Un mundo dividido. Eric D. Weitz
La soberanía tribal y, en general, los derechos de los indígenas son muy apreciados por los activistas y estudiosos indios y los promotores de la causa de los derechos humanos,143 que aplaudieron en 2007 la aprobación de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Esta declaración defendía el pleno ejercicio de los derechos humanos y la autodeterminación por parte de los pueblos nativos.144 Sin embargo, la soberanía tribal apenas ofrece ninguna protección a los individuos indios, en particular a las mujeres que sufren abusos. A quienes violan los derechos humanos en territorio tribal no se les puede juzgar en los tribunales federales. Las víctimas no pueden acudir más que a los tribunales tribales, donde es posible que se sienten los responsables de los abusos. En las reservas indias se defiende con vehemencia una idea de la soberanía propia de los siglos XVIII y XIX, que a veces tiene consecuencias terribles para los individuos indios.145
La historia de las interacciones entre los dakotas y los blancos del North Country pone de relieve la complejidad de la historia de los derechos. Hasta hoy no ha existido un criterio único para definir los derechos de los indios. Para los blancos de Minesota, la ciudadanía tenía la doble ventaja de permitir la colonización de las tierras indias y el establecimiento de derechos de propiedad individual. La única manera de asegurarlos era reduciendo considerablemente la población india con matanzas y expulsiones. El Estado nación estadounidense se proclamaba defensor de los derechos universales, pero, en el proceso de creación una república que se extendía del Atlántico al Pacífico, juzgó a muchos indignos de su protección.
Por oprimidos que estuviesen, los indios no eran esclavos. En el Nuevo Mundo, esta condición atroz se limitaba a los africanos y sus descendientes. La esclavitud era la antítesis de la condición de ciudadano con derechos, y su abolición constituyó uno de los mayores avances en derechos humanos de la época moderna. Si la derrota de los indios tuvo secuelas en los decenios siguientes, la esclavitud basada en la raza dejó una huella igualmente profunda: a los hombres y las mujeres liberados les fue muy difícil llevar una vida digna. A continuación, observaremos los mismos desastres y triunfos, las paradojas inherentes a la fundación de los Estados nación y al establecimiento de los derechos humanos, en el caso de Brasil.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.