Hablar en público en la universidad. John Moya Barreto
a la ejecución y, en especial, a la función del ensayo y la escritura; es decir, en general, aquellos aspectos cuya preparación contribuye a esa autoconfianza de la que habla Puchol. El segundo capítulo se centra en la forma del discurso oral y, conforme a ello, ofrece consejos relacionados con el registro lingüístico y el manejo de la voz, la mirada, el cuerpo y el espacio; estos asuntos atañen a lo que Puchol llama comunicabilidad. El tercero y el cuarto capítulo presentan las características de algunas formas de comunicación oral usuales en el ámbito universitario, así como una serie de indicaciones para que se desarrollen de manera adecuada; las clásicas se hallan en el tercero, y las modernas, en el cuarto. Y, por último, el quinto capítulo expone algunas sugerencias referentes a la relación entre el orador y el público, las nuevas audiencias que surgieron a raíz de las tecnologías actuales, el diseño del apoyo audiovisual y la lectura oral; el primero de estos puntos, a saber, la relación entre el orador y el público, comprende lo que Puchol llama simpatía, y allí se abordarán temas como los obstáculos de un mensaje, la atención y la benevolencia, la actitud ante las preguntas, el manejo del tiempo y el control de los nervios.
En cada uno de los apartados que conforman este libro, se explica el asunto en cuestión y se presenta lo que al respecto se aconseja y se desaconseja; y particularmente en el primero y el segundo capítulo, además de lo anterior, se proponen algunos ejercicios encaminados a lograr lo que se busca. Ahora, como se trata de un material de consulta, usted podrá dirigirse a cualquiera de los apartados dependiendo de sus necesidades o sus intereses.
Así pues, con esta propuesta de contenido, se espera que el presente manual apoye significativamente los procesos de preparación y ejecución de las intervenciones en público que se dan en el ámbito universitario, que pueden ser desde una simple exposición hasta un panel, un debate, un pitch, una three minute thesis o cualquier tipo de sustentación. En esta medida, se espera también que contribuya a que los discursos orales de los estudiantes universitarios sean amenos, estéticos, claros, contundentes y efectivos.
Antes de entrar en materia, resulta pertinente y útil evocar las indicaciones que plantea Ana Cruz (2014) sobre la planificación y la preparación del discurso. Para el proceso de planificación, esta autora propone cinco fases, cada una representada en una pregunta cuya respuesta, junto con las demás, le dará a usted claridad acerca de lo que hará en su presentación oral:
1. ¿Qué quiero conseguir? Esta pregunta se refiere al propósito que usted tenga con su discurso. Se trata de una cuestión elemental, puesto que, como se señala en el primer capítulo de este manual, definir dicho propósito establecerá el norte del cual dependerán varios aspectos de la presentación. Este asunto se aborda en el primero y el tercer apartado de ese capítulo.
2. ¿A quién quiero llegar? Esta pregunta se refiere al destinatario, a la(s) persona(s) que recibirá(n) su discurso. Dependiendo de quiénes sean esas personas, usted tendrá que pensar qué estrategias implementar para comunicar su mensaje y alcanzar su propósito; es decir que la respuesta de esta pregunta afectará la de la cuarta (que depende de la respuesta de la tercera) y la de la quinta (que depende de la respuesta de la primera, pero teniendo en cuenta lo que se haya respondido en las demás). La naturaleza del destinatario, o sea, de la audiencia, determinará, solo por mencionar un par de aspectos, el registro lingüístico y la expresión corporal, temas que se tratan en el segundo capítulo de este manual.
3. ¿Qué quiero transmitir? Esta pregunta se refiere al mensaje que usted hará llegar con su discurso, esto es, el contenido de este. Un mensaje, en el contexto académico en que se enmarca este manual, es el resultado de tres factores: un tema o asunto que ha sido elegido o asignado, una estructura u organización que se le ha dado a la información concerniente a ese tema, y un objetivo o propósito que se le ha designado a la presentación de esa información. Esto quiere decir que la respuesta de esta pregunta depende de la de la primera, que se relaciona con el objetivo. Lo tocante a este, al tema y a la estructura se aborda en el primer capítulo de este manual, dedicado al contenido del discurso oral.
4. ¿Cómo quiero transmitirlo? Esta pregunta se refiere al método, al modo como usted hará llegar su mensaje. Aunque al responderla se deba tener presente el propósito que se haya definido, esta pregunta alude a la naturaleza lingüística del mensaje y, por lo tanto, apunta al lenguaje que se utilizará para comunicarlo, el cual ha de ser, como mínimo, claro y conciso. Sin embargo, para lograr un lenguaje idóneo en la transmisión del mensaje, nunca bastará con ensayar improvisando el discurso para ver cómo se está hablando; siempre será necesario ensayar con base en un ejercicio previo de escritura, el cual se realiza no solo para disponer el mensaje de acuerdo con la estructura que se le haya dado a la información relativa al tema del discurso, sino también para pensar en los detalles de carácter léxico y morfosintáctico que configurarán el registro lingüístico que se busca, de modo que, considerando el conjunto, se pueda determinar si el discurso se dirige al objetivo que se pretende. En el último apartado del primer capítulo, se hablará sobre la importante función de la escritura en el proceso de preparación de las intervenciones orales que tienen lugar en el ámbito académico.
5. ¿Qué hago para conseguirlo? Esta pregunta se refiere a la preparación de su discurso, la cual se basará en las respuestas que usted les haya dado a las preguntas anteriores, con prelación de la primera. Para este proceso de preparación, Cruz (2014) señala la necesidad de adquirir una serie de aptitudes que posibilitarán la ejecución de buenas presentaciones orales, aptitudes que se exponen a continuación. Como ellas aluden a aspectos que usted encontrará en este manual, entre paréntesis se indica su ubicación.
• Primera: dominio del tema que se vaya a presentar, de manera que se le transmita seguridad al público (“Investigación sobre el tema y selección de la información” [pp. 29-32]).
• Segunda: desarrollo de las destrezas necesarias para desenvolverse en el discurso, no solo las que se basan en los propios talentos y aptitudes intelectuales, sino también las que tienen que ver con las exigencias peculiares del arte oratorio (“Aspectos generales sobre el contenido” [pp. 25-48], “Aspectos generales sobre la forma” [pp. 49-104] y “Otros asuntos importantes” [pp. 139-160]).
• Tercera: desarrollo de habilidades que permitan controlar los nervios, superar el miedo escénico, expresarse corporal y vocalmente, y comprometerse y motivarse con el discurso (“Aspectos generales sobre el contenido” [pp. 25-48], “Aspectos generales sobre la forma” [pp. 49-104] y “La relación entre el orador y el público” [pp. 139-146]).
• Cuarta: esfuerzo por adquirir un buen vocabulario, un buen repertorio léxico, de manera que las presentaciones en público sean directas, claras y fluidas, y se eviten así las muletillas o las frases hechas; para ello es imprescindible tener el hábito de leer (“Escritura previa” [pp. 44-48], “El registro lingüístico” [pp. 50-57] y “Control de muletillas, trastabillones y baches” [pp. 78-84]).
• Quinta: conocimiento y uso adecuado de los recursos audiovisuales con los que se cuente (“Los apoyos audiovisuales” [pp. 151-158]).
Ahora sí, ¡a entrar en materia!
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