Caballeros del rey. Jorge Sáiz Serrano
n.º 44 (bailía general, 1424) fols. 327r-329v e ibid. n.º 45 (1425), fols. 355v-360r.
[26] ACA, CR, n.º 2.797, fol. 24v. ARV, MR, n.º 8.760, fol. 68v.
[27] ACA, CR, n.º 2.797, fols. 10v, 49v; Ryder, p. 159.
[28] Zurita, vol. V, lib. XIII, p. 644.
[29] ACA, CR, n.º 2.797, fols. 35r y 42r; Ibid., n.º 2.645, fol. 64r, citado en Itinerario, p. 73.
[30] El Dietari del Capellà cifra en 5.000 los hombres de armas que reunió el rey: Dietari, p. 128.
[31] Ryder, pp. 164-165; Itinerario, pp. 73-74.
[32] Itinerario, pp. 74-75; Zurita, vol. V, lib. XIII, p. 653. Aunque disponía de menos efectivos (1.800 caballos) eran suficientes para amenazar la corte castellana: en breves días podía llegar a Burgos.
[33] ACA, CR, n.º 2.797, fol. 78r.
[34] Ryder, pp. 189-190. Sobre la oferta de las Cortes valencianas vid. AMV, PC, yy-10, fols. 167r y ss.; W. Küchler, Les finances..., op. cit., p. 158.
[35] ACA, CR, n.º 2.797, fols. 57r-77v.
[36] ARV, MR, n.º 8.772 (enero-junio 1428) y 8.773 (julio-diciembre 1428).
[37] El ejército real en dicho conflicto tuve ocasión de analizarlo en J. Sáiz, «Estado y poder militar en la Corona de Aragón: el ejército del rey en la guerra con Castilla (1429-1430)», comunicación presentada al XV CHCA, inédita.
[38] ACA, CR, n.º 2.797, fols. 79v-82r.
[39] La Tesorería disponía de importantes reservas de numerario que habían llenado las arcas durante 1428 y comienzos de 1429. El rey invirtió en la contratación de tropas esos fondos y en mayo de 1429, como complemento ideal, logró donativos y créditos libres de hipotecas e intereses procedentes de la élite mercantil de la ciudad de Barcelona: L. P. Martínez y J. Sáiz, «Actividad militar y crecimiento del Estado. La financiación de la guerra...», cit.
[40] ARV, MR, n.º 8.774, fols. 107r y ss.
[41] Ibid., n.º 8.774, fols. 102r y 106r.
[42] Ibid., n.º 9.813 (3), fols. 98r-110r.
[43] Ibid., n.º 8.774, fol. 100r-v; ACA, CR, n.º 2.797, fol. 80v. ARV, MR, n.º 8.774, fol. 26r.
[44] En Valencia, restos del subsidio de las Cortes valencianas de 1428, dinero derivado de la venta en Valencia de trigo siciliano del rey y préstamos de la ciudad de Valencia: ARV, MR, n.º 9.823 (3), fols. 41r-48r. En Zaragoza, restos del subsidio de las Cortes aragonesas de 1428, préstamos de particulares e institucionales (de la ciudad de Zaragoza) y secuestros de rentas (arzobispado de Zaragoza): ARV, MR, n.º 9.384, fols. 42r-48r.
[45] Según Zurita el ejército de Alfonso V era de 2.000 hombres de armas (Zurita, vol. V, lib. XIII, p. 700), mientras que las crónicas castellanas lo cifran entre 2.500-3.000 caballos: vid. Crónica de Juan II, Madrid, 1953, cap. 12, p. 457, col. a; Crónica de don Álvaro de Luna, condestable de Castilla, maestre de Santiago, J. de Mata Carriazo (ed.), Madrid, 1940, cap. 19, p. 76. Las discrepancias obedecerían, sin duda, a la contabilización de las tropas del rey de Navarra junto con las del Magnánimo y a la presencia de tropas de servicio gratuito «a sa despesa».
[46] ACA, CR, n.º 2.685, fol. 11, citado en Itinerario, pp. 91-92.
[47] ARV, MR, n.º 8.774, fols. 181v-182v, 184v-185r, 186r-187v, y n.º 8.777 fols. 52v-53r.
[48] Sobre el ejército castellano vid: F. Torres García, «La guerra en Castilla durante la primera mitad del siglo XV: las campañas de D. Álvaro de Luna a través de las crónicas», Revista de Historia Militar, 63 (1987) pp. 9-35, sobre todo, p. 24.
[49] Sobre esa incursión y el papel de la intendencia aragonesa vid. L. P. Martínez, «Guerra, Estado y organización social de la producción. La Corona de Aragón en guerra con Castilla, 1429-1430», Anuario de Estudios Medievales, 23 (1993), pp. 445-471, sobre todo, pp. 448-453.
[50] El 4 de agosto, de 132.000 ss. b. y el 12 del mismo mes, de 421.800 ss. b. Francesc d’Arinyo, secretario real, también contrató un préstamo de 50.000 flor. con los jurats de Valencia el 8 de julio: sin embargo Valencia, carente de la sólida infraestructura bancaria de Barcelona, sólo materializó 20.638 flor. De la importancia del crédito como puntal de las finanzas reales en este momento de necesidad, da buena prueba el hecho de que el 90 % de los ingresos de la tesorería en el mes de agosto era capital proveniente de préstamos (cerca de 720.000 ss.): L. P. Martínez y J. Sáiz, «Actividad militar y crecimiento del Estado. La financiación de la guerra...», cit.
[51] Según órdenes de pagos en los sitios de Deza y Ciria: ARV, MR, n.º 8.777, fols. 87r-90r y 93r-v, 98v y 106r.
[52] AMV, MC, A-29, fols. 125v-127v; ibid., C-C, O-12, fol. 177r-v.
[53] ARV, MR, n.º 8.777 fols., 74r, 83v, 77v-78v.
[54] Hariza, Cetina, Nuévalos, Ateca, Aranda, Vilella, Monreal y Moros: ACA, CR, n.º 2.713, fols. 16r-v, 25r-v.
[55] ACA, CR, n.º 2.713, fols. 2v-7r, 11v.
[56] De esas tropas sólo hemos contabilizado 1.360 caballos y 550 ballesteros desde la tesorería real (ARV, MR, n.º 8.777 fols. 62v-78v, 87v-90r) ya que para la gente de armas no todos los pagos de soldada indican la cuantía de la compañía; y para el caso de la infantería al ser contratada localmente en las villas aragonesas tendría su reflejo en las fuentes financieras locales. Zurita cifra las tropas en 1.400 caballos y 2.000 infantes: Zurita, vol. V, lib. XIII, p. 721.