Bailén. Benito Pérez Galdós

Bailén - Benito Pérez Galdós


Скачать книгу

      —Sí..., pues que las quiten; es cosa fácil. ¡Demonios de Juntas! Y las muy simples están formando unos ejércitos..., cosa de juego, señor de Santorcaz; cuatro gatos que estaban ahí en el Campo de San Roque con unos cuantos cañoncillos.... Y también han dado en armarse los paisanos, lo mismo en Castilla que en Cataluña, así en Valencia como en Andalucía.... Pero eso no vale nada; son hombres de alfeñique y alcorza, y no digo yo con balas, con saliva les destruirán los franceses.

      —¿Y todo lo que sabe usted se reduce a que la Junta de Sevilla está formando un ejército con las tropas de San Roque, que manda Castaños, y las de Granada, que están a las órdenes de Reding? Pues eso lo sabe todo Madrid.

      —Mira, Fernández—dijo oficiosamente doña Gregoria—, haces mal en revelar lo que sabes por tan buen conducto, porque yo no soy lerda para conocer que lo que hace nuestro ejército no debe decirse. Y si no, pongo por caso: si tú, que estás enterado de todo, a causa de tu gran tino para la guerra, descubres lo que hace el ejército de Andalucía y llega a oídos del francés, puede aprovecharse de la noticia, y entonces....

      —¡Qué ha de aprovecharse, mujer, ni qué entiendes tú de estas cosas! Al contrario, yo quiero que el Sr. de Santorcaz vaya con el cuento. Y también en Castilla....

      —Otro ejército, sí, compuesto de Guardias de Corps, acostumbrados a hacer la guerra en los palacios, de estudiantes, de paletos y contrabandistas—dijo Santorcaz, dando tregua a las bromas y hablando con completa seriedad—. Es una desgracia para nosotros el tener que confesar que no podemos batirnos con los franceses. ¿Qué importa que se armen multitud de paisanos, si esas turbas indisciplinadas, antes que ayuda, serán elemento de ruina para el escaso ejército español? ¿Qué obstáculo pueden ofrecer a los que han sometido la Europa entera estos infelices alucinados, a quienes engaña su ignorancia? ¿Tienen idea de lo que significan la previsión, la táctica, el genio de un jefe experto, para decidir la victoria? Es triste cosa haber llegado a tal extremo por las torpezas de nuestros reyes; pero una vez aquí, no hay más remedio que someterse a lo que la Providencia ha querido hacer de nosotros. España no puede resistir la invasión, porque si la resistiera haría un milagro, una sobrenatural hazaña nunca vista. Condenada a ser de Napoleón y a ver sentado en su trono a un rey de la familia imperial, lo más cuerdo es resignarse a ésta con la conciencia de haberla merecido.

      —¡Que España será francesa, que España será de Napoleón!—exclamó el Gran Capitán, encendido en violenta ira—. Sr. de Santorcaz, usted es un insolente, usted es un deslenguado, usted no tiene respeto a mis canas. Ya, ¿qué se puede esperar de un trapisondista calavera, como usted, que abandonó a su familia por irse a extranjis a aprender malas mañas? ¡Decir que España ha de ser francesa! Salga usted de mi casa, y no ponga más los pies en ella. ¿Qué te parece, Gregoria? Mujer, ¿te estás con esa calma y no bufas de cólera como yo?

      Y levantándose de su asiento, indicó a Santorcaz con majestuoso gesto la puerta de la sala; mas como D. Luis no tuviera humor de marcharse, porque todos los días se repetía la misma escena sin resultado alguno, preparábase a comer tranquilamente, dejando que se desvaneciera, como efectivamente se desvaneció, sin efusión de sangre, la ira de su honrado amigo. Durante la comida gruñó un poco D. Santiago; pero la prudencia y discreción de su esposa evitaron un choque que pudo haber tenido calamitosas consecuencias.

      Конец ознакомительного фрагмента.

      Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

      Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

      Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

/9j/4AAQSkZJRgABAQAAAQABAAD/2wBDAAMCAgMCAgMDAwMEAwMEBQgFBQQEBQoHBwYIDAoMDAsK CwsNDhIQDQ4RDgsLEBYQERMUFRUVDA8XGBYUGBIUFRT/2wBDAQMEBAUEBQkFBQkUDQsNFBQUFBQU FBQUFBQUFBQUFBQUFBQUFBQUFBQUFBQUFBQUFBQUFBQUFBQUFBQUFBQUFBT/wAARCAWgA4QDASIA AhEBAxEB/8QAHgAAAQQDAQEBAAAAAAAAAAAAAQACAwQFBgcICQr/xABnEAABAwIEBQIDBwEFBAQG AiMBAgMRAAQFEiExBgcTQVEiYQgUMgkjQnGBkaEVFjNSscEkYtHhcoKi8BclQ5KTsvEZOFNVY3N2 lLO0whg0NnSDo9ImJ0RGR1RkhNQoRVZXZXWFldP/xAAbAQEBAQEBAQEBAAAAAAAAAAAAAQIDBAUG B//EADgRAQACAQMDAwMDAgUDBAMBAAABEQISITEDQVEiMmEEE3GBkaFC8BQjM7HBBWLRFVJy4UNT koL/2gAMAwEAAhEDEQA/APC/KLGL5zFjaqcW5aqQcwVqEntWJ5s267TH0hAISoTp5ms/hbdylF0z hH9/EBSN/eD5ipMN4MvMQSpWLNrDYVKE3H1e512FcLubc+N1TlI/c3Llwy6VKtkpBE7JV7VtPF19 i2Gu2ow1oraV9ZS3nJM6A+BRxnAbqzwVlnAUhhQXLgZISpQjzWYsU3TOHW6bs5roIAcI7qrlntla X3ObccLaCtOVZAKkjse4rVFYxjJ4rNsWlfJ9SMuT05P8WamY8zjjvEDS7RTgtvTkyqhCfOYfvW2L 9QIBGbxXL2/qKl+463avLZTndSglCT3MaVrvBmLYnfXT6LzOtlKZCloywqdtqq4JaY01jy1XfW6P q6ilqlCvEf8AKs7iyri4wu5TYuTcRAyKE76ge8UqI2Vc4hur20wh12wQVPgjZOYhPcgd6fw5eXt3 g7Tt+nK+ondOUlPYkdqxHBjWI21k/wD1AuJTmBbDx9QHffYbU7jFvEbmyYGHlxScx6gaVCiO36VK /pDOMcUxWzetkWCFdNY1UhGYlU7HxWUHUUw2p1IS4UgrA2BjWmYKbi3wu3RfOTcBMKKlaz2E9ztW tcSWWMuY+ldt1izKekpB9CdNZ/netRF7KwysVxRXEBbzOT1cvQjTLPj8u9ZzH3XWsOuFW+rqRpl3 A7msjiDiQXWm3G/m+mYEjNMfvWiYPb3qcYbJQ4kpV96pQIEd5NdY33Uzh+8uXcQCC4txspJXmMge 9WeKLpxDLIaX90qcykHc+Ku46lFxh7gsFNrhUuhmJI/T3rC4N9yHVvwm1Ig9QaFXtW/kHBrxQZd6 7kNAgJUtXfuKweKvqdvHCVZgCQnxFX8bWhy4CmiksZQEZdh5rHIWyG1hwSr8OlajytIxcyyQVSob TVRQk0VUpGWI9U11gNWqU6b96iJNPMk6UwA61Qp02qextU3D6c5CU+SYpWzIccSF6IJ1NZF9hplc tHM2QIPvVZnwVwyGH1CfSPpjaPNZJvFv/F+Vbo6oBCZOp8VTtbllLK0vgK1lMpmKxq1mTRmr2FTq s2aTmmZqa4ueoykBXqP1RUKloLIAT953NQg1Gqs4KKFAjSk6rMdNqTqkqjKI01pqYnXUUaoUKg67 U06kneiqJMaCkmB9Q/KopyVwk669qZSomMu3qqhLXKRB170xJhQNIAzpRMEaD86B7igqI2pNKynX ao0++1O/LbtUBWcyialacytqBOvaok5ROYT4pAxQOqV53M0ADr3qOU5Ij1eaYaABWUg0HVAmRtSV B2/Wo1yQYOlVJNV9Mim6pgRToOUTtQyKIEbUQEMZnMxq4j0ARoRQQmBrvRUU5YA9XmgkuLguITrJ 71AkmQRQnWBUoQmBG/eopLEkQZFXMOhLhCiEpjvUVqlAeSXIyDepbsN9YlqOnAiKyoXSip9WsgHS NorJWVx/sf

Скачать книгу