Sexpresso. María Guadalupe Estrella González

Sexpresso - María Guadalupe Estrella González


Скачать книгу
suficientes para tener un estímulo sexual efectivo que les permita iniciar el ciclo del placer.

      ¿Quién debe tomar la iniciativa, ellas, ellos?

      Cualquiera de los dos puede tener la iniciativa para iniciar la relación coital, pero es importante reconocer que cada quien es responsable de su propio placer, no del placer de su pareja. Cada uno debe conocerse a sí mismo, ser capaz de identificar qué le gusta y cómo le gusta. Se trata de que ambos puedan disfrutar en igual medida el encuentro.

      Preguntémonos: ¿qué tanto conocemos nuestro cuerpo?, ¿qué tanto conocemos lo que nos gusta para poder decirle a nuestra pareja dónde y cómo tocarnos?, ¿reconocemos nuestras sensaciones?, ¿somos capaces de comunicar lo que queremos? Que hombres y mujeres no se limiten a hablar del tema, que puedan hacerlo de manera mutua, fortalecerá el vínculo y mejorará la relación sexual.

      La gratificación sexual egoísta es común en la relación de pareja

      La sexología actual acepta este término y lo relaciona con la educación sexual y el contexto cultural de los hombres y mujeres. Se hace evidente cuando el primero no da los suficientes estímulos sexuales efectivos a su pareja, como caricias o besos en juegos previos que le permitan a su pareja mujer responder de una manera adecuada a la relación sexual, es decir, que se encuentre en un estado emocional propicio para alcanzar la excitación y lubricación suficientes para disfrutar del sexo.

      A la necesidad de la mujer de sentirse amada y deseada para mantener una relación sexual, se suman las actitudes masculinas que se inclinan por una preocupación por liberar su tensión, una relación sexual rápida y eyacular sin preocuparse por el placer de su pareja. No se niega que en ocasiones estos encuentros, llamados comúnmente como “rapidín”, puedan ser satisfactorios para las mujeres, pero tomando en cuenta los tiempos de su respuesta sexual, no es lo ideal para ellas.

      Así, la gratificación sexual egoísta de la pareja es cuando, en lugar de preocuparse por el placer del otro en la misma medida que del propio, uno de los dos se concentra sólo en su placer.

images/img-29-1.jpg

      La respuesta sexual no siempre es perfecta

      En cada una de sus fases puede haber alguna disfunción. Por ejemplo en la fase del deseo es posible toparse con la principal de ellas, el deseo sexual hipoactivo, o la falta de interés en la actividad sexual. En la fase de excitación puede presentarse en los hombres alguna disfunción eréctil y en las mujeres la disfunción lubricativa o sequedad vaginal. En la fase del orgasmo ellos pueden sufrir eyaculación precoz y ellas anorgasmia, que se refiere al retraso o ausencia del orgasmo.

      Un síntoma primordial para asistir a consulta, pero que suele ser desestimado es la falta de deseo sexual o baja libido, que en ocasiones se debe a que las personas están en la etapa de climaterio, por lo que hay una baja considerable de estrógenos o testosterona y entonces el origen de esta disfunción es psicogénico. En otros casos es orgánico, por ejemplo en hombres que viven con diabetes suelen tener disfunción eréctil y no reconocen el problema, en su lugar lo niegan y culpan a su pareja de su dificultad para sostener la erección, argumentando que ya no los excita o no es deseable como antes. En consecuencia la mujer puede desarrollar una falta de deseo.

      Con el tiempo la respuesta sexual cambia de ritmo

      La capacidad y efectividad de la respuesta sexual femenina no se limita por la menopausia, pero si condicionada por los factores biológicos que suceden con ella. Entre los 45 y 60 años termina la vida reproductiva de la mujer. Los cambios que sucedan de ahora en adelante dependerán del estilo de vida que haya llevado con anterioridad y de su estado de salud actual.

      Con el término de la función reproductiva se disminuyen algunas hormonas femeninas, como los estrógenos, hecho que se hará evidente en ciertos cambios anatómicos, cambios genitourinarios y la presencia de síntomas como bochornos, sudoración nocturna, cambios en el estado de ánimo, fatiga general y alteraciones del sueño. Es importante señalar que la mayoría de los síntomas de la menopausia pueden ser atendidos y la sexualidad puede ser ampliamente disfrutada.

      En el varón no existe una decaimiento de su función reproductiva como sucede en las mujeres durante la menopausia. Pero sí hay un deterioro paulatino en la producción de espermas, que si bien se mantiene hasta edades avanzadas, no presenta los mismos niveles de testosterona y con ello aumenta la posibilidad de que se presenten algunas disfunciones como el deseo hipoactivo o el trastorno eréctil.

      Así que pese a todo es posible disfrutar en este momento de la vida el placer de la sexualidad en pareja, y será labor de ambos para que así suceda. Desde luego influirá la actitud del compañero sexual pero también la auto-percepción positiva de las mujeres en esta etapa.

      Es innegable que con el tiempo se presenta una disminución de la intensidad de las reacciones fisiológicas y un enlentecimiento de la duración de la respuesta sexual, anatómicamente hablando, que va incrementándose con los años, pero eso no significa que la vida sexual de la pareja se vuelva menos interesante o satisfactoria.

      Si aquello que interrumpe la respuesta sexual personal en una relación de pareja no es atendido, todo puede desencadenar en una ruptura, pues lo que afecta a uno, inevitablemente afectará a los dos.

images/img-31-1.jpg

       images/img-33-1.jpg

images/img-34-1.jpg

      Aunque el pene es símbolo de masculinidad, de fertilidad y de fuerza, es un órgano muy vulnerable a sufrir accidentes o a desarrollar enfermedades. Poco se habla de ello porque a los hombres les parece incómodo o motivo de vergüenza hacerlo. Hay pudor y cierto recelo a acudir con el médico, como si eso pusiera en entredicho su virilidad. Este es el principal problema que afecta la salud del pene: no asistir oportunamente a consulta. En cualquiera de los casos, los hombres son superados por el pudor y la negativa a buscar ayuda, pese a que las revisiones médicas sean sencillas, sin molestias y no haya nada de qué preocuparse.

      A las mujeres también les incumbe este tema: su pareja, su padre, su hijo o su amigo tienen pene y este tampoco deberá de ser un tema lleno de escrúpulos en las conversaciones de pareja.

      La salud del pene es un tema para damas y caballeros.

      Su tamaño, curvatura y forma son las principales preocupaciones masculinas

      El tamaño del pene está determinado genéticamente por los niveles de testosterona: entre más altos sean el tamaño del pene también es mayor. Y aunque un pene grande pueda ser símbolo de gran potencia erótica y sexual, en realidad corre más riesgos de presentar problemas de próstata más severos debido a los altos niveles de testosterona. Es común que algunos hombres, sobre todo aquellos que sufren de sobrepeso, acudan a consulta preocupados por el tamaño de su miembro y soliciten su alargamiento. Ojo, en casos como estos es importante notar que la grasa abdominal afecta la percepción de su dimensión real. Basta una dieta baja en grasas, ejercicio y recortar un poco el vello púbico para notar un cambio significativo en su tamaño.

      La curvatura del pene durante su erección no interfiere su rendimiento sexual y reproductivo, pero sí puede causar problemas por los cúmulos de calcio que se forman en los cilindros de erección que por obvias razones no están rectos. Si esto sucede habrá dolor y será necesaria una consulta con el urólogo de confianza.

      El pene es realmente un tejido muy elástico y con una gran capacidad de lubricación asegurada por unas glándulas


Скачать книгу