Patricia Pinto, artista. Patricia Pinto
capacitaciones vinculadas con el manejo de técnicas para el control de las emociones o para la atención de personas en situación de crisis, capacitaciones muchas veces ligadas a la reducción del estrés laboral…, yo hace años que me analizo psicoterapéuticamente, practíco técnicas de respiración para la eliminación del estrés, medito y hago ejercicios de yoga a diario…, y hace más de diez años que profundizo, investigo y vuelco en mis proyectos artísticos,, conceptualizaciones referidas a esos temas que me atraviesan, y que me interesan, que están relacionadas con mi actividad laboral y también con mi vida personal.
(E): ¿Vos tenés una Serie de obras que se llama “Leyes”?
(PP): Si, a mí me gusta más llamarle “Colección” en lugar de Serie.
(E): ¿Por qué?
(PP): Por que “serie” me da la idea de producción industrial; a “Fordismo”6 o “Toyotismo”7. Si bien ahora sé que hay mucho del arte actual vinculado a esas teorías económicas, prefiero usar la palabra “colección”; la encuentro más relacionada con mí hacer arte hoy.
(E): ¿Y por qué “leyes”?
(PP): Porque son obras vinculadas a leyes polémicas en Argentina.
(E): ¿Qué tipo de obras son? ¿Cuadros? ¿Pinturas?
(PP): No, yo estaba buscando salir de lo bidimensional y en un viaje a Buenos Aires fui a tomar un taller “a la carta” al atelier de la artista Claudia Contreras. Esa visita marcó un antes y un después en mi vida como artista.
(E): ¿En qué sentido?
(PP): Yo buscaba salir de lo bidimensional, del plano. Ya había hecho varios talleres de pintura con texturas y mi visita a la casona de Claudia, en Parque Chas… [Hace una pausa], fue hermosa; su taller era un lugar increíble, colmado de papeles, obras, lápices, pinturas, herramientas dispuestas sobre una mesa de trabajo en un desorden aparente donde sólo ella podía encontrar algo... La artista proponía a través de Facebook la enseñanza de técnicas “a la carta” y así la conocí. Fue en abril o mayo, no recuerdo el mes..., de 2012. Me preguntó qué me interesaba, en qué andaba. Le dije que estaba haciendo unos bocetos referidos al tema del Matrimonio Igualitario y que también me interesaba el cuidado del medio ambiente. Hablamos de que en Chubut se estaba discutiendo fuertemente la Ley de Bosques y que nada de lo que estaba haciendo en “el arte” me convencia. entonces me preguntó si quería aprender a bordar le dije que yo sabía bordar... Me preguntó si conocía la técnica del gofrado, del grabado, el frotage, el collage… A todo respondí que sí. Mientras terminamos de tomar un té, que acompañamos con un budín de zanahoria y semillas delicioso, la dueña de casa fue hasta un armario que estaba colmado de libros. Sacó uno y mientras volvía hacia la mesa de té… me dijo: ¿Conocés la técnica del libro de artista? Me quedé totalmente sorprendida, no sabía de qué me estaba hablando y yo de “libros” sabía bastante. [RISAS] Claudia me explicó brevemente y me mostró algunas imágenes en su Mac. Me propuso que a mi regreso a Buenos Aires, que sería dos meses después..., le mostrara en ese libro, que aún tenía entre las manos, qué sabía hacer, qué técnicas o procedimientos manejaba. El libro era un “Manual de Religión Aplicada” del año 1942. Lo abrió justo en el capítulo: “El sacramento del matrimonio”. Leímos algunas acciones y nos echamos a reír...
(E): Y... ¿qué es un libro de artista?
(PP): Desde el punto de vista del artista, se puede definir como un soporte más, como un lienzo para el pintor o como la piedra o el bronce para el escultor; sus características hacen de él un medio con posibilidades mucho más amplias: el juego con el tiempo, que ocurre al poder pasar las páginas, retroceder, desplegarlas y leer un discurso plástico en secuencias espacio–temporales; la posibilidad de unión entre el dibujo, la pintura, la escultura, la poesía, las artes aplicadas, el libro de edición normal…, y los más variados y diversos procedimientos artísticos, desde los elementos plásticos tradicionales al video, la proyección o el mapping. Estas múltiples combinaciones proporcionan un sentido lúdico, experimental y participativo a la obra, ya que el libro de artista se puede ver, tocar, oler, hojear, manipular y sentir. El artista puede realizar sus obras no sólo sobre papel, cartón, lienzo o cartulina, sino también sobre metacrilato, madera, latón, bronce, cualquier material textil, lo que se le ocurra; la combinación múltiple de varias materias y hasta aportar materiales reciclados impresos o encontrados. Puede emplear todas las técnicas artísticas posibles desde el óleo a la electrografía, desde la acuarela a la infografía, desde el aguafuerte a la holografía… o la conjunción de varias de ellas. Su carácter interdisciplinar, permite al Libro de Artista ser un medio de expresión de muchos movimientos del Arte Contemporáneo, convertirse en poesía visual, en happening, en instalación, en escultura móvil, o libro móvil, o libro autobiográfico, entre tantos otros. A mi me permitió una libertad creativa total. No paré más de hacer libros de artista y de intervenir libros. De hecho, esa primera colección: “Leyes”, son veintidós libros que produje en un año.
(E): ¿Cuál fue el primero?
(PP): “Sueño verde, minería a cielo abierto. Ley 5001”. El soporte fue la novela de Peter Rainier: “Fuego Verde”. Un ejemplar de 1945.
(E): Y..., ¿qué técnicas usaste?
(PP): Bordado, pintura, dorado a la hoja, calado, esculpido; tramado; trabajé con la iconografía y muchas técnicas más. El objetivo era mostrarle a Claudia, a mi regreso a Buenos Aires, que sabía hacer…? Llevé esa obra en proceso: “Falsa identidad, Ley 26.743 de Identidad de Género”. En ese caso el soporte era la novela de David Morel: “Falsa Identidad”.
(E): ¿Y por qué camino siguió tu producción de obra? ¿seguiste viajando a Buenos Aires?
(PP): Desarrollé otras colecciones de libros: “Lecciones de Psicoanálisis” y “Laberintos”, por ejemplo. Ese mismo año, empecé a participar en espacios clínicos con distintos artistas y curadores; fui incursionando en otros formatos. Como viajo a Buenos Aires cada dos meses, porque voy a consulta con mi analista, aprovecho los viajes para sumar otras experiencias relacionadas con mi ser artista. Dicen que “Dios atiende allá”8 [RISAS]
(E): El cuerpo de obra, por ejemplo, de la muestra “Resiliente”, que hiciste en el año 2017 en el Centro Cultural de Rada tilly, en Chubut, o la colección: “El cordón rojo”, que se exhibió en oportunidad de la inauguración del Museo del Inmigrante Portugués (MIP) de Comodoro Rivadavia, proyecto también de tu autoría, toca la temática de la identidad, de los ciclos vitales y el legado que recibiste de tus ancestros, de tu familia...¿es esto así?
(PP): Sí... así es. A ver... ¿cómo te cuento de esto?... La enfermedad de mi madre y el duelo por su partida, elaborar ese duelo...atravesar ese dolor; llevó a hacerme montones de preguntas: ¿qué es ser madre?, ¿con quienes nos identificamos?, quiénes nos dejan huellas perdurables?, ¿qué recordamos y qué olvidamos?, ¿qué significan las palabras: tía, prima, abuela, nuera, nieto, yerno? A mi entender, esos y muchas otras como: soltera, joven, viuda, puta, divorciada, hija, profesional, gorda madre, vieja, rubia, víctima; perteneciente a pueblos originarios; ama de casa, asalariada, extranjera, morocha, gay,