Vestir un mundo sostenible. Miguel Ángel Gardetti
Un profundo agradecimiento a la Sra. Teresa Sádaba Garraza, Deán de la Junta Directiva que preside ISEM Fashion Business School (España), por haber escrito el prólogo. También a Flavio Fuertes, del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas y Punto Focal de Naciones Unidas en la Red Argentina del Pacto Mundial, por escribir el prefacio. Es un gran placer y honor para nosotros.
También agradecemos a Victoria Celeste Zaccari, por su colaboración en desarrollar los capítulos 1 y 4 y ser autora del capítulo 3.
Por último, agradecemos a todo el equipo de la Editorial LID, en espacial a María Laura Caruso y a Lía Sottanis, por acompañarnos en este proyecto.
Prólogo de Teresa Sádaba
Directora de ISEM Fashion Business School
A la globalización y los cambios tecnológicos, hay que añadir un fenómeno que está transformando de manera radical el sector de la moda. Se trata de la sostenibilidad, que impacta, de manera determinante, en toda la cadena de valor de la moda: desde la materia prima, los suministros, los proveedores, los residuos, el uso del agua, el espacio físico del punto de venta, etc.
De este modo, no es de extrañar que la sostenibilidad esté en boca de todos en la industria y que todos se planteen cómo abordarla desde su experiencia concreta. Sea por las exigencias que comienzan a plantear los reguladores, o porque un número creciente de consumidores reclama cierto comportamiento de las marcas, las empresas de moda y del lujo, viven un interesante momento de reflexión y de acción posterior con el que configurarán el panorama de la moda de los próximos años. Y sin duda, este será diferente al que contemplamos hoy.
Sin embargo, por lo novedoso y profundo del asunto que nos concierne, todavía no existen pautas claras acerca de cómo actuar, y ni siquiera hay un acuerdo firme sobre qué es y qué no es sostenible en el mundo de la moda. Tampoco, desde el punto de vista académico, se encuentran muchas obras que puedan responder a esta inquietud. Nos hallamos, por lo tanto, ante un panorama de gran magnitud, pero de fronteras y definiciones tan amplias como difusas.
Por este motivo, resulta doblemente significativo el valor del libro que presentamos. Por un lado, nos ayuda a comprender mejor el concepto y las dimensiones de la sostenibilidad en la moda, teniendo siempre en cuenta el carácter polisémico de la moda y de todas sus vertientes; por otro, nos plantea oportunidades de transformación y mejora para el sector.
En efecto, los distintos autores de esta obra conciben la sostenibilidad como una ocasión de cambio, que posibilita nuevas formas de hacer y de consumir. No se trata de una tarea pesarosa más, que las empresas tienen que afrontar para estar al día o incluso para sobrevivir, sino más bien un planteamiento estratégico que lleva a otros modos de fabricar, de distribuir y de vender. Porque, por cierto, la sostenibilidad trae consigo al menos dos buenas noticias que conviene destacar y que subyacen a los capítulos que configuran esta obra: la visión a largo plazo, fuera de los cortoplacismos imperantes en la industria durante mucho tiempo, y finalmente, y sin caer en la ingenuidad, el planteamiento de cómo mejorar la vida de los demás y de nuestro entorno.
Liderados por el profesor Miguel Ángel Gardetti, uno de los mayores expertos en la materia, y director del Centro Textil Sustentable y del Centro de Estudios para el Lujo Sustentable, los autores de este libro nos ofrecen además un concepto de gran interés sobre el que profundizar en la reflexión sobre la sostenibilidad: el humanismo sostenible. Para evitar visiones sesgadas o parciales de la sostenibilidad, el humanismo sostenible pone a la persona en el centro, y avanza así con una respuesta omnicomprensiva, que incluye las cuestiones medioambientales, como parte de un todo. Las empresas de moda tienen así un modelo en el que reflejarse y una pauta para trabajar en su transformación.
Desde esta visión humanista, integradora y multifacética, la sostenibilidad se presenta como un concepto connatural a la moda, comprensible para el sector, y exigente también para el consumidor.
Y es que la moda y su industria tienen una gran responsabilidad por delante, ya que son al mismo tiempo reflejo de lo que sucede en la sociedad y motor de grandes cambios. Lo que la moda pueda proponer en este sentido puede ayudarnos a mejorar también de modo colectivo como sociedad. No puedo estar más de acuerdo con que la moda, tal y como se sostiene en este libro, tiene un componente pedagógico, social y también familiar, ya que puede convertirse en un instrumento que ayude a comprendernos mejor como personas y como parte de una cultura.
Madrid, Enero 2018
Los autores sobre este libro…
Desde la visión de la sostenibilidad, la industria textil y del vestir –se trate de prenda de moda o no–, operan a expensas del medio ambiente y de ciertos factores sociales: se utilizan importantes cantidades de agua y energía (dos de los factores de mayor preocupación en el mundo), además de generar residuos, efluentes y contaminación. En referencia a los aspectos sociales, se han perdido puestos de trabajo no calificados en regiones que dependían, en gran medida, de estas industrias. Otro grave problema, aún no resuelto, es el de la flexibilidad, cada vez mayor, que precisan las empresas de la industria textil y de la indumentaria. Frente a la presión generada por la competencia internacional, resulta difícil para las empresas garantizar una estabilidad duradera en el empleo. No menos importante es el trabajo clandestino que prolifera, tanto en los países en desarrollo, como en los países desarrollados. El trabajo infantil sigue siendo una realidad en este sector, pese a que la presión creciente de diferentes organismos comienza a reducir tal tendencia. Y la moda, por su parte, y en la peor de sus formas, alienta el consumo desmedido, propicia valores banales para llegar a la felicidad, además de provocar estrés e inseguridad en el consumidor y efectos muy nocivos a la salud, como la bulimia y la anorexia. Pero la moda y los textiles pueden ser un vehículo para mejores condiciones de vida, para la enseñanza y transmisión de valores en la familia, y fuera de ella, y puede ser también instrumento de diálogo entre los pueblos. Los que hemos participado de este libro –incluida Victoria C. Zaccari– pertenecemos al Centro Textil Sustentable1 y consideramos que la cuestión sostenible pierde su sentido si deja al margen la realidad personal del ser humano. Es una cuestión de valores y de su relación con las virtudes.
Breve descripción de la estructura del libro…
El libro comienza con “La sostenibilidad y las personas: ¿qué es el desarrollo sostenible a nivel individual”. En este capítulo se describe que todo es efecto de una formación cultural uniforme, seriada y masiva, y que, quizás, ello haya sido útil hace algún tiempo, pero que, actualmente, rebalsó. Esta manera de interactuar, de consumir e incluso de convivir, es insana. También este capítulo propone una búsqueda del “significado” y de “valores profundos” (Rimanoczy, 2013). Según André L. Delbecp, en su trabajo Willingto be God’s Fool, del año 2007, es necesario desarrollar las cualidades de la humildad, agradecimiento y respeto por otros, y reconocer la grandeza de este mundo y todo lo que habita en él. No fue el primero: ya Mather Luther King Jr. (1959) habló de ser humildes, responsables y activos en cuanto a lo que nos toca realizar.
“Humanismo sostenible: cómo luchar por una humanidad sostenible” es el capítulo que continúa. En él se afronta el tema nuclear de nuestro libro, el humanismo sostenible. Consideramos que la cuestión sostenible pierde su sentido, si deja al margen la realidad personal del ser humano. Se aborda la cuestión de la persona como ser social y su relación con el desarrollo ético de las virtudes humanas. Nos preguntamos acerca de los valores y su relación con las virtudes, así como sobre la facultad de conocer, interiorizar y practicar las virtudes. Nos hemos planteado acerca de la necesidad de aprender a ser personas humanas y vivir éticamente. Entonces, entramos en el tema de las relaciones humanas y su papel en el cultivo y aprendizaje de los valores, cuestionándonos si existe una crisis de valores, o crisis de capacidades. Como conclusión se aborda el caso de ARRROPA, como ejemplo en el que se verifica lo planteado en el capítulo.
El Capítulo 3, denominado “¿Qué es la moda?... Reflexiones”,