Nunca me dejes de responder. María Lucila Quarleri

Nunca me dejes de responder - María Lucila Quarleri


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no opresiva como forma de la amistad política.

NUNCA ME DEJES DE RESPONDER

      A Nicolás Parada, en cumplimiento de las promesas hechas.

       A Ivana Salemi, la mejor versión del amor

       Tefa A mi madre Luci

      Voy hacia lo que menos conocí en mi vida voy hacia mi cuerpo. Viel Temperley

      De: [email protected]

       Para: [email protected]

       Lun, 17 Jun, 2019, 12:38 AM

       No me quedó muy claro sobre qué vamos a escribir pero arranco (con todo).

       Después de proponerte empezar este intercambio de mails me arrepentí porque me siento corta de palabras desde que me pasó lo que me pasó. Nunca fui un diccionario, pero bueno, hablaba, me defendía en la mesa de los domingos cuando se hablaba de feminismo, pero ahora ni eso.

       Estoy como muda, atontada, mi novio a veces me mira y me dice “hablame de algo, de lo que se te ocurra” y a mí se me caen las lágrimas. Por eso me gusta mirarte en las redes sociales, porque vos hablás de lo tuyo, de lo que tenés (que no sé muy bien qué es) y seguís viviendo, te sacas fotos, caminás por Buenos Aires, vas a las marchas. Yo no, desde el diagnóstico que estoy en un retiro espiritual. Te confieso que siempre había querido ir a uno, cuando me lo imaginaba lo pensaba como un lugar en el Tigre, con muchas plantas, una sala de meditación, compañeres meditativos y lindos ja, termas, porro, y que en algún cuartito después de hacer el voto de silencio me revolcaba con un yogi, –era lindo, barbudo y el sexo, atlético. Nunca me imaginé que iba a ser lo que fue: con mis papás, en la casa de mi infancia, en el pueblo de mi infancia, con mis amigas de mi infancia, con muchos ruidos, discusiones, quimioterapia, múltiples medicamentos y análisis de sangre. Igual, no estuvo o no está (no sé todavía si terminé o no el retiro, tengo mis dudas) muy mal que digamos. Recibo mucho amor, tiempo y dinero (sí, mi papá ni bien me pasó esto me dijo que me quede tranquila, que él quería ayudarme todo el año y cuando me dijo eso me di cuenta de que lo que tenía era grave). Tuve cáncer de colon, lo pongo en pasado porque quiero que sea así y porque me falta ver al genetista del orto. No quiero hablar más de mi enfermedad.

       Me intriga saber cómo es tu vínculo con los otros desde que te enfermaste. Quiero saber si te pasó algo de lo que me pasó a mí, me gustaría que así sea (perdón el egoísmo). ¿Se fue gente de tu vida cuando enfermaste? Nunca imaginé que se iban a ir tan pronto, eso me gustaría decirle a esas personas que desaparecieron del mapa cuando enfermé, que nunca me imaginé que iban a irse tan pronto. Hace poco leí que durante la tempestad los insectos huyen. ¿Te da miedo pensar esto? ¿Qué hacemos con los que quedan? ¿Cómo soy con ellxs? ¿Agradezco? ¿Qué les tengo que agradecer? ¿Vos les haces tortas a las personas? ¿Me prometés que vos nunca me vas a dejar de responder? No me quiero morir, quiero ser mamá, viajar, hacer más obras de teatro, escribir mi propia historia, mis propios libros. ¿Y si no tengo las cosas que se necesitan para mejorar? ¿Y si no soy tan fuerte? ¿Y si todes se cansan de mí y me dejan? ¿Y si esta sensación de intemperie sigue intacta? ¿ Y si la soledad no acaba? ¿Y si mejoro? ¿Y si todo termina antes de lo pensado? Chau. Me acuerdo siempre de la primera vez que te vi, de la primera impresión que me diste, creo que te das cuenta un poco de lo que generás porque entraste como haciéndote cargo. Llegaste tarde, muy cheta vestida y con los pelos revueltos. Yo pensé, debe ser escenógrafa o vestuarista, por tu desparpajo, y empezaste a hablar, un poco gritando, y me gustaste más, me gustó esa chica conflictuada con su tesis, me gustó que nosotras no te importáramos. O así lo sentí yo, que me suelen importar mucho todes. Me resultaste muy particular, no te pude sacar la ficha. Y eso está muy bien. PD: Te lo mando así crudo, como lo sentí. Luli . . .

      De: [email protected]

       Para: [email protected]

       Mar, 18 Jun, 2019, 1:18 AM

       Hola amiga en las enfermedades, la verdad que entré a mi mail para hacer otra cosa y me encontré con este regalo, porque realmente lo siento así, un regalo pesado, medio chillón, al que no sabés muy bien dónde ponerlo ni qué hacer con ello pero es mío y me lo regalaste vos y por eso lo quiero.

       Quiero decirte que me he sentido así: sin palabras. Y con la necesidad de decir algo que me vuelva a convertir en mí, la que denuncia y siempre parece que tiene algo para decir y es muy duro, pesadísimo e incómodo que te falten. ¡No sabés lo vista que me siento con las palabras que me compartís!

       ¿Qué es lo que tiene la enfermedad que te roba las palabras? ¿Será que no eran tan importantes? Yo por eso empecé a hacer fanzines, casi sin texto, de resonancias espectrales, la próxima que nos veamos te regalo.

       Para mí, post brote y con las tristezas intermitentes en medio del andar mismo de la enfermedad, hay una acción o un algo que borra a la sujeta, o sea, a nosotras. Ahora, no sé si esa sujeta está destinada a sobrevivir a la remisión o si algo queda tocado para siempre.

       ¿A vos qué te trajo la enfermedad a tu vida?

       Perdón, estoy preguntona. Y si vamos a hablar de primeras impresiones, a vos también te cabía la descripción de artista desvariada cool, de esas de las que siempre quise ser amiga porque se veían tan relajadas, tan en sintonía consigo mismas que me causaba impresión y ganas de que –estando cerca– algo de ese polvo especial se me pegara. Nunca fui ni seré relajada. Esto es sanador. Espero no haberte perturbado mucho, es lo escorpia. Yo estoy escribiendo un libro y lo encaré a mi papá por una situación de abuso que pasó cuando tenía 11. Estoy en esta. No tengo lesiones nuevas desde enero 2018. Te quiero.

       Tefa

       . . .

      De: [email protected]

       Para: [email protected]

       Mie, 26 Jun, 2019, 7:44 PM

       Hola amiga de las enfermedades,

       Si tardé en escribir fue porque tu mail era lo más esperado, lo que más me importaba de todos los mails y responderte requería de toda mi fuerza y atención. Y prestar atención siempre me costó, más si se requiere de palabras, y responderte era con palabras, es con palabras, las estoy escribiendo y realmente ni las siento ni puedo decodificarlas, y cuando hablo, me arrepiento. Acá a mi lado hay una persona y hoy le hablé y después me arrepentí. No tengo mucho para decir, mañana me dan resultados importantes. Últimamente todos los días me dan resultados importantes y últimamente todas las noches pienso lo peor, pero por suerte a las mañanas me olvido. Voy a vivir dos años con esta incertidumbre, con la amenaza quizás siempre, pero principalmente en estos dos años tengo que prestar mucha atención, y la estoy prestando, creo que eso también me deja sin palabras, el estar mirando tantas cosas. ¿Te pasa? Nunca vi cielos tan celestes, tan grandes, tan impresionantes y cuanto más enferma y asustada estoy, más veo el cielo. A veces lo hago como pensando que capaz en cualquier momento estoy allá, y es ese miedo el que me exige mirar para arriba, y todo lo de acá, lo de la tierra, me parece poco y tóxico. Por eso ando allá arriba, por las nubes, como me decían de chiquita, “siempre en las nubes”. A los 11 años hay que estar mirando las nubes no viviendo un abuso, ¿me lo querés contar? ¿Por eso estudiaste comunicación social? ¿Para poder encontrar las palabras y nombrar lo innombrable? En terapia, hace unos años, por falta de orgasmos llegué a la conclusión o llegamos a la conclusión de que me había sentido abusada de chica. Sos la primera persona a la que le cuento, y lo hago porque vos me contaste lo de tu papá. ¿Me querés contar? No quiero insistirte. La enfermedad me trajo eso: La alegría de no tener que hacer nada, de dejar de ser productiva. Creo que eso siempre me molestó, tener que serlo: producir teatro, vender obras de arte, trabajar en galerías, participar de eventos culturales, ser productiva en la maquinaria capitalista y ahora no, y eso me encanta. Me encanta estar al reverendo pedo, recuperándome. Estuve todo el verano


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