Música y mujeres. Alicia Valdés Cantero
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MÚSICA Y MUJERES
género y poder
Alicia Valdés Cantero, Amelia Die Goyanes,
Ana Vega Toscano, Ángel Medina Álvarez,
Ángeles Sancho Velázquez, Carmen Cecilia Piñero Gil,
Ellen Waterman, Joaquina Labajo Valdés,
Josemi Lorenzo Arribas, Marisa Manchado,
Pilar Ramos López, Teresa Cascudo García-Villaraco
Edición y prólogo a la 1ª edición: Marisa Manchado
Prólogo a la 2ª edición: Ángel Medina Álvarez
Música y mujeres.
Género y poder
Primera edición, 2019
De los textos:
© Alicia Valdés Cantero, © Amelia Die Goyanes,
© Ana Vega Toscano, © Ángel Medina Álvarez,
© Ángeles Sancho Velázquez, © Carmen Cecilia Piñero Gil,
© Ellen Waterman, © Joaquina Labajo Valdés,
© Josemi Lorenzo Arribas, © Marisa Manchado
© Pilar Ramos López, © Teresa Cascudo García-Villarac
De la traducción del artículo de Ellen Waterman:
© Jane Rigler, © Rafael Liñán
© Copyright 1975 by Peters Edition Limited, London, de las partituras
Diseño de portada:
© Sandra Delgado
© Editorial Ménades, 2019
www.menadeseditorial.com
ISBN: 978-84-121285-3-6
Agradecimientos
y breve introducción a la nueva edición
Entre 1998 y hoy, ha transcurrido toda una generación, afortunadamente más libre, con más conciencia democrática y, por lo tanto, feminista o más feminista.
Desde que Elena Lasheras Pérez me propuso escribir sobre música y feminismo para la editorial Horas y horas en 1996, hasta que dos años más tarde, en 1998, decido dar voz a otras voces que empezaban a cuestionar una historia sesgada, deliberadamente oculta por los cánones patriarcales, y así hasta que se edita el libro con el número 29 de la colección Cuadernos Inacabados, y finalmente hasta hoy, mayo de 2019, en que la valiente editorial Ménades prepara las primeras pruebas para su segunda edición, han transcurrido veintiún largos y fructíferos años de movilizaciones, luchas, cambios legislativos y nuevas leyes a favor de la igualdad de género, incluso más allá, a favor de la paridad.
No obstante, el terreno musicológico, si bien ha tenido que moverse por el ímpetu de los tiempos, se resiste aún hoy a cuestionar muchos aspectos de su propio método investigador. Sin duda, podemos atisbar luces en el horizonte y empieza a haber departamentos en algunas facultades de nuestras universidades públicas, que imparten los estudios musicológicos bajo la perspectiva del género. Aún así, no son suficientes todavía.
En fin, este libro pionero, en su momento, tiene ya afortunadamente otros más que lo acompañan, aunque a la musicología feminista todavía le quede un largo trecho para estar instalada con pleno derecho en la Academia.
Por último, quiero agradecer muy especialmente la generosa colaboración del ilustre musicólogo y catedrático de la Universidad de Oviedo, Ángel Medina, que prologa esta segunda edición.
¡Gracias Ménades por esta segunda oportunidad!
Marisa Manchado Torres
Prólogo a la primera edición1
Marisa Manchado Torres2
¿Por qué no ha habido «grandes» compositoras? Esta es una pregunta muy común, cuya respuesta no tiene misterio. En el pasado, el talento, la educación, la habilidad, los intereses o la motivación eran irrelevantes, ya que el solo hecho de ser mujer suponía una única cualificación para el trabajo doméstico y para la continua obediencia y dependencia de la autoridad masculina
Pauline Oliveros (1984: 47)
Antecedentes: la historia reciente
En 1990, un grupo de compositoras madrileñas (Consuelo Díez, Zulema de la Cruz y yo misma) decidíamos organizar un concierto de compositoras exclusivamente, contando también con algunas de nuestras colegas que residían fuera de Madrid —las que entonces conocíamos (Merçè Capdevila, Teresa Catalán, María Escribano)— junto con la también madrileña Alicia Santos. El concierto, que titulamos «Compositora en los 90», fue posible gracias al apoyo incondicional del director de orquesta y director del grupo de música contemporánea «Círculo», José Luis Temes. Fue un rotundo éxito y abrió por primera vez en España un debate público, en prensa, radio y televisión sobre música y género. Aunque naturalmente hubo notas discordantes. La retransmisión en diferido del concierto por R.N.E., Radio Dos, la hoy llamada Radio Clásica, incluyó comentarios dignos de ser escuchados,3 y en prensa también se cometieron algunos «errores».4 Pero conviene resaltar la pregunta que se hacía el musicólogo Antonio Gallego en el periódico madrileño El Sol: «Y ahora hemos podido volver a preguntarnos sobre la existencia, o no, de una música específicamente femenina».
Casi 10 años antes, en 1981, Amelia Die Goyanes, entonces redactora jefa de la revista musical Ritmo, Pao Tanarro Escribano, abogada, feminista y aficionada estudiante musical y yo misma nos embarcamos en la aventura de investigar, reflexionar y reelaborar nuestro pasado musical desde nuestro presente como mujeres y feministas. En ese mismo año, y gracias a Amelia Die, se publicaba el primer artículo en un medio español sobre mujeres y música (Labajo, 1981: 23-25). En 1983, Amelia, Pao y yo firmábamos un contrato indefinido con R.N.E.-Radio Dos para la emisión del programa «Mujeres en la Música», programa que nosotras mismas interrumpimos, no solo por motivos personales, sino también por el excesivo y abrumador trabajo que nos suponía. La ingente cantidad de material que encontrábamos, tanto en el archivo sonoro de RNE como en las bibliotecas que consultábamos, desde la Biblioteca Nacional hasta bibliotecas particulares, pasando por las bibliotecas municipales o la del Ayuntamiento de Madrid, a veces nos sobrepasaba. Además, todo ese material lo hallábamos desorganizado y muy a menudo bajo nombres masculinos o pseudónimos. En resumen, encontramos materiales magníficos absolutamente en el caos y organizarlos suponía un trabajo documental pormenorizado, que no se correspondía con nuestra función como colaboradoras con Radio Dos, así como totalmente incompatible en aquel momento con nuestras respectivas vidas profesionales. Todavía hoy queda pendiente sacar a la luz (a las ondas) las joyas musicales de compositoras a lo largo de la Historia, que el increíble y maravilloso archivo sonoro de RNE contiene.5 Amelia Die da amplia cuenta de esta aventura en el artículo que se incluye. De esa colaboración de tres años surgió el libro, inédito, Lo femenino y lo masculino en la música.
Hasta aproximadamente 1985 seguimos colaborando conjuntamente en conferencias y escritos diversos —incluimos uno de los artículos que publicamos entonces—, pero las circunstancias externas nos iban desanimando más y más, hasta que finalmente abandonamos toda esperanza. Aun así, continuó siendo un tema recurrente en nuestros encuentros amistosos —la amistad la hemos seguido cultivando sin interrupción—. Y así, cada una por su lado, siguió recogiendo materiales diversos y libros que se iban publicando, siempre fuera de nuestras fronteras.
A partir de esa fecha, mi actividad cada vez ha estado más centrada y absorbida por la composición, pero ni quiero ni puedo olvidar que soy mujer, y ni quiero ni puedo olvidar que soy mujer en un mundo de profundas injusticias sociales, donde el sistema patriarcal es parte esencial y activa del mismo, donde lo diferente da tanto miedo que es excluido y reprimido.
Y, por ello, he ido recogiendo libros en mis