Por una sonrisa mil lágrimas. Chaymae Mechaal Mechaal
y de noche no le basta la luna llena:
ella misma se ilumina,
ella misma guía el camino
a todos aquellos corazones ilusionados
que vienen a visitarla.
¡Barcelona! ¡Una ciudad llena de brillo,
de autenticidad! ¡Llena de arte,
llena de historia!
Una de esas ciudad amadas por el mundo entero
y que visitarla es una obligación.
El 17 de agosto de 2017 será una fecha inolvidable
—saltan las lágrimas al recordarlo—,
ese jueves en que Barcelona se encontraba de vacaciones:
turistas del mundo entero la visitaban
y corazones inocentes paseaban tranquilamente
por sus preciosas calles.
Unos paseaban disfrutando del lugar,
otros pensando en sus problemas y
el resto paseaba sin pensar.
La Sagrada Familia, las fuentes de Montjuic,
Plaza de España, Plaza de Cataluña…:
lugares emblemáticos de Barcelona repletos
de personas asombradas por la belleza de esta ciudad.
¡El 17 de agosto de 2017 Barcelona lloraba!
Ni la luna pudo iluminar ni la gente la hizo brillar,
los preciosos edificios no pudieron eclipsar tanta oscuridad,
las obras de arte ya no importaban
y la Sagrada Familia diría que hasta sus paredes se pusieron a rezar.
Un ser innombrable, sin corazón alguno,
un monstruo interrumpe la tranquilidad
en el corazón de Barcelona.
Con aquella furgoneta blanca que seguro nadie podrá olvidar,
arrollaba en plena Rambla a toda persona
que paseaba con total tranquilidad;
como una serpiente atropellaba a todos aquellos corazones
enamorados de la ciudad.
No sé si la seguirán amando algunos desde el cielo;
otros, cuando salgan del hospital.
Cataluña se vio envuelta de terror;
en otras ciudades también se cocinaba algo peor.
Los cuerpos de seguridad actuaron con rapidez e inteligencia,
evitaron una terrible tragedia:
agradecerles a ellos y a aquellas personas
que se quedaron socorriendo a los heridos, ayudando en todo;
agradecer a aquellas personas que
se guiaron por el corazón
e hicieron colas en los hospitales para donar
su sangre a desconocidos.
Toda Barcelona se unió, todos agarrados de la mano:
desde Barcelona hasta Cambrils y desde Cambrils al mundo
entero.
—Tú fuiste la que me trajo a este país:
te debo mucho, demasiado—.
No deben dejar de amarla, vuelvan a visitarla:
Barcelona no es Barcelona sin sus turistas encantados
ni sin esa gente llenando las Ramblas;
no es Barcelona sin aquellas personas que luchan día
y noche para iluminarla.
Sed fuertes, ¡Barcelona os necesita!
¡No en mi nombre!
Desde Palam ó s, Cheyma Mechaal (Tetu á n, 1995)
HUMANOS EGOÍSTAS
Cuerpos desnudos extendidos sobre una arena ardiente,
expuestos a un sol radiante,
buscando quemarse para ponerse morenos;
seres humanos ingenuos, paralelos
al mundo cruel: no observan más allá
si nunca les va a doler.
Pero qué hipócritas somos si nos reímos
y no entendemos a un trabajador negro,
expuesto bajo un sol radiante sin intención
de quemarse ni de cambiar su color;
egoístas seremos si nos vamos a otros países
para vivir mejor y apedreamos a un inmigrante
de otro color que busca lo mismo que nosotros.
Egoístas del mundo cruel: amamos los océanos,
pero somos incapaces de ir a comprar
con la misma bolsa de ayer.
Quizás seamos seres humanos,
pero jamás nos entenderemos
para construir un mundo mejor
ni nos pondremos en la piel del otro
para sentir su dolor.
Quizás seamos seres humanos
o quizás animales hipócritas
con dos piernas que jamás
nos inculcaremos la empatía;
el bien de uno no es el bien de todos.
Somos tan inferiores que ni animales
podríamos llegar a ser.
QUERIDO AMIGO
Amigo del alma, amigo del pueblo,
compañero de clase, compañero de casa,
a ti te escribo estas bonitas palabras
para que sepas lo mucho que te quiero;
pero como un amigo,
como mi segundo hermano.
Acepta mi voto de confianza,
querido compañero;
acepta mi amistad y confiésame tus penas,
comparte conmigo tu sufrimiento
y tus lágrimas;
comparte conmigo tu alegría, tu felicidad
y tu sonrisa de cada día.
Firmado tu querido amigo,
tu querido hermano.
POR UN HILO
Hoy no acepto tu rechazo:
sigo pensando
que en cualquier momento regresarás a mi lado.
Nunca entendí tus besos,
sigo sin entender tus abrazos.
No entiendo por qué me mantuviste insistiendo,
¿por qué no frenaste esto?
¿Por qué me mantuviste colgando en este hilo,
haciéndome daño, rompiéndome en pedazos,
sin querer soltarme y sabiendo que nunca
ibas a estar a mi lado?
Me mantuviste colgando de este hilo tanto tiempo