Hipocresía, soledad y mates. Cecilia Evangelina Parejas
Estos tres momentos, confundirse, dilematizar y visualizar el problema, son necesarios y operativos en el aprendizaje.
Luego de mi camino de vida, y desarrollándome en el ámbito laboral con distintas personas, puedo decir que uno de los aprendizajes que más cuesta y uno de los más importantes, creería yo, es la autovaloración. No hablo de egoísmo, hablo de amor propio, hablo de respeto a nosotros mismos, en definitiva, hablo de dejar de ser hipócrita, y ya entenderás por qué lo llamo hipocresía.
Cada paso me confirma que la hipocresía es parte de nuestra cotidianidad, y no es con otros, sino con nosotros (siempre creemos que son otros los hipócritas), pero nos cuesta detenernos a mirar, a observar nuestro hacer, nuestra acción, nuestro comportamiento con nosotros mismos y con otros. Siempre miramos afuera, miramos al otro, pero tenemos que empezar a mirar al otro y entender que al mirarlo nos miramos a nosotros en un espejo, mirarnos hacia dentro, en nuestro hacer diario en ese cotidiano.
El más grande de los aprendizajes es dejar de ser hipócrita, es necesario repetirlo a diario para poder soltarlo.
Citaré otros tipos de aprendizajes mientras tengamos este diálogo, digo diálogo porque pretendo que te preguntes mientras leés. Seguramente parecerá más un monólogo de mi parte, sé que estás pensando que sí porque es un libro. Te cuento que si estuviéramos con mates de por medio seguiría casi siendo un monólogo, es tan difícil callarme. La idea es que te encuentres en estas líneas y reflexiones.
Volviendo al recorrido que haremos, hablaremos de diversos aprendizajes, pero todos estarán relacionados entre sí, en mayor o menor medida todos tienen una relación, tienen que ver con la soledad, la comunicación, con el bienestar y la salud, con el respeto hacia nosotros y hacia el otro, recordando que existe la empatía, un tema difícil de abordar hoy por hoy en nuestra sociedad individualista y egoísta.
Reiteradas veces me pregunto adónde fue que perdimos esas enseñanzas, el respeto para conmigo y con otros, la soledad, el bienestar común y la empatía. Ese ser para vivir y vivir para ser. Llego a la conclusión, desde mi posición, que tiene que ver con nuestras creencias y con nuestros valores.
Pero, sobre todas las cosas, tiene que ver con alguien más cercano o alejado del ser, del ser que somos, de nuestro propio ser. Somos mentes cuerpos y algo más, ese algo más que somos es un ser desde el amor incondicional hacia nosotros. Ése que nos permite crear y reaccionar desde el puro amor, el de cuidarnos para poder cuidar, el de respetarnos para respetar, el de darnos para poder dar.
Definiré el concepto ser que utilizo al hablar de él. Hablo de esa única energía que traemos, que viene impregnada dentro de nosotros Algunos la llamarán alma, espíritu, otros energía, divinidad, entre tantas definiciones profundas. Para mí el ser es como la corazonada intacta, es la intuición misma en cada camino, es cada gesto que parte desde nosotros sin incluir al otro.
Te cuento cómo lo experimento: me crié en una familia con mis dos hermanos y mis padres, quienes me enseñaron ciertos parámetros o conductas que una persona debe tener. Porque somos sujetos de la realidad que nos toca, yo siempre iba a “contramano”. Nunca me encontré dentro de eso que se esperaba o que se debía; es más, actué desde otro sentir… Ni bien ni mal, sino desde otro sentir… Hoy puedo reconocer que eso soy yo, la que transgrede, la que no acepta y cuestiona.
Esa energía, esa forma de ser y actuar, de creer en lo que nadie cree y hacer lo que nadie hace, ese es nuestro ser manifestado, que sale de nosotros, la idea es recuperarlo para que cada uno de nosotros logre ser.
Ampliar miradas
No te quedes solo con tu vida, mirá la mía
Me parece importante que nos presentemos, tal vez no pueda conocer tu nombre, pero es bueno que sepas quién soy. Cuando puse quién soy me di cuenta de que me puedo definir de muchas maneras, así que busqué la forma más adecuada o la más significativa en este momento de mi vida.
Mi nombre es Cecilia Evangelina Parejas, tengo 34 años, soy una persona que eligió empezar a ser la protagonista de su vida, la única vida que tenemos en el aquí y ahora. Dejé de ser un personaje secundario en mi propia experiencia. Esto es lo más significativo de mi vida actual. Podría haberte dicho también que soy madre de dos hermosos hombrecitos, lo cual me hubiese relegado a ser por ellos, ser desde el rol familiar y social. Podría haber elegido decir que soy profesora de Psicología, lo cual me hubiese limitado a un Título superior que me permite ingresar en el campo laboral. Y si hubiese elegido una mujer libre, lo limitaría a un género. Nosotros somos mucho más que un rol familiar y social.
¿Y vos cómo te present ás?, ¿y quién sos?
Es de entender que somos mucho más allá de un rol, de una posición social, de un estudio, siempre es un poco más allá. Es vivir como la persona que sos, como el ser que venís a ser, sin copias y sin limitaciones. Cuando hablo de ser, hablo de una versión que va más allá del cuerpo físico, más allá de tu nombre e identidad social, una versión que tiene que ver con la trascendencia. Es decir, la conjugación de tu género, tu identidad, tu personalidad, tu apariencia, ese todo que somos palpitando desde el centro de nuestro pecho.
No estoy hablando de religión, de espiritualidad, sino del reconocimiento de la existencia de la propia vida, del ser único e irrepetible que soy. Hasta ahora no encontré en toda la historia alguien igual a mí. Soy única e irrepetible en millones y millones de años, soy única aquí y ahora escribiendo este libro, soy única e irrepetible como madre de mis hijos y como hija de mis padres, podría seguir diciendo que soy única e irrepetible en cada espacio que ocupo, pero creo que con estos ejemplos te basta y te sobra.
Para poder reconocer esto, es necesario pasar por distintas situaciones y se aprende en el transcurso del tiempo y de forma lenta. Generalmente, no es con una vida fácil, dulce y sin complicaciones, sino que se da a través de dolores, desencuentros y frustraciones. Es en esos momentos cuando tenés dos caminos: seguir definiéndote, haciendo y siendo como lo has hecho hasta ahora, o girar 180 grados para encontrarte con tu mejor versión; depende únicamente de vos. Nadie ni nada pueden darte placer, felicidad, bienestar, alegría o estados de plenitud de forma permanente en esta realidad, ni un gran amor, ni tus hijos, ni la familia o el título que tanto anhelás… Nadie ni nada pueden darte la felicidad que vos no tengas dentro.
Todo lo que te cuento lo aprendí y deseo transmitirlo. No puedo hacer el trabajo por vos, pero puedo ayudarte a que veas otras partes del camino, que experimentes otras realidades y que empieces a creer en vos. Que hagas todas esas cosas que querés hacer hoy y que postergás para mañana; que decidas hoy el cambio; que dejes de quejarte del trabajo, de la vida que llevás y de todo eso que te quejás a diario. Es de suma importancia que recuerdes que solo tenés esta vida para experimentar lo que es vivir, disfrutar, sonreír, caminar, cantar, llorar, respirar, gritar y mucho más. Por eso, NO vivas la vida de otros, ni con las normas de otros. NO dejes de vivir tu vida por y para otros. NO exijas a otros vivir por vos, ni con tus normas, ya que cada experiencia es individual.
Es importante saber que todo es mucho más grande de lo que nuestros ojos ven, es mucho más complejo y vasto de lo que podemos entender. Siempre estás viendo solo una porción de esa totalidad... Si no te gusta lo que ves ¡movete! Vos elegís qué mirar.
Somos seres creadores de nuestra realidad, nos movemos, buscamos y entendemos nuestro bienestar, reconocemos la incomodidad y también podemos hacer algo con ello, movernos es una buena opción. Cuando hablo de movimiento, hablo de cambiar formas, actitudes, hábitos y estilo de vida. Si no está funcionando, ¿para qué lo sostengo?
Nos han criado de una forma estática, desde el miedo al cambio, desde el miedo a las crisis… sinónimos de que algo no está bien. La idea es poder dar una vuelta de hoja y usar otra lupa para leer, pues si hay crisis hay una novedad que nos invita a ser conocida, a ser experimentada, a vivirla y