Más allá de lo que ves. Daniel Araiz
la falsa brigada de goteo: primero rápidamente, luego lentamente, siempre en voz alta. Cuando cesó el goteo de agua, el corazón del joven sano también se detuvo. Estaba muerto; no había perdido ni una gota de sangre».
Nuestros ancestros sabían de todas las leyes naturales, estos principios que muchos no se ponen en práctica. Leyendo varias biografías de personas de mucho éxito y grandes profetas he comprobado que en muchas se hace referencia a estas leyes.
«Ni tu peores enemigos pueden hacerte tanto daño como tus propios pensamientos».
Buda
En este siglo, gracias a muchos científicos de diferentes ramas y a los estudios sobre física cuántica se puede cambiar la realidad a través de nuestros pensamientos. Sin embargo, aunque estos temas están más esclarecidos y hay menos tabú, siguen dando que hablar. La energía de cabeza.
Aprender a crear la vida que queremos vivir
Somos lo que pensamos; por lo tanto, debemos saber educar nuestros pensamientos y esforzarnos para que estos no nos invadan el día con preocupaciones. El poder de una mente puede ayudar a mejorar la situación que estemos viviendo en esos momentos, encontrando soluciones.
En algunas ocasiones de nuestras vidas vivimos momentos en los cuales nos cuesta mantener el control de nuestra mente, pensamientos «realistas» que nos golpean nuestro campo energético. No perdemos nada por accionar, buscando técnicas o maneras con las cuales mover a nuestra mente para que trabaje a nuestro favor. La mente no sabe lo que es real o no.
El poder mental es uno de los poderes más potentes que el ser humano posee. Con práctica se puede llegar a reeducar nuestra mente y así poder crear nuestra propia realidad. Te invito a que rebobines un poco ese casete de tu vida, ¿OK? Mira para atrás en el tiempo y revisa con detalle algunas cosas que pensaste que te podrían pasar en este hoy. La mayoría de las cosas que pensaste ayer las has cumplido hoy.
«Todos los eventos que has experimentado en tu vida has-ta este momento han sido creados por tus pensamientos y creencias que has tenido en el pasado. Fueron creados por los pensamientos y palabras que usaste ayer, la pasada semana, el pasado mes, el pasado año».
Louise Lynn Hay
La mente tiene un poder que muchos subestimaron
En algunas ráfagas de recuerdo, en algunos de los talleres que me llevaban de niño hablaban del poder de la mente, de la ley de atracción y más cosas así. En aquel momento ni en juegos hablaba de eso con mis amigos. A veces se me salía algo y, bueno, las bromas venían…, pero creía en ese poder. Llegó un momento en que dejé de creer en eso. Aunque no se trata de de creer: es así, es una ley natural.
Muchas cosas que aprendí preferí guardarlas (modo supervivencia). Eventualmente las hablaba, pero muy por encima, sin muchos detalles, aunque seguía yendo a esas charlas. La verdad, me gustaban.
La mente quiere protegerte
Existen especialistas sobre este tema, gurús, maestros del tema mental, médicos y científicos de muchas áreas haciendo investigaciones sobre el poder de la mete. No hablo de telequinesis; es el poder de la mente en sí, el todo.
La mente es una especialista en el resguardo de la supervivencia. Ella va a proteger a toda costa tu zona de confort, o sea, las creencias que tengas, sean limitantes o no.
Cuando estés en el caos sabrás el nivel de paciencia que tienes…
Todo es dado por las creencias. Sí, son esas creencias, esos hábitos que se fueron quedando. Son programas; cuando entran o quieren entrar archivos nuevos sale «error». Es una autoprotección por lo ya establecido.
Recuerdo un día, jugando en el parque con mi hija. Estábamos trepando a un árbol, estilo mono, algo que nos gusta. Ella aprendió a subir y bajar de los árboles con un adiestramiento maravilloso. Me llegaron muchos recuerdos de su edad, cuando junto con mis amigos trepábamos a los árboles de mangos y disfrutábamos de esa maravillosa fruta colgados. También llegué a subir palmeras de cocos. ¿Ves? Una de mis creencias es disfrutar de las frutas montado en una mata.
Retomando el cuento de mi hija, estábamos jugando y ella trepó al árbol. Un niño con el que ella estaba jugando quiso hacer lo mismo. El papá del niño empezó a gritarle que se bajara y me veía con ojos de querer matarme. Le decía al niño que se bajara, que eso no son juegos, que se iba a caer. Por otro lado, yo hacía de porrista (me faltaban los pompones), motivando a mi hija a mantener el equilibrio y a que disfrutara de su colgada. Había una dualidad en el ambiente, dos creencias: una sembraba el miedo; otra, el disfrute… Sin juzgar, son creencias y están bien. Cada uno las ve de formas diferentes.
Por cierto, mi hija sigue manteniendo el equilibrio y sigue trepando a los árboles.
«Todo hombre es libre para elevarse hasta donde pueda o desee, pero el grado de su pensamiento determinará hasta dónde podrá llegar».
Ayn Rand
Tenemos una vida intelectual genial, un poder de pensamiento maravilloso. Nuestra mente es nuestra principal herramienta de supervivencia. Nuestra lógica, bien o mal, nos mantiene como especie (aunque sigo a favor de la intuición). Cada aspecto de nuestra civilización, todo lo que hace que nuestra vida sea más fácil, es gracias a nuestro proceso mental, a nuestros pensamientos.
Para los seres humanos, de alguna forma, nuestra «razón» de ser está en nuestra mente. Pensar es una decisión, no es algo automático. Es la capacidad de decidir de acuerdo a nuestros pensamientos.
No es necesario controlar los latidos del corazón, la respiración, no hay que regular nuestra temperatura. Son patrones automáticos. Nuestros sistemas saben muy bien cómo trabajar de forma libre. Pero nuestra mente, el pensamiento, es diferente. Puedes elegir y eso es algo maravilloso. Podemos elegir entre pensar y no hacerlo. Lo otro es DECIDIR en qué usar nuestros pensamientos.
Hay que prestar suma atención a los pensamientos y a las emociones, que son el fertilizante. Ellos se materializan. Todo lo que nos rodea, absolutamente todo, fue primero un pensamiento. Todo nació de un proceso mental. Todo en tu vida es por tus pensamientos.
A todo le buscamos detalles: a los estudios, a la pareja, al trabajo… A todo, hasta a la salud o a la condición física. Todo se va a hacer realidad. Los pensamientos se van a hacer realidad, poco a poco, pero se van a materializar. Somos unos cocreadores de nuestra realidad. Ahora bien, sabiendo esto, ¿cómo estás creando tu mundo? ¿Qué estás pensando que se volverá realidad?
La mayoría de las personas quieren vivir en piloto automático, viviendo a la deriva, a lo que venga. Vivir un mundo a lo accidente, como sea, de acuerdo a la zona de confort. Hay que tomar las riendas de los pensamientos, de la mente, evitar sumergirte en ese bucle de creencias que ni siquiera son tuyas.
Se debe hacer una visión de los pensamientos más conscientes. Así la materialización será más consciente y habitual.
El primer paso en este proceso es ser claro y definir realmente qué es lo que quieres, darte cuenta de qué es el efecto limitante; pensar en la vida ideal, en lo que quieres en tu vida. Todo está en la mente. Es centrarnos en la disciplina y en la consciencia del pensamiento.
Hay que dejar de ser un sonámbulo y abrazar el poder que hay en cada uno, el poder del pensamiento. La mente es una zona maravillosa que nos ha permitido sobrevivir en este plano, es parte de nuestra esencia como humanos.
Todos tenemos la posibilidad de hacer cosas tontas, cosas asombrosas. Es parte de nuestra capacidad de decidir a través de nuestras creencias y pensamientos.
«Tanto si piensas que puedes como si piensas que no puedes, estás en lo cierto».
Henry Ford
Hay una cantidad de cosas inconscientes que pueden arruinar tu vida. Pero todo es a través de los pensamientos. Es la clave para alcanzar la vida que tanto deseas. En tus manos, en tus pensamientos, está la victoria o el fracaso.
Hay que pensar de forma óptima, proteger a los pensamientos, cuidar a los pensamientos, que son una semilla.