Panorama de la metaficción. Carmen Dorado Arroyo
el segundo capítulo, se hace un acercamiento al desarrollo que ha tenido la teoría sobre la metaficción. Es una visión panorámica e histórica sobre esta noción desde el momento en que fue identificada hasta los planteamientos más recientes. En esta descripción diacrónica, pueden percibirse tres etapas. En la primera se encuentran los planteamientos correspondientes a las propuestas de Barth, Gass y Scholes, quienes en las décadas de los sesenta y setenta, señalaron y esbozaron los aspectos fundamentales para la comprensión y definición de dicho concepto, por lo que establecieron las bases para el desarrollo de la teoría sobre este elemento. A partir de estos tres planteamientos, o bien de manera paralela, se produjo, en un segundo momento, una gran diversificación de posturas, con su respectiva terminología. A pesar de sus posibles divergencias tenían un fin común: establecer los rasgos definitorios del fenómeno en cuestión; por ello, el análisis de estos acercamientos se centra en los distintos mecanismos que permiten la manifestación de lo metaficcional. De esta manera, los diferentes planteamientos en torno a la metaficción, sin importar la perspectiva desde la que son formulados, coinciden en múltiples ocasiones; además de que la continua revisión realizada por estos trabajos sobre los cuestionamientos que les preceden enriquece la reflexión sobre esta categoría, pues los diferentes aspectos implicados por ésta son continuamente reformulados y reelaborados.
En la tercera etapa están incluidos los cuestionamientos más recientes que se caracterizan por realizar una evaluación crítica de los estudios anteriores. En estos trabajos se problematizan las dificultades conceptuales y terminológicas de las propuestas sobre la metaficción y, al mismo tiempo, se retoman aquellos planteamientos que permitan elaborar una teoría integral sobre este fenómeno.
El objetivo del segundo capítulo es, por tanto, mostrar los distintos cuestionamientos que se han hecho en torno a este tema y la participación que tuvieron en la evolución de la teoría metaficcional.
En el tercer capítulo, se establecen las características que, según los autores estudiados, permiten identificar un texto metaficcional. Con la finalidad de ahondar en estos elementos se tomaron como base los rasgos señalados por Dotras, pero se hizo un replanteamiento de ellos, particularmente en lo que se refiere al acto crítico, la relación ficción/realidad y el lector. A pesar de las mínimas variaciones se conservaron cinco rasgos, los cuales son analizados considerando las propuestas de diversos autores, lo que permitió una taxonomía y morfología más amplia de tales propiedades. Para entender con mayor profundidad el funcionamiento de estas propiedades se llevó a cabo el análisis del cuento “Cementerio de tordos” de Sergio Pitol. Por medio de este análisis se dio cuenta del funcionamiento de estos rasgos y de los elementos que implican.
Por último, el cuarto capítulo está dedicado a las distintas estrategias a través de las cuales se manifiesta lo metaficcional. En este apartado se exponen además las técnicas y recursos más representativos usados para establecer las distintas formas y mecanismos que construyen los textos metaficcionales. Con el objetivo de mostrar las diversas funciones que estas estrategias pueden adoptar, se analiza dichas técnicas en varios textos de Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Juan José Arreola, Augusto Monterroso, Salvador Elizondo, Marco Denevi y Enrique Prochazka, autores emblemáticos de lo metaficcional dentro de la literatura latinoamericana del siglo xx.
Numerosas apreciaciones surgen a partir de esta investigación, la más patente, quizá, es la dificultad para sistematizar los planteamientos formulados sobre la metaficción. De esta problemática, además, se derivan numerosas interrogantes que dificultan aún más una mejor comprensión de este fenómeno dada su complejidad.
CAPÍTULO 1
Problemática de la metaficción
1.1 Consideraciones preliminares
Definir y delimitar de manera precisa el concepto de metaficción es el primer aspecto al que se enfrenta cualquier estudio sobre esta noción. Esta primera tarea, además, se encuentra condicionada no sólo por las múltiples definiciones formuladas sobre esta categoría, sino también por la evidente popularidad del prefijo meta en la actualidad, pues no son pocas las voces y ámbitos en que ésta se encuentra presente. De hecho, afirma Luigi Cazzato:
Our culture is the culture of meta. The culture of metapolitics, metalanguage, metarethoric, metaliterature, metacriticism, metadrama, metapoetry, metafilm, metatelevision, metafiction. Metaculture is the product of our civilization, the ultimate product of the Western historical-cultural process.1* | Nuestra cultura es la cultura de meta. La cultura de metapolítica, metalenguaje, metateoría, metaliteratura, metacrítica, metadrama, metapoesía, metacine, metatelevisión, metaficción. La metacultura es el producto de nuestra civilización, el máximo producto del proceso histórico cultural de Occidente. |
El uso indiscriminado de esta voz implica paradójicamente cierta precisión del concepto metaficción, ya que pareciera existir un consenso sobre su significado; sin embargo, al referir simultáneamente tantos ámbitos se impone la necesidad de clarificar con exactitud a qué refiere. Es obvio que el uso del prefijo meta alude al carácter reflexivo implicado por este prefijo y, tal como sucede con las palabras que lo usan —por ejemplo: metateorema, metalenguaje, metalingüístico— supone una cierta jerarquía de niveles en las que un concepto es utilizado para explicar o referirse a ese mismo concepto.
Es este significado reflexivo el que adopta el concepto metaficción, así es concebido como una categoría que permite que una ficción se refiera a sí misma o explique su carácter ficcional. La noción meta apunta a aquello que se refiere a sí mismo, pone de relieve la capacidad autorreflexiva de los términos que se sitúan en distintos niveles con respecto al elemento que convierten en su sujeto, que, en el caso de la metaficción, son los sistemas ficcionales.
Definir la metaficción como una ficción que trata sobre la ficción puede conducir, sin embargo, a la simplificación de dicho fenómeno. Si bien ésta es en principio su acepción original y más recurrente, en realidad la reflexividad no es la única característica que permite diferenciarla y dar cuenta de sus elementos constitutivos.
Con la finalidad de operar sobre una definición que permita hacer uso de este término con una noción clara de lo que se intenta aludir en este trabajo, se retomará la de Ana Dotras,2 quien pretende integrar en su acepción sobre este aspecto las distintas formulaciones de las que ha sido objeto la metaficción: “la novela de metaficción es aquella que se vuelve a sí misma y, a través de diversos recursos y estrategias, llama la atención sobre su condición de obra de ficción y pone al descubierto las estrategias de la literatura en el proceso de creación”.3
De acuerdo con esta definición varias características permiten determinar un texto metaficcional:
1. Autorreflexividad que alude al término mismo que lo nombra, en tanto pone en evidencia su cualidad de referirse a sí mismo.
2. Autoconsciencia por la que expone abiertamente su condición ficticia en un acto de autodenuncia a través del cual manifiesta la naturaleza de su ser.
3. Uso de diversas estrategias, a través de las cuales, da cuenta de los mecanismos que construyen un texto ficcional.
Así, por medio de distintos recursos y técnicas emerge un acto autorreflexivo y autoconsciente en este tipo de obras con la finalidad de referirse a los sistemas ficcionales que se convierten en su objeto. Los textos metaficcionales se caracterizan, entonces, por evidenciar su carácter ficticio y los procedimientos que participan en su composición, tanto interna como externamente.
La propuesta ofrecida por Dotras nos permite un primer acercamiento a la metaficción y una definición sobre la cual operar para examinar las distintas teorías que se han elaborado sobre este concepto. Es de fundamental importancia enfatizar