Orden y progreso: Manuel Caballero y los géneros periodísticos. Laura Edith Bonilla de León
de la época que se ve representado en la literatura, la poesía, la moda, el teatro, o la pintura, por citar algunos ejemplos.
Podemos analizar a los artífices de este medio de comunicación: periodistas, reporteros, directores, redactores y tipógrafos. El estudio puede ampliarse para tratar los elementos que forman físicamente el periódico, como son el diseño, la tipografía, el papel, las ilustraciones, número de páginas, secciones, diseño, cabezal o los géneros periodísticos. Estos últimos son nuestro objeto de estudio, para comprender su desarrollo y uso en los últimos treinta años del Porfiriato, destacando las circunstancias políticas, económicas, culturales y sociales que marcaron su forma y función.
En los años de lucha y definición del país independiente, durante buena parte del siglo XIX, los géneros de opinión, apoyados por la información, contribuyeron a moldear el país; así el artículo, el editorial, la crónica (con una estructura literaria) y el boletín, nombre que se le dio a un texto ubicado en el mismo lugar, siempre con el mismo título y utilizado en casi todo el siglo XIX porque ahí el periodista daba sus opiniones (algo similar a la columna), todos se usaron con gran frecuencia en los momentos de mayor violencia política, especialmente, desde el surgimiento del México independiente y hasta 1876. Fue en ese periodo cuando las razones y las pasiones políticas llevaron a los distintos escritores a construir con palabras y en papel, el país que deseaban.
La situación de los géneros sufrió modificaciones cuando Porfirio Díaz llegó a gobernar al país, ya que de ser fundamentalmente de opinión pasaron a ser mayormente informativos. Así, entre el control de la información que ejerció el gobierno y el deseo por transformar al periódico en una empresa capaz de vender la noticia libre de ataduras políticas, se desarrollaron la nota informativa, la entrevista y el reportazgo.
Nos interesa, en este caso, destacar el trabajo del periodista Manuel Caballero quien utilizó los géneros periodísticos de opinión y de información. Situado entre dos etapas, una de conformación política del país y otra de estabilidad dentro del orden y progreso, destacando a través del periodismo su idea de país.
En el primer caso, el de la conformación política del país, utilizó los géneros de opinión, tomó posiciones ante los acontecimientos, y apoyó o desconoció causas políticas. En la segunda etapa, realizó un periodismo informativo, libre de opiniones. Este trabajo tuvo su propia dinámica y respondió a las condiciones históricas de su momento, por lo que nos permite conocer los elementos de modernidad en la interpretación que hizo el periodista del acontecer diario, además de observar la puesta en práctica de sus ideas a la hora de llevar a cabo esta actividad.
Caballero profesionalizó el quehacer del periodista y consideró que su trabajo era el de “buscar la noticia” por la ciudad, así que declaró que él y sus colaboradores eran reporters, y no meros redactores.
En el periódico El Noticioso apareció la primera entrevista que conocemos de él, ya antes se recurría a este género para obtener información, aunque a veces como complemento de algún texto. En todo caso, lo que aquí queremos señalar es que Manuel Caballero la utilizó de manera sistemática en su trabajo cotidiano. Utilizó también el reportazgo, género con el que realizó investigación para obtener, desde un punto positivista, la verdad de los acontecimientos. Con este género redactó, de manera sensacionalista, crímenes, robos a negocios, asaltos a casas, estafas, derrumbes, terremotos o temas de interés humano. Y ante el control que el gobierno de Manuel González y Porfirio Díaz ejercieron a la prensa que hablaba de política, se dedicó a dar notas informativas libres de opiniones políticas.
Lo que podemos observar es que, paradójicamente, la profesionalización del periodismo se llevó a cabo en el gobierno de Díaz, y el uso de la nota informativa, la entrevista y el reportazgo, respondió muy bien al control político gubernamental. Aunado a todo ello, la influencia del periodismo norteamericano, constituido dentro de un marco de desarrollo económico capitalista que vio en el periodismo una empresa, fue decisiva para el periodismo mexicano.
Desde entonces el periodismo se convirtió en una actividad profesional que selecciona, de todo lo que ha ocurrido, un fragmento de la realidad, para darlo a conocer:
Corresponde por eso a la actividad profesional llamada periodismo dar de la realidad social presente una versión concentrada, dramatizadora, sugestiva, que escoja lo más interesante de todo lo que se sepa que ha ocurrido y hasta lo retoque para ajustarlo a las necesidades del tiempo y del espacio.2
El periodismo responde al contexto donde se desarrolla y valora la información según las circunstancias económicas y políticas de su momento y contribuye a formar los valores de una sociedad, de ahí que haga, como hemos dicho antes, una interpretación de la realidad:
La actividad profesional de los periodistas en los medios consiste en una interpretación sucesiva de la realidad social. Tal interpretación resulta posible gracias a la reducción de la realidad a hechos que puedan comunicarse como noticias. Estas noticias, ampliadas por medio de reportajes y crónicas y comentadas en artículos, editoriales y debates radiados o televisados, forman la imagen cambiante de la realidad de que se sirve el público para estar enterado, comentarla e intervenir en ella y de que se sirven también los protagonistas de las acciones sociales para lo mismo. Los medios actúan de este modo como mediadores generalizados. Esta es su función social.3
Incursionar en los periódicos de la época del Porfiriato nos ha permitido observar cómo se estructuró el uso y manejo de los géneros periodísticos informativos, y al hacerlo, comprendemos que necesariamente abrevaron de su contexto, se moldearon con él, lo interpretaron y tomaron una posición ante su momento, de tal manera que cumplieron una función social.4
Utilizar los géneros periodísticos, ya sea de opinión o de información, implicó tener una posición ante los acontecimientos, de ahí nuestro interés en ver cómo fue ese uso y cuál fue la intención al utilizarlos y desarrollarlos. Por eso nos hemos permitido transcribir, en muchos de los casos, los textos completos, para que los alumnos puedan ver cómo se estructuraron y comprendan a la vez la intencionalidad del periodista al realizarlos. Además de hacer un trabajo de recopilación e interpretación histórica, queremos que los estudiantes, y todos aquellos interesados en el estudio del periodismo en México, puedan ver en los distintos géneros periodísticos la información e interpretación que con ellos se hizo de un presente, así como la manera en que se estructuraron, de ahí la intención de poner los textos tal y como aparecieron en su momento, así que, además de la hemerografía, pusimos un índice de los géneros periodísticos y hemos respetado la ortografía de la época, para se pueda apreciar tanto el estilo como la escritura.
El texto se conforma de tres capítulos. El primero está dedicado a dar una explicación del uso de los géneros periodísticos de opinión en un contexto de construcción del país durante el siglo XIX, donde predominaron diversos pensamientos políticos e ideológicos. Fue un periodismo que se hizo conforme se desarrollaron los acontecimientos, de ahí su gran riqueza, dado que la realidad se organizó no solo a través de temas sino de géneros periodísticos.
El capítulo dos trata de cómo el periódico y el trabajo periodístico se transformaron a medida que comenzó la estabilidad del gobierno de Porfirio Díaz. Se incluye además, la influencia del periodismo norteamericano en el mexicano, aun antes de mediados de los años setenta. Finalmente, el capítulo tres trata del periodismo informativo, de su predominio por sobre los géneros de opinión, e igual que en el primero se hace una relación de los géneros periodísticos con el contexto, donde se puede observar que el trabajo periodístico no fue menor, pues respondió al contexto, fue producto de él, abrevó de él a la vez que regresó a la sociedad su propia interpretación de la realidad.
Finalmente debemos decir que solo a partir de la investigación en los periódicos del siglo XIX hemos podido hacer este trabajo, no hay manuales ni teorías que nos puedan explicar cómo fue el periodismo en esos tiempos, y solo la revisión de las páginas amarillas, que registraron un presente, que para nosotros hoy es historia, nos permitió acercarnos a una parte del pasado que vamos conociendo e interpretando poco a poco.
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