Arte Rupestre en Colombia.. Manuel Romero Raffo
target="_blank" rel="nofollow" href="#ulink_5dc80de9-4bbf-549a-bf7a-c58ab359af09">3 “Una tradición certísima que tiene todos los de este reino de haber venido a él [...] un hombre no conocido de nadie [Bochica] hasta llegar a la provincia de Guane donde hay mucha noticia de él, aun dicen hubo allí indios tan curiosos que lo retrataron, aunque muy a lo tosco en una piedras que hoy se ven y unas figuras de unos cálices dentro de las cuevas donde se recogía a las márgenes del gran río Sogamoso.” Pedro Simón, op. cit.
4 “[como a dos leguas o menos de la ciudad de Vélez] está un río, y en él una peña que hace frente, tajada, llana y lisa, y en ella, esculpida y labrada una cruz, y yo la he visto; y queriendo el dicho general [Jiménez de Quesada] saber este secreto de ella, mara- villándose mucho de hallarla, le fue hecha relación por indios muy viejos que de ellos más que otros tenían noticia de sus padres y antepasados que debía venir de más de mil quinientos años conforme a la cuenta que daban por lunas, como si dijésemos meses.” Vargas Machuca [1612] en José Pérez de Barradas, Los muiscas antes de la conquista. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas (2 vols.), Instituto Bernardino de Sahagún, 1951. t. II, p. 326.
5 Manuel Ancízar, Peregrinación de Alpha. Biblioteca Banco Popular. Bogotá: Banco Popular, 1984 [1853]. Miguel Triana, La civilización chibcha. Bogotá: Banco Popular, 1984 [1922]. Luis Ghisletti, Los Mwiscas. Una gran civilización precolombina (2 t.). Biblioteca de autores colombianos. Bogotá: Ministerio de Educación Nacional, 1954. Eliécer Silva Celis, Arqueología y prehistoria de Colombia. Tunja: Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, 1968. Wenceslao Cabrera Ortiz, “Pictógrafos y Petroglifos”. Boletín de Arqueología, 1946: 231-253. Wenceslao Cabrera Ortiz, “Monumentos rupes- tres de Colombia. Cuaderno primero. Generalidades, algunos conjuntos pictóricos de Cundinamarca.” Revista Colombiana de Antropología, 14, 1969: 81-167. José Virgilio Becerra, Arte precolombino, pinturas rupestres. Bogotá: Fundación de Investigaciones Arqueológicas Nacionales, cesco, 1990. Álvaro Botiva Contreras, Arte Rupestre en Cundinamarca. Bogotá: ICANH, Gobernación de Cundinamarca, Fondo Mixto para la Cultura y las Artes de Cundinamarca, 2000.
6 Manuel Ancízar, op. cit., 115.
7 Ibíd., t. I, p. 83.
8 Miguel Triana, op. cit., p. 206.
9 Wenceslao Cabrera Ortiz, “Pictógrafos…”, op. cit.: 231-253.
10 Wenceslao Cabrera Ortiz, “Monumentos…”, op. cit.: 81-167.
11 José Virgilio Becerra, op. cit., p. 85.
12 Álvaro Botiva Contreras, op. cit., p. 11.
13 Vale reconocer que autores como Guisletti (1954), Silva Celis (1968), Botiva (2000), Argüello y Martínez (2004) o Álvarez y Martínez (2005), identificaron y documen- taron pinturas rupestres en colores diferentes al rojo, en sitios como Tasco (negro), Sogamoso (blanco), Sáchica (blanco y negro), Machetá (blanco), Tibirita (blanco), Guatavita (negro) o Facatativá (blanco).
14 Pedro María Argüello y Diego Martínez Celis, “Procesos tafonómicos en el arte ru- pestre: un caso de conservación diferencial de pinturas en el altiplano cundiboyacense, Colombia”. Rupestreweb, web 2004: http://www.rupestreweb.info/sutatausa.html.
15 Robert Bednarik, “A taphonomy of paleoart”, Antiquity, 68, 68-74. 1994.
16 Pedro María Argüello García y Diego Martínez Celis, op. cit. .
17 No se incluyen los casos de Sutatausa presentados en el artículo referido de Argüello y Martínez (2004). El sitio de Tenjo fue reseñado anteriormente por Botiva (2000); los demás son inéditos.
18 Robert Mark y Evelyn Billo, “Aplicación del Mejoramiento Digital de Imágenes en la documentación de arte rupestre”. Documentación y registro del arte rupestre. Contribuciones al estudio del arte rupestre sudamericano, n.o 6, M. Strecker y F. Taboada (eds.). La Paz: sIarb, 2002, pp. 142-153.
19 Desarrollado por Jon Harman especialmente para aplicar en la documentación de arte rupestre. Véase más en: http://www.dstretch.com/
20 José Pereira, “DStretch, mejora de imagen para arte rupestre”, web 2012: http://www.jperei- ra.net/software-revisiones-y-consejos/dstrech-mejora-de-imagen-para-arte-ruestre.
21 El rombo ha sido quizás la figura más advertida y analizada en el estudio del arte ru- pestre del altiplano cundiboyacense (p. ej. Triana, 1922; Uribe y Borda, 1938; Guisletti, 1954; Núñez Jiménez, 1959).
22 Véase al respecto Pedro María Argüello y Diego Martínez Celis, op. cit. .
23 Según Hernández-Camacho y Sánchez (1992) y Van der Hammen (1992), los enclaves secos “corresponden a formaciones xerofíticas y subxerofíticas que durante periodos áridos del Pleistoceno ocuparon mayor extensión y actualmente pueden considerarse refugios secos del presente. Su flora presenta un número apreciable de endemismos y posee ciertas especies afines o idénticas con las comunidades análogas de Ecuador, Perú y Bolivia” (Cortés Sánchez et al., 2007).
24 José Luis Fernández Alonso, “Nueva especie de Condalia Cav. (Rhamnaceae) y notas sobre los géneros de la familia en la flora de Colombia”, Caldasia, 19 (1-2), 1997: 101-108.
25 Carolina Vanegas, “La imagen arqueológica en la construcción de la imagen de la nación en Colombia. El álbum Antigüedades neogranadinas de Liborio Zerda”. Revista Antípoda, 12, 2011:34-48. Miguel Triana, El jeroglífico chibcha. Bogotá: Banco Popular, 1970 [1924], plancha lvI. Wenceslao Cabrera Ortiz, “Monumentos…”, op. cit.: 81-167. Gonzalo Correal y María Pinto, Investigación arqueológica en el municipio de Zipacón, Cundinamarca. Bogotá: Fundación de Investigaciones Arqueológicas Nacionales Banco de la República, 1983, p. 53.
26 José Virgilio Becerra, op. cit., 85.
27 Andrea Martínez Moreno y Catalina Bateman Vargas, “Técnica de elaboración de las pictografías ubicadas en el área de curso del río Farfacá, Tunja (Colombia)”, Rupestreweb, web 2004: http://rupestreweb.info/farfaca.html.