Psicoterapia Integrativa EIS. Roberto Opazo
fraternos (Angleitner, Riemann y Strelau, 1995).
De relevante interés científico es que se haya documentado que la extroversión está asociada con el volumen del córtex orbitofrontal medial. A su vez el neuroticismo estaría asociado con un volumen reducido del córtex prefrontal dorso medial; y también con una reducción del lóbulo temporal medial izquierdo incluyendo el hipocampo posterior (De Young et al., 2010, p. 820).
Por otra parte, personas que presentan extroversión alta, tienden a presentar también ánimo positivo, mejores recuerdos acerca de su propia historia, y mejores expectativas acerca del futuro (Wei, Zhaeng y Howell, 2011).
El "Minnesota Twin Study" (Bouchard, 1983-2000), ha significado un prolongado trabajo longitudinal de investigación. Ha involucrado a más de 13 mil pares de gemelos monocigóticos y dicigóticos, criados juntos o separados.
En el estudio Minnesota, llama la atención el nivel de concordancias mostrado por dos gemelas norteamericanas idénticas, de edad mediana, que habían sidocriadas separadas. "Las gemelas también compartían desórdenes más rutinarios. Como niñas, ambas habían mojado la cama y el problema se había superado hacia los 12 años. Como adultas, pero antes de haberse reunido, ambas habían tenido problemas con la estabilidad emocional, habían abusado de las anfetaminas y tenían períodos de intensa depresión. Y, lo más sorprendente de todo, es que cuando aún eran teenagers ambas habían tenido la misma pesadilla recurrente; la pesadilla en cuestión a su vez era muy específica.Sentían que se estaban sofocando porquesusbocas estaban rellenas con perillas de puertas, agujas yanzuelos" (William Wright, 1999, p. 80). Aunque esto no lleva a concluir que los sueños son "hereditarios", el dato resulta provocativo y sugerente. Sería interesante observar las "interpretaciones" que estas gemelas habrían recibido, en el marco de psicoterapias individuales que incluyeran el análisis de los sueños.
En el territorio de losrasgos de personalidad, los coeficientes de heredabilidad son altos, a la luz del "Estudio Minnesota en Gemelos" (Bouchard, 1994). Por ejemplo, el coeficiente de heredabilidad fue de 0,60 para tradicionalismo, de 0,55 para bienestar emocional, de 0,55 para reacción al estrés, y de 0,45 para agresividad. Recientemente Laura Koenig y Matt McGue (2005), del equipo Minnesota, han enfatizado el hecho que los gemelos idénticos tienden a mostrar una conducta religiosa similar; los autores concluyeron que los factores genéticos son más determinantes del perfil de comportamiento religioso, que la influencia educacional y ambiental.
En un estudio precedente Bouchard (1981) asumió la hipótesis de que podrían encontrar algunos rasgos de personalidad cuya etiología fuerapuramente ambiental.Quedaron muy sorprendidos cuando les resultó imposible encontrar tales rasgos. "Mientras el grado de heredabilidad varió ampliamente – desde 0,30 hasta 0,70 – cada rasgo que midieron mostró al menos algún grado de influencia genética" (William Wright, 1999, p. 40).
Los estudios con gemelos criados separados pueden contribuir sustancialmente a esclarecer el rol de las predisposiciones genéticas en el ámbito de la personalidad. En una investigación conducida por destacados investigadores del "Minnesota Twin Study" (Tellegen, Lykken, Bouchard, Wilcox, Segal y Rich, 1988), se trabajó con 44 parejas de gemelos idénticos criados separados; y se los comparó con 44 parejas de gemelos criados juntos. Luego de responder a cuestionarios de autoevaluación, se encontró que las diferencias en características de personalidad – entre ambos grupos – eran muy pequeñas. Las correlaciones puntuaron entre 0,28 (para proximidad social en gemelos criados aparte), hasta 0,65 (para fuerza social en gemelos criados juntos). En bienestar emocional, los gemelos criados separados correlacionaron 0,47 y los criados juntos 0,58. Es importante señalar que, desde una perspectiva crítica, estos estudios han sido fuertemente cuestionados, en especial en lo relativo a la edad de separación y al grado en que esta separación haya operado. En el "Minnesota Twin Study", la mayoría de los gemelos criados separados habían sido separados entre los cinco y los seis meses de vida.
En otra variante del "Minnesota Twin Study", relacionada con gemelos criados aparte, se encontró que alrededor del 70% de la varianza en el coeficiente intelectual estaba asociado con variaciones genéticas. Adicionalmente, se encontró que "en múltiples medidas de personalidad y temperamento, intereses ocupacionales y uso del tiempo libre, actitudes sociales, los gemelos monocigóticos criados aparte fueron tan similares entre sí como los gemelos homocigóticos criados juntos" (Bouchard, Lykken, McGue, Segal y Tellegen, 1990, p. 223). Culminan su análisis señalando: "Esta evidencia en favor de una fuerte heredabilidad de la mayor parte de los rasgos psicológicos no significa que no importen las actitudes de los padres, la educación, y otras intervenciones propedéuticas" (p. 223).
Esta línea de conclusiones del "Minnesota Twin Study" se ha mantenido a través de los años. En un sentido genérico, y sintetizando la temática de los gemelos criados separados, los investigadores del "Minnesota Team" concluyen: "Aprendimos también que los gemelos idénticos criados separados eran tan parecidos en rasgos de personalidad como los gemelos idénticos criados juntos, demostrando que los genes compartidos y no los ambientes compartidos, subyacen primariamente a la similitud de los miembros de la familia" (Segal, 2000, p. 122). La conclusión es muy fuerte.
Curiosamente, el ambiente compartido por los gemelos no pareciera ser fuente de similitudes en rasgos. De este modo, se ha sostenido que "las nociones de entorno compartido y no compartido son el descubrimiento más importante de la genética del comportamiento" (Plomin, 2010, p. 65). Y existirían "muy pocas pruebas de influencia familiar compartida" (Plomin 2010, p. 66). Más aún, desde la genética conductual moderna, se viene cuestionando insistentemente la importancia del rol de los padres en la génesis de la personalidad del niño (Harris, 1999; Plomin et al., 2001). "En psicología y en psiquiatría se supuso, durante mucho tiempo, que las similitudes familiares se "aprendían por contacto con los padres. Pero hoy, con la genética, sabemos que la mayor parte de esas similitudes se explican por los genes" (Plomin, 2010, p. 65). De confirmarse esto, sería de la mayor importancia para nuestras teorías psicológicas acerca de la génesis de la personalidad.
Los niños adoptados, que crecen en hogares perturbados, aumentan su probabilidad de presentar alteraciones emocionales, en comparación con aquellos que fueron adoptados y crecieron en hogares menos perturbados. Sin embargo, a medida que los niños adoptados van creciendo, el efecto de sus padres adoptivos se va desvaneciendo, y el efecto de sus propios genes se va incrementando (Plomin et al. 2001).
El tema de latimidezinvolucra también significativas disposiciones genéticas. En el denominado "Estudio Louisville" con gemelos (R. S. Wilson, 1976), el rasgo inhibición social correlacionó 0,25 para gemelos fraternos y 0,71 para gemelos idénticos. Por otra parte, la tendencia a sentirse avergonzado presenta una correlación de 0,50 en gemelos idénticos (Plomin, 1990). Adicionalmente, se puede señalar que los gemelos idénticos tienden a reaccionar de un modo muy similar ante los extraños (Plomin y Rowe, 1987). Recientemente Plomin ha ratificado el relevante rol de la genética en la génesis de timidez: "La timidez es uno de los aspectos más hereditarios de la personalidad" (Plomin, 2010, p. 67).
A su vez niños que se muestran como muy tímidos a los dos años, tienden a mantenerse tímidos a los siete años (Kagan, Raznick y Snidman, 1988), lo cual sugiere también una fuerte predisposición biológica. En la revistaScience, Kagan (1988) ha señalado: "Sugerimos, aunque especulativamente, que la mayor parte de los niños que llamamos inhibidos, pertenecen a una categoría de niños cualitativamente distinta, que nacieron con un más bajo umbral de arousal límbico-hipotalámico para cambios inesperados en el ambiente, o para eventos novedosos que no pueden ser asimilados fácilmente" (Kagan, citado por William Wright, 1999, p. 92).
El supuesto de que la autoestima se adquiere fundamentalmente a través de la interacción con otras personas ha venido siendo desafiado desde el paradigma biológico. "Contrario a esta perspectiva, recientemente hemos mostrado en un estudio mujeres-mujeres monocigóticas y dicigóticas, que la semejanza en autoestima aparecía como generada ampliamente por factores genéticos" (Roy, Neale y Kendler, 1995, p. 820).
Por su parte Kendler et al. (1998) trabajaron con una muestra total de 3793 gemelos, de los cuales 1346 eran monocigóticos. A todos los gemelos se les realizaron entrevistas telefónicas