Administración inteligente: Todos los secretos de los líderes de excelencia. PÁVEL IVÁN GUTIÉRREZ VEGA
la oportunidad de colaborar, uno de los directivos realizó una pregunta que transformó literalmente mi vida. Dicha pregunta, además de hacerme reflexionar durante algún tiempo, me generó la gran inquietud de comenzar a escribir un libro en el cual pudiese reflejar todas aquellas tácticas, estrategias y consejos laborales enfocados a mejorar el desempeño profesional de los lectores.
El directivo realizó la siguiente magnífica pregunta: ¿Cómo puedo llegar a convertirme en un líder de excelencia? Después de una serie de profundas reflexiones, de consultar a varios dirigentes de diversos sectores y de examinar una gran cantidad de material bibliográfico relacionado con la vida de los grandes líderes que han trascendido en la historia de la humanidad, comencé a escribir el presente libro. Durante el proceso de investigación realizado, me di cuenta de que los líderes de excelencia son personas que tratan de mejorar todo el tiempo por medio del autoanálisis, el aprendizaje continuo y la toma adecuada de decisiones. Además, los líderes de excelencia poseen una gran determinación para hacer que las cosas sucedan y trabajan de una forma inteligente hasta lograr las metas que se proponen, tal y como se puede visualizar en los siguientes ejemplos de grandes personajes de diferentes ámbitos que triunfaron a pesar de las circunstancias que enfrentaron:
Albert Einstein. Es nada menos que uno de los genios más destacados de todos los tiempos, sin embargo, antes de ganar el premio Nobel de física y de desarrollar su teoría de la relatividad, enfrentó una infancia muy complicada, ya que sus profesores dudaban de sus capacidades académicas debido a que comenzó a hablar hasta la edad de 4 años y a leer ya muy tarde, cuando contaba con 7 años. Debido a sus malas notas en asignaturas como historia o lenguaje, Einstein tuvo que abandonar la escuela. Más tarde se supo que era disléxico. Una vez mencionó que: “Cualquiera que no haya cometido errores era porque no había intentado nunca nada nuevo”. En otra ocasión indicó que: “El genio se hace con un 1% de talento y un 99% de trabajo”.
Henry Ford. Uno de los grandes problemas que tuvo fue que él mismo dañó su reputación dentro de la industria automovilística por fallar en varios negocios de manera consecutiva. Hacia el año de 1885, tan pronto como los fabricantes alemanes comenzaron a lanzar al mercado los primeros automóviles, Ford se interesó por ellos y empezó a construir sus propios prototipos. Sin embargo, sus primeros intentos fracasaron rotundamente. A pesar de ello, continuó realizando más investigaciones y buscó a nuevos socios que creyeran en él para demostrarles que había aprendido de sus errores. Cuando los obtuvo, aprovechó la nueva oportunidad para construir su imperio. No fue sino hasta el año de 1903, con el lanzamiento de Ford Motor Company, que alcanzó el éxito convirtiéndose en el fundador de una de las marcas de automóviles más conocidas en todo el mundo. Una de las grandes frases del señor Ford que lo impulsaron hacia el éxito fue la siguiente: “El fracaso es sólo una oportunidad para comenzar de nuevo, pero esta vez de una manera más inteligente”.
Thomas Alva Edison. El señor Edison ha sido catalogado como una de las mentes más brillantes en la historia de la humanidad, fue alguien que nos enseñó que a través de la perseverancia y la paciencia se pueden llegar a obtener grandes resultados. Nunca debemos darnos por vencidos ya que las adversidades lo único que pueden lograr en nosotros es fortalecernos para enfrentar lo que está por venir, porque aquel que persevera constantemente alcanzará siempre sus objetivos. La historia de la bombilla, uno de sus grandes inventos, es famosa porque Edison trató de hacerla funcionar por medio de un número considerable de intentos, a lo cual él mencionó lo siguiente: “El fracaso consiste en darse por vencido, en no persistir, en desanimarse después de un error, en no levantarse después de caer. Yo no fracasé, solamente descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla, antes de lograr el éxito”.
Walt Disney. ¿Qué hubiese sido del mundo cinematográfico sin sus películas? Fue despedido del periódico en donde trabajaba porque, según su jefe, le faltaba imaginación. También fue tachado de loco por creer que alguien pagaría por ver una película completa de dibujos animados. Él después les probaría a todos lo equivocados que estaban. El joven Disney tampoco tuvo el camino fácil durante sus inicios. Apenas un año después de fundar una de sus primeras empresas, en el año de 1922, ésta terminó en bancarrota. Su situación era tan complicada que incluso tuvo que vender su cámara para poder pagarse el viaje a Hollywood, la meca del cine. Allí decidió empezar de nuevo hasta fundar la que hoy se conoce como “la fábrica de los sueños”. Una vez él mencionó que: “Toda la adversidad, los problemas y los obstáculos que he enfrentado me han fortalecido. Puede que no te des cuenta cuando te pasa, pero recibir un fuerte golpe puede llegar a ser lo mejor que te suceda en la vida. Así que, piensa, cree, sueña y atrévete a lograr tus metas”.
Steve Jobs. El rechazo y las adversidades no siempre surgen al comienzo de la carrera. Al genio detrás de Apple lo despidieron de la compañía que él mismo había fundado, sólo para regresar años más tarde y convertirla en el gigante tecnológico que es ahora. Bien pudo haber rechazado la oferta por orgullo, pero su gran visión fue mucho más grande y su regreso realmente revolucionó el sector tecnológico. Uno de los grandes comentarios que expresó fue el siguiente: “A veces cuando innovas, cometes errores. Es mejor admitirlos rápidamente, y seguir adelante apostando por tus otras innovaciones”.
Después de llevar a cabo un arduo proceso de investigación y análisis acerca de la vida de los grandes líderes de la historia, podemos resaltar las siguientes características principales que posee un líder de excelencia:
•Una clara visión del futuro. Un líder de excelencia está plenamente consciente de la gran capacidad que tiene para forjar su propio destino.
•La habilidad de animar a otros para que trabajen de forma productiva, enfocados hacia la realización de los cambios clave que se requieren para lograr el cumplimiento de la visión compartida planteada. Un líder de excelencia alienta constantemente a sus colaboradores a dar siempre lo mejor de ellos mismos para alcanzar la visión y las metas establecidas.
•Una gran pasión por el crecimiento propio y el crecimiento de su equipo de trabajo. Esa pasión los hace ser buenos mentores para desarrollar el talento de sus colaboradores. Los líderes de excelencia están plenamente comprometidos con el bienestar del personal a su cargo, por lo que brindan oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional de forma constante.
•Confianza total en su gente. Da el poder requerido a sus seguidores para que hagan que las cosas sucedan y delega de forma inteligente.
•Un auténtico líder de excelencia proporciona un óptimo reconocimiento a sus colaboradores por el compromiso y la entrega mostrada para la realización magistral de algún proyecto o tarea asignada.
•Un líder de excelencia toma la iniciativa, persevera y lucha hasta alcanzar sus más grandes metas. Su pasión y compromiso hacen que salga avante ante cualquier adversidad que se le presente en su camino hacia el éxito.
•Son personas que administran los recursos y los procesos de una manera extraordinaria. Así pues, el liderazgo de excelencia se basa en una administración inteligente, la cual está orientada hacia el logro de resultados altamente satisfactorios para todos los miembros de la organización.
•El liderazgo va más allá de permitirles a las personas hacer las cosas, un verdadero líder de excelencia inspira a sus colaboradores a dar lo mejor que tienen cada día y permanece a su lado apoyándolos hasta verlos transformados en los nuevos líderes de la organización.
La pasión e inspiración de un líder de excelencia pueden llegar a trascender en la historia de la humanidad.
Pável Iván
¿Cómo es tu actitud?
¿Puedes recordar el entusiasmo que demostraste la primera semana en tu trabajo? ¿Lo duro que lo intentaste? ¿Lo ansioso que estabas por cumplir? ¿Todavía tienes esa magnífica actitud de cooperación? Si es así, apostamos que hoy eres uno de los colaboradores ejemplo de tu compañía.
Lo sentimos por aquellas personas que han perdido su entusiasmo. Sin darse cuenta, se han convertido en sus peores enemigos. ¿Qué pasa con ese preciado entusiasmo inicial?
Los flojos sin ambición lo abandonan, claro, en cuanto sienten