La belleza del mundo. Cory Anderson
contra una toalla que colgaba del asa del refrigerador. Sacó un vaso de plástico de un gabinete, lo llenó de agua del grifo y se quedó ahí parado, bebiendo, a la opaca luz de luna invernal. Las sombras de las ramas de los árboles se movieron sobre el suelo de linóleo.
Dejó el vaso medio lleno sobre el mostrador. Abrió todos los gabinetes. Bicarbonato de sodio. Platos de Pyrex. En la despensa, una lata de azúcar.
Se sentó a la mesa y leyó el correo que estaba allí. Junto al correo había un pequeño auto de juguete, un Ferrari verde. Tomó el auto y lo analizó bajo el frágil resplandor de la luna. Hizo rodar los neumáticos sobre la fórmaica, mientras observaba las pequeñas ruedas girar. Lo guardó en el bolsillo de su camisa.
Tomó la escopeta, se dirigió a la sala y abrió la puerta principal. Se paró bajo el alero e inspeccionó la noche. Su pálido aliento se elevó en una columna.
Oscuridad. Los árboles susurraban al viento.
Desde el cielo, un solitario copo de nieve descendió. Bardem cruzó el patio hasta la Land Rover y entró. Dejó la escopeta en el asiento del pasajero. Luego puso en marcha el motor, avanzó en reversa para salir y condujo con los faros apagados por la pálida carretera serpenteante.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.