Brujería verde. Paige Vanderbeck

Brujería verde - Paige Vanderbeck


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del espiritismo, que está completamente habitada por psíquicos y médiums. Las prácticas mágicas están influenciadas por la cultura, el clima, las plantas, el ambiente e incluso las leyes del lugar. Permanece siempre abierta a conocer tu entorno natural y los tipos de energía mágica que es posible encontrar ahí.

      * En inglés, Underground Railroad. La autora se refiere a la red clandestina organizada en el siglo XIX para ayudar a los esclavos afroamericanos a huir de las plantaciones del sur de Estados Unidos hacia estados libres o hacia Canadá. No se trataba de un ferrocarril, pero los activistas utilizaban términos en clave ferroviarios para referirse a sus actividades. (N. de la E.)

      Héroes y heroínas verdes

      Aunque no es necesario adorar a ningún dios o diosa para practicar la brujería verde, personificar lo desconocido es algo que siempre ha traído consuelo y comprensión a los humanos. Muchos dioses antiguos ayudaron a explicar los fenómenos naturales: el sol salía a causa del dios del sol, la tierra fue creada por la diosa de los volcanes, e incluso la tierra misma era una diosa de la vida y la abundancia. Estas historias aún pueden servirnos como inspiración y como recordatorio de que hubo un tiempo en que la magia formaba parte de la vida.

      La madre naturaleza es justamente esto: la personificación de la tierra y las fuerzas naturales. Estoy segura de que la has maldecido una o dos veces, en voz baja, durante una tormenta repentina. Y hay diosas asociadas con la luna en casi todas las culturas y religiones antiguas del mundo. La luna ejerce tanta atracción aquí en la Tierra (literalmente) que es difícil ignorarla. Las hadas también representan la energía elemental y están estrechamente vinculadas a la naturaleza; en algunas leyendas, son espíritus de la naturaleza o semidiosas. Muchas brujas construyen casas de hadas en su jardín para atraer y apaciguar a estos espíritus de la naturaleza, y algunas les dejan ofrendas con la esperanza de que ayuden a las plantas a florecer.

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      La bruja curiosa

      Pensar que lo sabes todo es probablemente una de las peores maldiciones que puedes lanzarte a ti misma. La curiosidad es uno de los mayores dones que existen, y es vital para la práctica de la brujería verde. Siempre hay algo que aprender, e incluso cosas que aún no se han descubierto. En el momento en que creas que lo sabes todo, perderás la oportunidad de descubrirlas. Una buena bruja verde siempre está abierta a obtener nueva información, siempre está dispuesta a dedicar tiempo y energía a su oficio, y es lo suficientemente humilde como para confiar en personas más experimentadas. Con el tiempo, ganarás sabiduría, pero nunca lo sabrás todo. Confía en tus propias experiencias con la naturaleza y en las experiencias de quienes tienen algo que enseñarte; de esta manera, tu práctica seguirá desarrollándose. ¿Quieres más razones? Algunas plantas y minerales son tóxicos, algunos entornos son peligrosos y el orgullo puede costarte la vida. Estar dispuesta a reducir la velocidad y aprender, en lugar de apresurarte y lucirte, te resultará mucho más satisfactorio a largo plazo.

      Encontrar tu centro

      La energía de la tierra es la energía de la vida misma. Es por esto por lo que la brujería verde es una práctica espiritual centrada en actividades y herramientas disponibles en la vida diaria. Este tipo de brujería toma inspiración y energía del mundo que nos rodea, para crearnos una vida feliz y armoniosa. No hay límites en cuanto a lo que se puede generar y lograr con la magia, pero es mejor comenzar con lo básico. Las siguientes son siete de las muchas ramas del árbol de la vida, ámbitos que pueden ser potenciados, y en los que se pueden inducir transformaciones, por medio de la magia:

       Abundancia: esta rama incluye nuestros trabajos y objetivos profesionales, nuestra relación con el dinero y nuestra capacidad de acumular las cosas que queremos y necesitamos para ser felices; también nuestras expresiones de gratitud y lo que compartimos con los demás.

       Felicidad: esta rama corresponde a las cosas que nos hacen felices, por supuesto, pero también hace referencia a las formas de encontrar la felicidad. A veces, la magia que nos hace más felices consiste en soltar y seguir adelante.

       Armonía: esta rama es grande, pero convive perfectamente con todas las demás. Corresponde al florecimiento y desarrollo de nuestras relaciones, la satisfacción de nuestras necesidades y las formas en que encajamos en el mundo.

       Salud: esta rama corresponde al cuidado que nos dedicamos a nosotras mismas y el que prestamos a los demás; también es el ámbito de nuestra energía, sustento y belleza. Con la magia podemos sanarnos y sanar a los demás, en cuerpo y alma.

       Amor: esta rama está repleta de flores y frutos que atraen a todas las criaturas del planeta. Es el ámbito en el que nutrimos las relaciones que tenemos con los demás y con nosotras mismas.

       Protección: esta es la rama que tiene que ver con nuestro hogar, nuestra aura, nuestra seguridad y nuestra ­fuerza. También tiene que ver con la conquista de nuestros miedos y con la salvaguarda de las cosas que hemos construido y las personas que amamos.

       Sabiduría: esta es la rama del conocimiento y la iluminación. La vida es una experiencia de aprendizaje, y la magia puede ayudarnos a abrirnos a la sabiduría de la tierra y a cultivar una profunda sensación de paz interior.

      A medida que avances por el camino verde, es posible que te encuentres con que tu árbol tiene más ramas, o quizá menos. Es posible que descubras que se te dan especialmente bien algunos tipos de magia, y esas ramas se harán más robustas que las demás. No te limites nunca. Hay muchos tipos de magia distintos y muchas formas de practicarla, pero si empiezas por los siete ámbitos expuestos, tu vida mejorará en poco tiempo.

      Herramientas útiles para la práctica verde

      Al crear tu kit de herramientas de bruja verde, es importante que recuerdes que este es un camino práctico que tú misma debes diseñar. No existe una lista oficial de elementos que deban estar presentes en tu altar o espacio de trabajo, y no hay hierbas ni cristales imprescindibles. Los tipos de herramientas que vas a necesitar dependerán de la forma en que pretendas practicar; las siguientes son las que uso todos los días para conectar con la tierra y estudiarla:

       Hierbas y hojas: las hierbas son plantas pequeñas, con muchas hojas y con semillas, desprovistas de un tallo leñoso. Mueren una vez que ha pasado la temporada de crecimiento. Se utilizan principalmente en la cocina, como remedios y para elaborar perfumes, porque suelen ser sabrosas y tienen un olor fuerte y agradable. Algunas de las más habituales son la albahaca, el romero y la hierba limón.

       Plantas y flores: también puedes optar por trabajar con árboles, plantas de interior, plantas que produzcan frutas y hortalizas, y flores. Hay una flor para cada rama de la magia, según si pretendes atraer el amor (rosa), hacerte rica (madreselva) o abrir tu tercer ojo al mundo psíquico (datura).

       Piedras y cristales: en el mundo de la magia mineral, los cristales son los reyes, y es fácil entender por qué. Los cristales son minerales naturales, como las rocas, pero son coloridos y brillantes, y sus patrones imitan las fuerzas de la naturaleza. Las piedras, por otro lado, son los minerales prístinos, en su forma original. Ambos tipos de minerales pueden usarse en el ámbito de la magia para conectarnos con la tierra (aragonito), dirigir energía con propósitos específicos (cuarzo) o absorber energía de nosotras mismas o del espacio que tenemos alrededor (obsidiana) y llevarlos con nosotras, sobre el cuerpo, con propósitos sanadores (amatista).

       Un cuaderno de notas o un diario: lanzar hechizos te parecerá una especie de experimento científico, sobre todo al principio. Querrás tomar nota de las herramientas y el método que utilizaste, las condiciones ­ambientales y ­cósmicas que había el


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