Caballeros del rey. Jorge Sáiz Serrano
esos servicios y fuentes de renta estaba el más honroso y tradicional: haber dejado alguna vez a lo largo de su vida sus cómodos alberchs y palaus urbanos marchando a la guerra como combatiente de caballería pesada, hombre de armas, y liderando una comitiva armada, sobre todo en los ejércitos del rey.
Y es que en la Valencia del Cuatrocientos la nobleza continuaba firmemente vinculada a la guerra. Desde modestos donzells y cavallers de reciente procedencia ciudadana hasta poderosos nobles de antiguos linajes aristocráticos asentados desde los tiempos de la conquista cristiana, todos veían en la ejercicio de la actividad militar una obligación propia de su condición social al tiempo que una oportunidad de beneficios. Ser noble seguía asociándose a servir como caballero pesadamente armado, como hombre de armas. Y ello en unos tiempos en los que la caballería como arma militar vivía el momento de su apogeo final por toda Europa, coincidiendo con una sólida cultura e ideología caballeresca que mantenía la cohesión del conjunto de la clase feudal y vivía una fuerza paralela al propio peso de los hombres de armas en los ejércitos.
Durante el largo reinado de Alfonso el Magnánimo, coincidente con el siglo de oro económico y cultural de la ciudad y reino de Valencia, los nobles valencianos tuvieron amplias oportunidades para servir en las guerras del rey. Fue la época en la que caballeros como Joanot Martorell y Ausiàs March, antes de escribir sus grandes obras, participaron, al igual que sus coetáneos de otros linajes, en el espectacular ciclo de guerras que condujeron a Alfonso V a rivalizar con el poderoso vecino peninsular, Castilla, y a conquistar el reino de Nápoles en la Italia del Renacimiento. El destino de muchos nobles valencianos fue ser caballeros del rey en los ejércitos y armadas, en los frentes hispánico, mediterráneo e italiano. Ellos todavía consideraban la guerra como su principal función social al tiempo que una honorable oportunidad de enriquecimiento. En esa vía muchos nobles seguían la línea de sus antepasados quienes ya habían servido al rey en los siglos XIII y XIV, en la conquista del reino de Valencia, en los diferentes episodios de la expansión mediterránea de la Corona (en Sicilia, Cerdeña) o en la rivalidad con Castilla. Pero las transformaciones en las estructuras políticas y militares implicaban que marchar a las guerras del rey ya no fuera igual para Joanot Martorell, Ausiàs March y sus contemporáneos, protagonistas de este trabajo, que para los caballeros que conquistaron Valencia a los musulmanes o para quienes ganaron Sicilia y Cerdeña, aunque hubiese una profunda línea de continuidad en la concepción nobiliaria de la guerra. ¿Cómo se integraban realmente los nobles valencianos en los ejércitos reales de la primera mitad del siglo XV?; ¿cuántos marcharon a las guerras de Alfonso el Magnánimo y en qué medida obtuvieron beneficios de ellas?
El presente estudio en su formulación más concisa pretende responder precisamente a esos dos grandes interrogantes. Por un lado, cómo y dónde se vinculó la nobleza en la guerra; por otro lado, por qué participaba en las mismas y hasta qué punto ello era realmente rentable. Las primeras cuestiones nos llevan a examinar la caballería en los ejércitos: la caballería, como arma militar y manifestación social de la presencia de la nobleza en la guerra, y la organización del potencial militar feudal, las compañías nobiliarias y el ejército real de caballería (su estructura, organización, reclutamiento) que suponen el marco de integración nobiliario en la guerra. Los segundos interrogantes suponen ahondar en las complejas relaciones existentes entre la nobleza y la guerra, en las razones sociales y económicas de su servicio militar, cuestionando por qué unos nobles participaban más que otros y desglosando cuál era la rentabilidad de la guerra confrontando riesgos y beneficios.
Para abordar ambas perspectivas hemos partido de la riqueza documental del Arxiu del Regne de València (ARV), un gran archivo del Cuatrocientos valenciano que permite adoptar una perspectiva de Estado al custodiar los registros de la Tesorería general de la Corona de Aragón en el reinado de Alfonso V. Se trata de la fuente central para estudiar el ejército y organización militar, aunque hemos ampliado la consulta a fondos financieros adicionales y a registros de la Cancillería no sólo en el citado archivo sino también en el Arxiu de la Corona d’Aragó (ACA) y, en menor medida, en el Archivio di Stato de Palermo (ASP). Por su parte, en el examen de la nobleza valenciana hemos acudido a fondos complementarios (judiciales y notariales) en el ARV y en otros archivos locales. Para concretar las líneas del trabajo hemos recurrido al método prosopográfico y a la elaboración, a partir del estudio combinado de los diversos fondos documentales, de cinco grandes bases de datos que cubrían los diversos temas analizados.
Paralelamente, el marco teórico del estudio se ubica en la interpretación de las relaciones intranobiliarias y entre Estado y nobleza durante la crisis del feudalismo como sistema social, con el problema de fondo del debilitamiento de las rentas agrarias y la reacción de la nobleza al respecto. Entre las principales estrategias de respuesta nobiliaria destaca la redistribución de rentas y tierras y su creciente participación en los recursos estatales, básicamente a través de la guerra; pero también una redefinición de las redes de dependencia a partir de clientelas de remuneración monetaria centralizadas en las Casas feudales. Este esquema explicativo derivado del materialismo histórico se presenta válido como marco de referencia aunque margina, a nuestro juicio, la variable político-militar, el desarrollo del Estado y la transformación de las estructuras militares. Por ello hemos pretendido hacerlo converger con los resultados de diferentes líneas de investigación al respecto: trabajos sobre la formación del Estado, la fiscalidad estatal y el crédito, la interpretación militarista del desarrollo del Estado esgrimida por la sociología histórica; y la consideración de las innovaciones militares bajomedievales como las raíces de la «revolución militar» de la edad moderna. Finalmente, señalar que en nuestra aproximación a la historia social de la guerra y la nobleza, destaca el peso de las aportaciones de la historiografía anglosajona, la que cuenta con mayor tradición sobre el tema al hilo del debate en torno al feudalismo bastardo y las clientelas nobiliarias.
El protagonismo de esta obra, y de ahí el título inicial, recae en el análisis de caballeros del rey, en las dimensiones militares y socioeconómicas de lo que implicaba para la nobleza valenciana servir como combatiente a caballo en los ejércitos de Alfonso Ello supone centrar nuestra atención en quienes en el reino de Valencia del siglo XV, como en el resto de territorios de la Corona de Aragón y de Europa, eran los principales protagonistas (los caballeros, los hombres de armas) y beneficiarios (la nobleza) de la guerra. Desde esta perspectiva el estudio se organiza en dos partes. Por un lado, el escenario bélico en el que participó la nobleza: la guerra y la evolución de las estructuras militares en el reinado de Alfonso el Magnánimo. Por otro lado, las dimensiones militares, sociales y económicas de la vinculación nobiliaria en la guerra.
En la primer parte (capítulos I-III) se examina en profundidad el contexto militar del periodo, dirigiendo nuestra atención a la guerra, la organización militar y los ejércitos de caballería. Se aborda así, en primer lugar (capítulo I) el espectacular ciclo de guerras del rey entre 1420 y 1448, poniendo especial énfasis en la retribución y composición del ejército. A continuación profundizamos en la organización militar (capítulo II): partiendo del peso de la caballería en los ejércitos, se realiza un examen de la movilización y reclutamiento, así como una valoración del modelo de administración militar y el peso de la Casa Real. Finalmente, se presenta la evolución de los ejércitos de caballería (capítulo III) poniendo de relieve el cambio esencial que se detecta, la emergencia de fuerzas permanentes favorecida por la recurrencia de la guerra, la reorganización de la estructura clientelar de la caballería real y el dinamismo de la política financiera real.
En la segunda parte (capítulos IV-VII) abordamos en detalle las dimensiones de la inserción de la nobleza en la guerra. Los dos primeros capítulos (capítulo IV-V) pretenden ser una radiografía de las bases sociales de la caballería en los ejércitos del rey. Se examinan, de esta forma, por un lado, la estructura y formación de las compañías nobiliarias de caballería, destacando el respectivo peso de las clientelas y el mercado en la movilización de combatientes y los elementos de cambio según el grado de presencia en la guerra de los nobles; y por otro lado, los hombres de armas, su diversa condición social, procedencia geográfica y el coste y distribución de su equipamiento (armadura, caballos). En los dos últimos capítulos (capítulos VI-VII) se abordan los caracteres del servicio en los ejércitos de los nobles y los beneficios que así obtuvieron. Inicialmente se busca determinar sus niveles de integración en