Asesino Binario. Antonio Dyaz

Asesino Binario - Antonio Dyaz


Скачать книгу
eróticos) por lo que no me vería obligado a llevar una doble vida. Llevaría una sola, pero más intensa que la de cualquiera de los mortales de Vicálvaro o de San Blas (ambos barrios madrileños son fronterizos en el mapa, pero en la calle se lamen mutuamente las heridas). Y por supuesto pasaría mucho tiempo de hotel en hotel, ya que mis ingresos me lo iban a permitir, aunque por el momento debería conformarme con mi pequeño apartamento, hasta que lograra obtener documentación falsa convincente que me permitiera aceptar encargos en otros países y en otros lugares. Todo se andaría.

      Entonces llegó un mensaje al móvil. Amanda de nuevo... lo abrí, era un vídeo... ufff pero no un vídeo cualquiera. ¡Rayos! ¿por qué me excita tanto Amanda cuando se filma mientras se introduce la botellita de Tabasco ® por... ahí? Fue idea mía, pero no se lo decía en serio ¿y si se le abre en el interior accidentalmente? Probablemente habría vuelto de vacaciones, o se habría aburrido de su último amante atrapado en Meetic o en eDarling o en Tinder. Al final siempre volvía a mí, y yo me dejaba hacer.

      Por cierto, no les he dicho mi nombre, aunque ya no importa lo que ponga en mi DNI. A partir de ahora seré Big K. Parece el nombre de un rapero o de un DJ, pero créanme, David Guetta me aburre y Kanye West cobra más de lo que merece. Lo de big se explica fácilmente: peso 120 Kg. Big K viene de Binary Killer. Es un software para jugar en Bolsa, y especular en pocos segundos con opciones a futuros. A veces he ganado dinero con él, pero me parece un procedimiento tedioso, y demasiado volátil, aunque me gusta el nombre, y por eso lo adopté para mí: Binary Killer.

      Jamás me sentí tan ilusionado. Tabula rasa, que en latín significa «borrón y cuenta nueva». Más o menos. Ahí radica mi peligro: no soy un asesino cualquiera; soy un asesino culto. Estudié Filosofía en la universidad, he devorado bibliotecas e incendiado mis retinas en cines y videoclubs (cuando existían los videoclubs y cuando se podía ir al cine sin mascarilla y sin miedo a contraer un virus). Y sí; sé latín. Literalmente, al igual que Boris Johnson, Primer Ministro del Reino Unido y exalcalde de Londres (no me lo invento, pueden comprobarlo, el tipo habla latín) pero mi prudencia habría de conducirme al anonimato y al éxito, lo que me recuerda una cita de Ovidio:

      Bene qui latuit, bene vixit

      («El que vive bien, vive inadvertido»)

      Pero nunca me convertiría en un asesino en serie, qué vulgaridad ¡Esa gente está desequilibrada!. Muchos se enriquecen mutilando lentamente a miles de familias condenadas a sobrevivir con salarios miserables, y ostentan cargos públicos remunerados y reciben parabienes de los gobernantes.... pero ¡Basta! ¡Hemos dicho que nada de ideología!

      Mi primer paso sería imprimir un arma, pero como había decidido ser autosuficiente, después de leer varios manuales de emprendedores, y ver en streaming alguna conferencia de la London School of Economics supe que mi primer crimen habría de cometerlo con mis propias manos, e invertir los emolumentos que me reportara en la adquisición de una pistola de fabricación cerámica, indetectable en los aeropuertos, con silenciador y proyectiles ensamblables. Así dispondría de dos armas, y mi pequeño arsenal comenzaría a crecer gracias a la tecnología. Obtuve los diseños en Internet, sin necesidad de bucear en la Deep Web, y me puse manos a la obra. Me sentí un artesano del crimen.

      Y por cierto, aquella remota mañana realmente no había llorado sangre, solo me había cortado al afeitarme, y el escozor hizo que mis lacrimales actuaran y que ambos fluidos compartieran su trayectoria hacia la espuma del lavabo. Pero la flor roja resultante fue una señal, quizá la más importante de mi vida. Bendita amapola que despertó mi conciencia y que me hizo pensar:

      «Matar por dinero... ¿Hay acaso algún oficio más noble y más antiguo?»

      Конец ознакомительного фрагмента.

      Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

      Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

      Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

/9j/4RNXRXhpZgAATU0AKgAAAAgABwESAAMAAAABAAEAAAEaAAUAAAABAAAAYgEbAAUAAAABAAAA agEoAAMAAAABAAIAAAExAAIAAAAiAAAAcgEyAAIAAAAUAAAAlIdpAAQAAAABAAAAqAAAANQADqYA AAAnEAAOpgAAACcQQWRvYmUgUGhvdG9zaG9wIENDIDIwMTUgKFdpbmRvd3MpADIwMjA6MDk6MDIg MTQ6MjY6MDEAAAOgAQADAAAAAf//AACgAgAEAAAAAQAACMqgAwAEAAAAAQAAC7gAAAAAAAAABgED AAMAAAABAAYAAAEaAAUAAAABAAABIgEbAAUAAAABAAABKgEoAAMAAAABAAIAAAIBAAQAAAABAAAB MgICAAQAAAABAAASHQAAAAAAAABIAAAAAQAAAEgAAAAB/9j/7QAMQWRvYmVfQ00AAv/uAA5BZG9i ZQBkgAAAAAH/2wCEAAwICAgJCAwJCQwRCwoLERUPDAwPFRgTExUTExgRDAwMDAwMEQwMDAwMDAwM DAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwBDQsLDQ4NEA4OEBQODg4UFA4ODg4UEQwMDAwMEREMDAwMDAwR DAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDP/AABEIAKAAeAMBIgACEQE

Скачать книгу