limitan la responsabilidad de sus socios al capital comprometido (anónimas, limitadas, etc.) y las que no lo hacen (colectivas, comanditarias simples).

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