Víctimas y verdugos en Shoah de C. Lanzmann. Arturo Lozano Aguilar
en una casa junto a las vías del tren donde se detenían los convoyes a su llegada a Treblinka. La filmación de su testimonio tiene lugar en los terrenos colindantes a su casa desde donde se divisan todavía los trenes.
OTROS
Raul Hilberg nació en Viena en una familia judía polaco-rumana de clase media. Con 13 años, en 1939, emigró a Estados Unidos huyendo de los nazis. Inició estudios de Química antes de ser llamado a filas. En el ejército fue destinado al War Documentation Department y examinó numerosos archivos en Europa. Acabada la guerra, estudió Ciencias Políticas e inició su doctorado bajo la supervisión del profesor Franz Neumann. Leyó su tesis doctoral en 1955 con el título The Destruction of European Jews, sin embargo, no sería publicada hasta 1961 por el escaso interés en la materia y la extensión de la obra. Con sus más de mil páginas, el libro sigue siendo el estudio de referencia para el exterminio de los judíos de Europa. Lanzmann siempre mostró un profundo reconocimiento a su gran autoridad en la historia del Holocausto. A su vez, Raul Hilberg dedicaría uno de sus últimos libros al cineasta. Las entrevistas tuvieron lugar en la casa del historiador en Burlington, un suburbio de Vermont, Estados Unidos.
PRECISIONES AL USO DE REFERENCIAS
Shoah es una película cinematográfica, concebida para ser proyectada en dos únicas partes con un descanso entre ambas, tras las primeras 4 horas y 21 minutos, que separa el «premier film» del «deuxième film». Sin embargo, resulta impensable el presente y futuro de la obra sin su versión videográfica. La película podrá volver a las salas cinematográficas en ocasiones solemnes, pero su visionado es y será en reproducciones domésticas. Además de la adaptación de la obra a los nuevos medios y costumbres de visionado, el análisis sería inconcebible sin la comodidad y posibilidades que ofrece la versión en DVD editada con la supervisión del propio director. Esta versión ha sido editada en cuatro discos y las cesuras están de acuerdo con el criterio del director. Los dos primeros discos recogen la primera parte de la obra, nombrada «premier film», y el tercero y cuarto el «deuxième film». Para nuestro estudio hemos seguido los criterios de la edición española en DVD, editada en 2009 por Filmax, porque respetan la voluntad del creador, posibilitan el análisis y facilitan la consulta del lector. No obstante, en el texto que ofrecemos al lector hemos mantenido el formato original y hemos ubicado las secuencias analizadas haciendo referencia a la primera parte, «premier film», o la segunda parte, «deuxième film».
De entre la variedad de testimonios ofrecidos por Shoah, la primera y más audible pluralidad resulta de la multitud de lenguas que se dan cita en la banda sonora. Yidis, polaco, hebreo, alemán, inglés, italiano y francés son las lenguas que concurren en la película y el montaje las ha ofrecido sin restar un ápice a su heterogeneidad. Los testimonios en su lengua original son preservados y al espectador se le ofrece una traducción simultánea de una intérprete de las declaraciones en yidis, polaco, hebreo o subtítulos para las entrevistas en inglés, alemán e italiano, siendo siempre el francés la lengua de la obra. Igualmente, fue el director quien editó el mismo año de su estreno los diálogos de la película en francés con el fin de fijar un texto para su lectura.1 Ni la transcripción publicada que tradujo todos los testimonios al francés ni la traducción simultánea de los intérpretes ni los subtítulos contenidos en la película recogen todos los matices y riquezas del testimonio oral en su lengua original, pero la comprensibilidad a la que aspira la obra impone la fijación de un texto. Todas las citas a las entrevistas que hemos recogido en este trabajo han seguido fielmente el libro citado. Únicamente hemos intervenido en la disposición tipográfica del texto. En un esfuerzo no muy logrado, la escritura en versículos y la separación en párrafos del libro editado por el propio director pretendían dar una representación gráfica de la escansión del discurso oral. Nuestra reproducción no ha seguido esta disposición, que no conseguía transmitir las particularidades del discurso oral, para evitar la extensión de las citas. Hemos intentado reflejar en el análisis de la película los silencios y ritmos de las alocuciones, aunque, claro está, la riqueza solo resulta apreciable en el visionado de la obra. Aquí hemos ofrecido nuestra propia traducción al español de todas las citas, tomando como texto de partida la versión en francés publicada por el director.
En ocasiones hemos contrastado el montaje ofrecido en la película de algunas entrevistas con las transcripciones íntegras de las que se sirvió el director para ordenar el montaje de la obra. Todas las transcripciones se encuentran disponibles en la web del United States Holocaust Memorial Museum. La página web es ejemplar en muchos aspectos y de su formidable tarea destacaremos únicamente tres que han sido fundamentales para nuestro trabajo: el escaneado de las transcripciones con las que trabajó Lanzmann, llenas de sus notas e indicaciones, la traducción de todas al inglés y su acceso fácil y completamente libre para cualquier interesado. Sin esta primorosa custodia de los materiales y voluntad de difusión nuestro trabajo se hubiera visto muy mermado. A través de un índice, la página permite la consulta y descarga en formato PDF de todas las entrevistas. Para no introducir engorrosas citas a las direcciones web de cada una de las entrevistas, citamos aquí el vínculo al índice de todas ellas, llamado «Claude Lanzmann Shoah Collection», desde el que se puede descargar cualquiera con un simple clic: <http://www.ushmm.org/online/film/search/result.php?titles=Claude+Lanzmann+Shoah+Collection>.
1 Apuntemos que Lanzmann desautorizó la traducción inglesa de esta edición publicada también en 1985 con el título «Shoah»: An Oral History of the Holocaust.
PRIMERA PARTE VÍCTIMAS
«Hoy en día la referencia europea por excelencia ya no es el bautismo. Es el exterminio… la recuperación de la memoria del exterminio de los judíos europeos se ha convertido en la auténtica definición y garantía de la restaurada humanidad del continente». Con estas rotundas palabras, Tony Judt (2005: 803-804) expresa una de las constantes de nuestra cultura moderna, no únicamente limitada al continente europeo: el Holocausto se ha convertido en el relato moral por excelencia de finales del siglo XX y principios del XXI. La principal razón no es otra que la enormidad de la barbarie nazi. Cuantitativa1 y cualitativamente el judeicidio es la envenenada herencia del Occidente moderno. En palabras de Kertész (2002: 56),
… Auschwitz ha llegado a ser lo que es en la conciencia europea: un símbolo universal que lleva el sello de lo perdurable, que encierra en su mero nombre todo el mundo de los campos de concentración nazis y la conmoción del espíritu universal ante ellos, y cuyo escenario elevado a un plano mítico debe conservarse para que puedan visitarlo los peregrinos como visitan, por ejemplo, el Gólgota.
Desde las primeras consideraciones de los filósofos, especialmente de los pensadores judeo-alemanes exiliados de la Escuela de Fráncfort (Traverso, 2001: 43-45), en la década de los cuarenta del pasado siglo hasta la actual omnipresencia en planes pedagógicos, museos, lugares de peregrinación, recuperación de la memoria, discurso político… el Holocausto se ha convertido en una de las experiencias centrales del mundo moderno.
La permeabilidad que existe en la época actual entre la alta cultura y la cultura popular, además de las particularidades del exterminio nazi y la globalización de los discursos, ha propiciado que la persecución y asesinato de los judíos europeos se haya constituido en la industria cultural dominante del último tercio del siglo XX y los inicios de XXI (Cole, 1998; Finkelstein, 2002). No hay ningún tema, ambientación o justificación tan generalizado en las distintas expresiones culturales de nuestro tiempo, desde la elevada reflexión filosófica hasta el masivo turismo de lugares del horror, que pueda competir con la omnipresencia del Holocausto. Punto nuclear de la crítica radical de los principios modernos que han regido en Occidente y aderezo banal de cualquier producto mediático carente de pretensiones