Oposita con éxito. Andrea Bertolini

Oposita con éxito - Andrea Bertolini


Скачать книгу

      ……………………………………………………………………..

      ……………………………………………………………………..

      ……………………………………………………………………..

      ……………………………………………………………………..

      ……………………………………………………………………..

      ……………………………………………………………………..

      ……………………………………………………………………..

      ……………………………………………………………………..

      ……………………………………………………………………..

      Reflexión personal sobre mi historia pasada

      No reniego de ella. Me ha hecho ser como soy y le doy las gracias por ello.

      No quisiera deshacer ninguno de los momentos vividos ni de las experiencias tenidas. Me han formado como mujer.

      No dejo de pensar que simplemente es pasado y con un buen aprendizaje queda en solo eso: algo pasado.

      Tu reflexión personal de tu historia pasada

      ……………………………………………………………………..

      ……………………………………………………………………..

      ……………………………………………………………………..

      ……………………………………………………………………..

      ……………………………………………………………………..

      ……………………………………………………………………..

      ……………………………………………………………………..

      ……………………………………………………………………..

      ……………………………………………………………………..

      ……………………………………………………………………..

      ……………………………………………………………………..

      ……………………………………………………………………..

      Capítulo 2

       PASADO

      Si no piensas en el pasado, dejará de condicionarte

      Perdón por…

      Tal vez creas que aprobar una oposición y sacar plaza lo puede hacer cualquiera persona, y en cierta forma es así. Yo soy «cualquiera persona» y he aprobado cinco oposiciones, tres de ellas con plaza. Y quizás también te preguntes qué pasó en las dos primeras. Pues bien, en una de ellas saqué un nueve y medio, pero tan solo tenía un año trabajado y en enfermería la mayoría de las convocatorias son concurso-oposición, con lo que el concurso lo tenía mal, muy mal.

      En la otra, saqué ocho setenta y cinco. Tampoco suficiente porque era concurso-oposición y encima de la comunidad autónoma donde el curro no es el mejor del mundo (con lo que mejor no haber sacado plaza).

      Te cuento todo esto porque estuve tiempo pensando y autocastigándome por el motivo debido al que no había conseguido plaza. Sabía que era imprescindible el tiempo trabajado, pero no paraba de castigarme por algo que no estaba en mis manos. Y cuando me cansé de sentirme así, de castigarme, de flagelarme, de tener pensamientos autolimitantes, decidí perdonarme. Perdonarme por todo el daño que me hacía, por no valorar mi esfuerzo de tener varios trabajos para llegar a fin de mes, por no estimar el esfuerzo de estudio que había hecho, los sacrificios que estaba dispuesta a llevar a cabo por esa plaza… No es fácil hacer esto, pero tampoco imposible. Solo hay que querer, y el beneficio que nos brinda es brutal. Esa liberación que se siente y esa carga que desaparece a nivel físico, sinceramente es indescriptible con palabras.

      Mi forma de gestionarlo fue siguiendo los ocho pasos hacia el perdón del libro La ley del espejo, de Yoshinori Noguchi, que te cuento y describo a continuación. Te invito a que, al final de este apartado, des estos ocho pasos desde el corazón y tu esencia más limpia y pura, y que empieces tus días de estudio liberado de toda carga emocional negativa.

      Estos son:

Cohete

      1.Haz una lista de las personas que no hayas perdonado, incluyéndote.

      Y te preguntarás, tal vez, por qué digo personas, en plural. Pues te voy a contar tres historias (aunque hay más, pero para no aburrirte lo dejo en tres) de personas allegadas mías y de alumnos de mis talleres.

      El primero fue un amigo mío. Varón de treinta y tantos. Hace años empezó a preparar una oposición para el cuerpo de bomberos. Físicamente estaba bastante bien, y las pruebas las pasaba sobradamente. De estudios, la cosa también iba bien, sin destacar, pero con notas muy buenas. Peeeeeero... en la parte mental fallaba algo.

      Y una de las mayores trabas y pesos que tenía era que su propio padre le decía constantemente que él nunca aprobaría, que «eso» no era para él y que se dejara de perder el tiempo.

      ¿Cómo crees que afecta eso a una mente que está esforzándose por conseguir un empleo estable, a un cuerpo dolorido por los entrenamientos y a un corazón herido por las palabras de su progenitor? Al menos, es bastante desilusionante y frustrante, al tiempo que doloroso, porque la gran carga emocional que se deriva de la valoración externa proviene de nuestros padres, y el hecho de no tener su aprobación, inconscientemente nos dificulta el camino.

      Y como era de esperar, este amigo nunca sacó la plaza.

      Otra de las historias que me llegó hondo fue en uno de mis talleres. Tuve una alumna, una señora mayor (para la media que suele venir a mis talleres, pero jamás se es mayor para nada). Pues bien, esta mujer quería aprobar su plaza. Por su edad y larga experiencia como enfermera, nunca le faltaría el trabajo y, de hecho, no lo hacía. Sin embargo, su ilusión era aprobar una oposición y sacar su plaza fija. Lo triste es que, en su casa, en su entorno, mucha gente le decía que cómo iba ella, a su edad, a estudiar…


Скачать книгу