Deuda de familia. Nadia Noor
señora, parece que no tenemos trato. —Una ola de silencio se instauró entre ellos y la tensión se podía palpar con la mano. Robert se acercó a la ventana y contempló el horizonte soleado a través del cristal. Sin girarse, continuó—: Entiendo que tiene la intención de pagar la deuda de su difunto marido. Si tiene el dinero, vamos a dar esta extraña situación por terminada. No me gusta perder el tiempo, y tampoco tengo por qué soportar sus comentarios ofensivos.
—No tengo el dinero —reconoció derrotada—. Si me concediese un poco más de tiempo, estoy segura de que…
—Señora… espera que el hijo de unos campesinos, un maleducado, sin escrúpulos, ¿le conceda más tiempo? —Robert le lanzó una mirada de advertencia y añadió en tono burlón—: Es usted muy contradictoria.
—De acuerdo —claudicó Patricia —. Le daré la mano de mi hija Natalia. Pero tengo algunas condiciones.
—No esperaba menos de usted —declaró él condescendiente mientras alargaba su mano y cerraba el trato con su futura suegra.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.