Los desafíos de la vida. Claudio Rizzo
Indice
Presentación
1ª Predicación. “El sentido de la Cruz y nuestros desafíos I"
2a Predicación. “El sentido de la Cruz y nuestros desafíos II”
3a Predicación. “El sentido de la Cruz y nuestros desafíos III”
4a Predicación. “El sentido de la Cruz y nuestros desafíos IV”
5a Predicación. “El sentido de la Cruz y nuestros desafíos V”
6a Predicación. “El sentido de la Cruz y nuestros desafíos VI”
7a Predicación. “El sentido de la Cruz y nuestros desafíos VII”
8a Predicación. “El sentido de la Cruz y nuestros desafíos VIII”
9a Predicación. “El sentido de la Cruz y nuestros desafíos IX”
10a Predicación. “El sentido de la Cruz y nuestros desafíos X”
11a Predicación. “El sentido de la Cruz y nuestros desafíos XI”
12a Predicación. “El sentido de la Cruz y nuestros desafíos XII”
13a Predicación. “El sentido de la Cruz y nuestros desafíos XIII”
14a Predicación. “El sentido de la Cruz y nuestros desafíos XIV”
15a Predicación. “El sentido de la Cruz y nuestros desafíos XV”
16a Predicación. “El sentido de la Cruz y nuestros desafíos XVI”
17a Predicación. “El sentido de la Cruz y nuestros desafíos XVII”
Presentación
Con gran gozo interior me agrada poder presentarles mi noveno libro titulado “Los desafíos de la vida”. El primero, siguiendo un orden cronológico que publicamos con la Editorial Guadalupe que me acompaña en este servicio a los hombres es “El sentido de la vida”. El segundo “La Ansiedad y nuestros interrogantes”. El tercero “La soledad en estos tiempos”. El cuarto “El Amor no procede con bajeza” (la histeria, las crisis, los traumas). El quinto “Nuestros enojos: conflictos enigmáticos”. El sexto “Dios perdona y olvida”. El séptimo “El crecimiento empieza donde la acusación termina” (sobre el Sentimiento de culpa - la conciencia dudosa/errónea y los escrúpulos). El octavo “La verdad, fuente de santidad” (La verdad y el Amor versus la mentira y la envidia).
A lo largo de la vida, ¿quién no ha tenido y tiene desafíos que afrontar? Entiendo que es una temática recurrente en todo ser humano. El modo en que lo afrontemos aducirá el resultado de la vivencia de cada desafío. Están presentes en todas nuestras dimensiones. Hay desafíos culturales, nocionales, sociales, económicos, intrapersonales, interpersonales, religiosos, éticos y espirituales.
En relación al libro que les presento hago una puntuación en los desafíos éticos, intrapersonales, en los religiosos y en los espirituales. Estos cuatro, a mi entender se despliegan en nuestro mundo psíquico, biológico y espiritual. Como nos enseña San Gregorio Magno: “Cada hombre es un microcosmos”.
El tiempo transcurre y nos damos cuenta que según el crecimiento que hayamos logrado en nuestra comunión con Dios seguramente habrá sabiduría para poder encausarlos en Dios. No obstante, no todos logran un desarrollo de vida interior. Algunos quieren y no tienen quiénes los acompañen, otros sí y tal vez no saben aprovechar lo que tienen a su lado –se distraen–; otros son “intimistas” (no permiten ser instruidos lógicamente por los que saben). La gama es muy amplia… Y otros como ustedes lectores aprovechan verdaderamente de todo lo que tienen en sus manos.
Me he encontrado con personas de un sentido común muy desarrollado y he comprobado que este desarrollo les permite ser prudentes, sensatos en el modo de abordar sus desafíos.
En la vida de fe podemos lograrlo. Tenemos todo a disposición: los Sacramentos –de modo singular la Eucaristía– la formación interdisciplinaria, experiencias de oración personales y comunitarias, experiencias que adherimos al poder que engendra la Palabra de Dios en nosotros hasta que aprendemos algún día que nunca conviene instalarse en un desafío sino atravesarlo de la mano de Dios Trinidad, de la Virgen y de la Iglesia.
En este libro los planteos que forman parte de mi enseñanza son muy precisos. Dependerá de cada uno asumirlos, profundizarlos, hacerlos vida.
Entiendo que lo significativo de este libro “Los desafíos de la vida” se centra en las prioridades maduras y definidas de todos los que somos buscadores de Dios. Según sean nuestras opciones “maduras y definidas” los desafíos ciertamente nos garantizan la santidad de nuestras vidas.
Al referirme a la santidad quiero señalar el deseo de Dios para el hombre: “vivir en alianza con él”. En Gn 9, 11 la Palabra nos revela: “Yo establezco mi alianza con ustedes”. Paralelamente, a través del profeta Ezequiel 36, 28 encontramos: “Ustedes serán mi pueblo y yo seré vuestro Dios”. Como bien sabemos nos enseña nuestro Señor Jesucristo: “¿Quieres ser mi discípulo? Toma la cruz de cada día y sígueme”. No hay duda en la experiencia cotidiana que la Cruz es el desafío de cada uno. Cuando los desafíos aparecen también recordemos que “la Cruz es fuerza de Dios”, 1 Co 1, 18. Señalo, como lo podrán apreciar las distintas reacciones que nosotros, los hombres, tenemos frente a los desafíos de la vida.
Mis libros se orientan a la relación Fe-vida dado que el cristianismo no es una filosofía, lo cual queda en aquello que pensamos, sino que es esencialmente un modo de vivir.
La atención a tantas personas, las predicaciones de retiros y ejercicios espirituales desde hace treinta y tres años consecutivos me han aportado mucho. Intentar aconsejar, consultar a quienes más saben, hacer silencio y orar en el tiempo antes de una devolución frente a desafíos álgidos siempre me ha favorecido para poder favorecer.
Deseo de corazón que al igual que mis otros libros, también éste contribuya a la reflexión interior y así oriente sus vidas siempre hacia el Evangelio de Cristo el Señor.
Agradezco una nueva y renovada vez al Padre de Bondad que en su Hijo Jesucristo me da esta posibilidad de llegar aún con mis escritos a tantas personas. Asimismo, a la Virgen –Madre de la Iglesia– va mi sincero agradecimiento. Sumo mi gratitud por la animación de mis hermanos en la fe, amigos, oyentes de radio de tantos años y otros de hace poco que continuamente valoran todos los libros que, con el apoyo de la Editorial Guadalupe, desde su director el Padre Pedro, verbita y equipo, me brindan y alientan para llegar a editar esta colección.
Que quienes lean este Libro sean altamente bendecidos.
Claudio Rizzo.
1ª Predicación: “El sentido de la Cruz y nuestros desafíos I”
“El mensaje de la cruz es una locura
para los que se pierden,
pero para los que se salvan
–para nosotros– es fuerza de Dios”.
1 Corintios 1, 1, 18.
Simbólicamente la Cruz de Jesús es signo de seguimiento y pone delante de cada uno la pregunta decisiva: ¿aceptas mi cruz?, ¿aceptas los desafíos de la vida? Claro que a medida que tenemos más experiencia de Jesús vamos descubriendo la conjugación de nuestra vida con la suya. El sentido se logra por medio de la identificación con Cristo. Siempre Jesucristo, para nosotros, hombres de fe, provoca una seducción que solo se experimenta en el Camino de un seguimiento incondicional, en la relación comunitaria y personal con Cristo y Su Iglesia.
En la vida se suscitan inquietudes y problemas los cuales podemos tildar como preocupantes, complejos, especiales… Para el creyente las cosas no son ni se tornan fáciles o difíciles, lo cual equivaldría a pauperizar en cálculos humanos los desafíos, sino más bien en simples o complejas. La simpleza o complejidad están sujetas a nuestras circunstancias internas y/o externas propias (cultura, amistades, medio ambiente). El grado de crecimiento interior es fundamental para poder afrontar cada desafío.
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