Nosotros no estamos acá. Jorge Rojas
688-afbc-9dc38e2b7967">
JORGE ROJAS
Nosotros no estamos acá
Crónicas de migrantes en Chile
Rojas, Jorge
Nosotros no estamos acá / Jorge Rojas
Santiago de Chile: Catalonia, Periodismo UDP, 2021
ISBN: 978-956-324-874-6
ISBN Digital: 978-956-324-875-3
PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN
CH 070.40.72
Este libro forma parte de la colección de periodismo de investigación desarrollada al alero del Centro de Investigación y Proyectos Periodísticos (CIP) de la Facultad de Comunicación y Letras UDP.
Dirección editorial: Arturo Infante Reñasco
Edición periodística: Andrea Insunza
Edición de textos: Andrea Palet
Fotografía de portada: Cristóbal Olivares
Retrato de autor: Alejandro Olivares
Diseño de portada: Trinidad Justiniano
Diseño y diagramación eBook: Sebastián Valdebenito M.
Editorial Catalonia apoya la protección del derecho de autor y el copyright, ya que estimulan la creación y la diversidad en el ámbito de las ideas y el conocimiento, y son una manifestación de la libertad de expresión. Gracias por comprar una edición autorizada de este libro y por respetar el derecho de autor y copyright, al no reproducir, escanear ni distribuir ninguna parte de esta obra por ningún medio sin permiso. Al hacerlo ayuda a los autores y permite que se continúen publicando los libros de su interés. Todos los derechos reservados para esta publicación que no puede ser reproducida, en todo o en parte, ni registrada o transmitida por sistema alguno de recuperación de información. Si necesita hacerlo, tome contacto con Editorial Catalonia o con SADEL (Sociedad de Derechos de las Letras de Chile, http://www.sadel.cl).
Primera edición: agosto, 2021
ISBN: 978-956-324-874-6
ISBN Digital: 978-956-324-875-3
Registro de Propiedad Intelectual: Nº A-xx
© Jorge Rojas, 2021
© Ciper, 2021
© Catalonia Ltda., 2021
Santa Isabel 1235, Providencia
Santiago de Chile
www.catalonia.cl – @catalonialibros www.cip.udp.cl/investigacion - @cip_udp
Índice de contenido
Los que llegan | Florencio Ceballos
2. La pandemia en 30 metros cuadrados
3. “Haitiano, no tienes ningún derecho a trabajar aquí”
A Daniela por sus ideas, por ser siempre la primera lectora y por todo su amor.
A Lua, que nació cuando este proyecto recién comenzaba y me acompañó con su ternura.
A Cote, Leó aro y José Justo, tes de nuestra familia.
LOS QUE LLEGAN
Florencio Ceballos
Cuando mi bisabuela Rebeca, su padre y sus siete hermanos llegaron en barco al puerto de Valparaíso, en agosto de 1906, la ciudad estaba derruida y en llamas. No pudieron desembarcar por días y desde la bahía veían desfilar los muertos en camilla. No hablaban español, solo yiddish, y estuvieron convencidos un buen rato de que había habido un ataque con cañones desde el mar. Sabían de guerras, amenazas de pogromos y de tragedias humanas, habían perdido a un hermano pequeño en una escala en Nueva York. Pero no sabían de terremotos ni de las tragedias telúricas del país que los recibía.
La migración de mis bisabuelos, hace más de un siglo, dejó cicatrices. Las historias de Nosotros no estamos acá también. Es un libro acerca de personas que la pasaron mal, son historias desgarradas. Sospecho que me invitaron a presentarla porque yo también soy migrante y podía hablar desde mi experiencia. Pero no puedo: sería inapropiado, casi obsceno sugerir equivalencias. Mis condiciones de llegada a Canadá, donde vivo hace ya quince años, fueron lo opuesto. No salí arrancando de mi país natal, ni este me expulsó a punta de pobreza y abuso, ni se me cerró la puerta de regreso. El sistema migratorio canadiense es una máquina que funciona: casi un 1% de la población llega cada año gracias a un sistema de cuotas e incentivos. Mi experiencia migratoria carece de cicatrices y está en las antípodas de lo que estas páginas nos presentan. Y si bien las abordé con alguna perspectiva de reconocerme en sus historias, rápidamente comprendí que, más allá de mi estatus genérico de migrante, estaba mirando por una ventana que me resultaba más desconocida y extraña de lo que pensaba.
En estos diarios la experiencia migratoria existe en más de una dimensión. Y se agradece. No solo se trata de los que llegan, de la asimilación a un nuevo medio y de su relación con los que ya estaban. No es solo cómo cambian y se adaptan esas personas a su nuevo destino, cómo navegan la ciudad o cómo resuelven la vida. Para encontrar algo nuevo —con la esperanza de que sea quizá mejor— el migrante siempre ha debido dejar algo atrás. Estas historias nos dan luces sobre eso que quedó, lo que no cabe en “un bolso de un metro de largo”: padres, amores quebrados como los de Fernando y Alexánder, un hijo en Lima como a Digna, el paisaje, el calor.
Son también historias de trashumancia, de lo que pasó en el camino. De la ruindad de los coyotes y su industria, del miedo a la policía, de la solidaridad sencilla de una desconocida, de la incertidumbre, de la esperanza de algo mejor, o menos malo. Y en ese nivel se hacen universales, son las de sirios y somalíes, salvadoreños y rohinjas.