Preparación para la maternidad: un compromiso de amor. Mirith Vásquez Munive
afectiva
Me amo y te amo mi bebé. Por eso día a día fomento mi autoestima
¿Quién soy yo? ¿Quién es (su nombre)? ¿Cómo me proyecto?
Lo mejor de mí; lo demás lo puedo mejorar
Dedicatoria
Este libro está dedicado
A Dios que inspiró esta creación y señaló el camino para lograrlo.
A los estudiantes de enfermería que, con su empeño, sus experiencias y su colaboración hicieron posible esta publicación.
A las gestantes que mostraron la necesidad de esta intervención.
A la Universidad del Magdalena, especialmente a su editorial, que facilitó este proceso.
Introducción
La maternidad es una condición gratificante para la mujer y retadora para toda la familia. Un hijo implica cambios en todas las esferas de la vida, por lo tanto, es un proceso adaptativo que requiere preparación. En Colombia, esta preparación la debe realizar la institución proveedora de salud a la cual esté afiliada la gestante, y es enfermería la profesión encargada de cumplir esta condición.
La Organización de las Naciones Unidas promulgó en el 2015 los objetivos de desarrollo sostenible, dentro de los cuales habla de promover las oportunidades de aprendizaje durante toda la vida, posicionando la educación como la estrategia por excelencia para lograr cambios fundamentales en la salud y la calidad de vida de los ciudadanos (ONU, 2015).
Considerando el elevado costo social de los casos en que hay precarización del cuidado a la gestante y la necesidad de la academia de capacitar, brindar asistencia técnica y acompañamiento al profesional de enfermería en este cuidado, se considera que desde la formación esta línea debe estar suficientemente fortalecida y cada enfermero debe tener las competencias para realizar cuidado oportuno y eficiente a cada gestante (Montoya et al., 2017).
Si como sustenta la literatura las vivencias de la madre tienen un efecto innegable en la vida del feto, la gestante debe gozar con su maternidad, identificarse con ella, cuidarse y ser una convencida de que de cada cuidado que se prodiga obtiene beneficios dobles: uno para ella misma y otro para el bebé; y que ambos, en la medida en que se fortalece el lazo que los une, progresan en una relación que rebasa la mera relación física, y llegan a un plano de identificación y gratificación emocional (Antolines y Lafourie, 2017). Sin duda alguna, aunque la naturaleza marca de forma casi ontológica la conducta que la gestante debe tener para propender por una buena salud para ella y su bebé, potenciar los cuidados a partir de una educación dirigida fortalece los efectos benéficos.
Uno de los objetivos del desarrollo del milenio es priorizar la población materna e infantil, proporcionando salud y desarrollo en esta población. Por ello, aquí se proponen intervenciones a este grupo, utilizando el modelo cognoscitivo y según la taxonomía de Bloom, para llegar a la aplicación de los talleres propuestos. Esta propuesta contiene una serie de sesiones destinadas a lograr la relajación, marcar pautas en conductas saludables, estimular al feto y fortalecer la comunicación madre-hijo, o del triángulo madre-padre-hijo en el caso en que interactúen los tres. Cada sesión es un paso por las diversas formas de estimulación y un peldaño más que se asciende hacia la cúspide de la identificación emocional entre los miembros de la familia gestante.
Entonces, cada una de estas sesiones estará precedida de un espacio para la relajación, teniendo en cuenta que este es un aporte especial a la salud de la madre y, por ende, a la salud del hijo. Continúa con una sesión de ejercicios y luego se hace una sesión educativa, además de un taller de estimulación en un ambiente que favorece la interacción madre-hijo a partir de la aromaterapia. Todo este enfoque holístico busca fomentar la salud física, la salud mental y la salud espiritual.
Con esta guía, estudiantes de enfermería, egresados y todo el personal de salud que trabaja en las diferentes EPS contará con un material para implementar el curso de preparación para la maternidad en sus instituciones. En el primer capítulo encontrará unos referentes teóricos muy puntuales, indispensables para forjar la base científica en la cual se sustentan las actividades de intervención a la gestante y además las sugerencias para la organización de las sesiones.
El segundo capítulo está destinado a desarrollar las actividades comunes a todas las sesiones. En este aparte están contenidos la terapia de relajación con la cual se debe iniciar cada sesión; los ejercicios recomendados a todas las gestantes y los ejercicios de preparación de la zona perineal, llamados también ejercicios de Kegel; una sesión de reflexología podal para embarazadas; y la aromaterapia como método para lograr armonía con el medio ambiente y actitud positiva hacia la preparación maternal.
En el capítulo número tres se desarrollan las actividades que corresponden a una temática especial. Estas tienen un desarrollo individual en cada una de las sesiones. Cada vez que se reúnan las gestantes, debe trabajarse con ellas educación prenatal especial, talleres de fomento de la autoestima y talleres de estimulación fetal. La información y los talleres de que trata esta sesión no se repiten a lo largo del curso para la gestante.
Consideraciones pedagógicas
Esta propuesta de intervención a las gestantes está enmarcada en el modelo pedagógico constructivista (Ortiz, 2015) en el que la motivación del estudiante por aprender lo lleva a ser sujeto activo en la construcción de su conocimiento. Eso sucede a través de la apropiación de los saberes y la integración de procesos cognitivos que se dirigen hacia el nivel de aprendizaje aplicativo, según la taxonomía de Bloom (Morales, 2018). En ese punto, el estudiante, después de haberse documentado conceptualmente, comprende el espectro teórico y luego lo aplica concretamente, en este caso, al cuidado preventivo de la gestación.
En la enseñanza superior se privilegia la adquisición de competencias como resultados de aprendizaje, de tal forma que el estudiante adquiera conocimientos y forje habilidades. Al respecto, los niveles de competencia propuestos por Benjamín Bloom (Kutugata, 2017) son una taxonomía que jerarquiza por niveles de complejidad las actividades de los estudiantes, conjugando tres aspectos vertebrales: cognición, habilidad psicomotora y afectividad. El dominio cognoscitivo se refiere al conocimiento, la memoria y la adquisición de habilidades, capacidades y herramientas intelectuales. El dominio afectivo se refiere a actitudes, valores e intereses en los que se basa el desarrollo actitudinal. Y el dominio psicomotor es la coordinación entre la capacidad mental y la actividad motora: la materialización del rol disciplinar.
Para Bloom, el dominio cognoscitivo tiene seis niveles (Caiero, 2019) que son la base de la adquisición de competencias y constituyen categorías de destreza en