INCLUSIVO, un lenguaje hacia la(s) equidad(es). Malena Zabalegui
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MALENA ZABALEGUI
INCLUSIVO
un lenguaje hacia la(s) equidad(es)
Zabalegui, Malena
Inclusivo, un lenguaje hacia la(s) equidad(es) / Malena Zabalegui. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2021.
150 p. ; 20 x 14 cm.
ISBN 978-987-87-1449-3
1. Inclusión. I. Título.
CDD 306.449
EDITORIAL AUTORES DE ARGENTINA
Mail: [email protected]
Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723
Impreso en Argentina – Printed in Argentina
Índice de contenido
Prólogo
El lenguaje inclusivo tiene un carácter fundamentalmente político. Afirmante y resignificador al mismo tiempo, visibiliza en apenas segundos, en frases (o –como esta hermosa propuesta de Malena Zabalegui– en libros), todo aquello que han querido callarnos por siglos.
Un libro que incursiona en cada rincón histórico, político y militante del lenguaje inclusivo. Un texto interactivo a la hora de que le lectore acompañe las reflexiones de su autora, las moldee y las visualice a partir de su propia experiencia con la lucha feminista (la cual puede ser militante, reaccionaria o tocando de oído), pero que, indudablemente, todes tuvimos o tenemos.
Hace un tiempo ya, les jóvenes estamos marcando la cancha. El lenguaje es sólo una expresión de nuestra lucha en busca de garantizar más derechos y equidad. En esta construcción de justicia social, se encuentra la militancia de las distintas y diversas identidades, de cuerpes que no son hegemónicos, de jóvenes que militan para promover un vínculo sustentable con el medio ambiente, la lucha de les migrantes, les afrodescendientes y, por supuesto, la transformación de instituciones como la Política y el Estado.
Tiembla entre cantos, bombos, banderas y pañuelos el último subsuelo de nuestra P(M)atria Grande y organizada. Porque nos hermanamos, sabiendo que no nacimos para menos que libres.
Natalia Mira 1
EXORDIO
En 2018, durante el primer debate parlamentario por la legalización del aborto en Argentina, una impactante marea humana colmó las calles aledañas al Congreso de la Nación en reclamo por sus derechos sexuales y no reproductivos. Calculada en un millón de personas, la masiva participación fue absolutamente transversal a todas las edades, pero sorprendió en su momento la arrolladora presencia callejera de adolescentes, un grupo etario históricamente desestimado en tanto actor social. Aun así, lo más llamativo del fenómeno juvenil resultó ser el uso fluido de “lenguaje inclusivo”, una original gramática hasta entonces en gran medida desconocida por el mundo adulto. Sin esperar ni desear una legitimación oficial, el discurso adolescente se pobló entonces de “chiques empoderades” y hasta de femineidades con “cuerpas diversas” que enfurecieron a los sectores conservadores tanto como maravillaron a los sectores progresistas.
Pero, ¿qué entendemos exactamente por lenguaje inclusivo? ¿Es lo mismo que lenguaje no sexista? ¿Se trata de una transformación lingüística o de una denuncia social? ¿Valen por igual todas las versiones de lenguaje inclusivo? ¿Es una simple jerga urbana adolescente? ¿Debemos consultar a la Real Academia Española y a la Academia Argentina de Letras? ¿Propone o impone? ¿Es posible avalar el género gramatical “masculino universal” y no tener intención de discriminar a las identidades que se construyen por fuera de la masculinidad? Si una persona ya es no sexista, ¿es necesario que modifique su discurso?
La aparición del lenguaje inclusivo en la escena pública, así como su rápida propagación e institucionalización posterior en vastos sectores de nuestra comunidad lingüística, despiertan todo tipo de preguntas, dudas e inquietudes. Ojalá este trabajo contribuya a responderlas… y a generar otras nuevas. Siempre.
ENSAYOS PREVIOS
Si bien el lenguaje inclusivo ganó notoriedad en 2018, la estrategia de intervenir la lengua con determinada intencionalidad política2 no es un fenómeno novedoso. Ni en nuestro país ni en el mundo, tal como veremos más adelante. En Argentina, hace varias décadas que diferentes actores sociales (no casualmente, grupos subalternizados en términos de identidad sexual3) vienen ensayando diversas maneras de evitar que nuestro idioma funcione como una tecnología invisibilizadora y discriminadora de determinadas identidades.
Ya en los años ´70 y ´80, durante la Segunda Ola del Feminismo local, las activistas argentinas denunciaban el carácter sexista del plural “masculino universal” y expresaban su repudio ante el hecho de que el género gramatical masculino pudiera nombrar a la vez lo universal y lo particular, mientras que el género gramatical femenino sólo sirviera para designar lo específico. Si la palabra “hombre” podía aludir tanto al Hombre-Humanidad