La ventaja vegetariana. Don Hall

La ventaja vegetariana - Don Hall


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Bridget M. Kuehn, “FDA Targets Antibiotic Use in Livestock” [El uso de antibióticos en el ganado en la mira de la FDA], Journal of the American Medical Association [Revista de la Asociación Médica Norteamericana] 304, n° 4 (2010), p. 396.

      Prevenga las enfermedades cardíacas

      Mantener el corazón sano es el fundamento para una buena salud general. Cada acción que realizamos y cada pensamiento que formulamos dependen de los latidos del corazón, que envía alimento a todas las células del cuerpo. Si el corazón deja de latir, quedaremos inconscientes en veinte o treinta segundos. Si nuestra circulación no se restablece en unos pocos minutos, nuestras células cerebrales comienzan a morir, e inmediatamente después, la vida acaba. El dicho de que estamos a un solo latido de distancia de la eternidad es verdaderamente cierto. Entonces, quizá no debería sorprendernos que la enfermedad del corazón sea la causa número uno de muerte en los Estados Unidos.

      El tipo más común de enfermedad del corazón es la enfermedad coronaria, la cual produce angina de pecho (dolor en el corazón) y ataques cardíacos. Los ataques cardíacos, suelen ocurrir de forma inesperada y sin aviso. Una persona puede estar bien un día, sin presentar síntomas de problemas cardíacos y, al día siguiente, tener dolor en el pecho, sudoración, dificultad para respirar y náuseas: ataque cardíaco. ¿Qué sucedió?

      Es probable que, a lo largo de varios años, un proceso de enfermedad llamado ateroesclerosis haya estado ocurriendo en las arterias coronarias de la persona que suministran oxígeno y nutrientes al corazón. La ateroesclerosis es una acumulación de colesterol, grasa y otras sustancias que dañan las paredes de las arterias. El área afectada, similar a una cicatriz, se denomina placa ateroesclerótica.

      Esta placa lesiona el revestimiento de la pared arterial, causando turbulencia en la circulación sanguínea y estrechando la arteria, lo que dificulta el paso de la sangre. Los síntomas de este problema no aparecen hasta que el 90-95% de la arteria se ha tapado o la persona sufre un ataque cardíaco.

      Los ataques cardíacos ocurren cuando la placa ateroesclerótica se rompe, a causa de la inflamación. Luego, las plaquetas en la sangre empiezan a adherirse a la herida en la arteria, con el fin de detener el flujo de sangre y curar la lesión. Cuando la obstrucción llega a ser tan grande que tapa la arteria y la sangre no puede circular, el corazón se ve privado de oxígeno y nutrición, y el tejido muscular empieza a morir, disminuyendo así la función cardíaca. (El corazón es, en esencia, solo un músculo especializado.) Si una gran parte del corazón muere, este no puede funcionar adecuadamente por más tiempo y la víctima del ataque cardíaco morirá. En muchos casos, el daño hace que el corazón lata de forma irregular, reduciendo el suministro de oxígeno.

      A menos que alguien utilice un desfibrilador para realizar electroterapia al corazón y restablecer la circulación, la víctima del ataque cardíaco morirá. Aunque él (o ella) sobreviva, el daño permanecerá y la función cardíaca se verá disminuida.

      ¿Cuáles son las causas de la ateroesclerosis, es decir, la obstrucción de las arterias? Una es el exceso de colesterol en la sangre. Cuanto más colesterol haya, mayor será la probabilidad de que se acumule una parte en la pared arterial, dañándola y, finalmente, obstruyendo la arteria.

      La ateroesclerosis es causada también por otras sustancias que lesionan la pared arterial. Esa lesión aumenta la velocidad a la que el colesterol y la grasa se depositan en la arteria. ¿Y qué es lo que daña las paredes arteriales? El fumar, la hipertensión arterial y niveles muy elevados de colesterol, especialmente de colesterol oxidado.

      La inflamación también juega un papel en la enfermedad arterial. A medida que la pared arterial es afectada, puede inflamarse, y esto acelera el crecimiento de la placa ateroesclerótica. Asimismo, la inflamación puede causar la rotura de la placa, provocando un ataque cardíaco.

      ¿Qué podemos hacer para prevenir la enfermedad del corazón y los ataques cardíacos? Debemos evitar cualquier cosa que dañe las arterias. Entre los villanos figuran la obesidad, la hipertensión, el fumar, los niveles elevados de colesterol, el colesterol oxidado e, incluso, los altos grados de estrés. Afortunadamente, los cambios en la alimentación y el estilo de vida pueden anular en gran medida estas causas de enfermedad coronaria, y pueden también disminuir la inflamación. Dos de los beneficios del cambio en el estilo de vida mejor documentados son la pérdida del exceso de peso (una dieta vegetariana ayuda en este punto) y el incluir actividad física de forma regular. Ambos contribuyen a la reducción de la proteína C reactiva ultrasensible (hsPCR), un marcador de inflamación que está estrechamente ligado al riesgo coronario. A medida que la inflamación disminuye, también lo hace la probabilidad de que se forme una placa y de que esta se rompa, provocando ataques cardíacos.

      Previniendo ataques cardíacos

      Una dieta vegetariana ayuda a prevenir la enfermedad cardíaca de varias maneras. El primer paso en la prevención de la ateroesclerosis es la disminución de los niveles elevados de colesterol sanguíneo, específicamente el nivel de lipoproteínas de baja densidad (LDL), el tipo de colesterol que es el principal componente en las placas que provocan lesiones e interrumpen la circulación sanguínea. Al disminuir el nivel de colesterol LDL, también lo hace el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.

      Si bien obtiene colesterol de los alimentos que comemos, nuestro cuerpo produce la mayor parte del colesterol que circula en la sangre. La cantidad de colesterol que el cuerpo produce depende de la cantidad de grasa saturada que ingiere. El colesterol y la grasa saturada en nuestra dieta provienen principalmente de alimentos de origen animal; carnes y productos lácteos enteros, incluyendo manteca, crema, helado, queso, leche entera y huevos. Cuando las personas dejan de consumir carne, lácteos y huevos (adhiriendo a una dieta vegana), o consumen lácteos bajos en grasa o libres de ella, y pocos huevos por semana (típico de una alimentación lacto-ovo vegetariana), los niveles de colesterol en sangre caen rápidamente, hasta un 20-30% en unas pocas semanas.

      El diseño del estudio planteaba que las tres comidas que les suministráramos a los participantes cada día, durante cuatro semanas, fueran prácticamente libres de colesterol; una dieta vegetariana que incluía un sustituto del huevo libre de colesterol y un poco de leche descremada. Les proporcionamos numerosas frutas frescas, panes integrales, cereales de grano entero, una variedad de legumbres, frutos secos, semillas y algunos productos vegetarianos elaborados con porotos de soja.

      Los niveles de colesterol de los participantes descendieron radicalmente desde el principio. Para la segunda semana, el colesterol promedio del grupo había caído de 280 a 220 mg/dl; y a las cuatro semanas, todos los sujetos del estudio estaban por debajo del nivel recomendado de 200 mg/dl. Fue realmente asombroso ver cuán rápido sus organismos cambiaban una vez que se remplazaban la carne, la manteca, el queso y otros alimentos ricos en colesterol por alimentos de origen vegetal, libres de colesterol y fuentes de fibras.

      Después de graduarme, trabajé durante algunos años como nutricionista y dietista para la American Heart Association [Asociación Americana del Corazón], dando clases a enfermeras y otros profesionales de la salud acerca de cómo comer para tener un corazón saludable. En ese tiempo, asistí a una conferencia sobre alimentación y salud


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