Conflicto armado y organización campesina. Raquel Méndez
regional, con participación ciudadana y expresión de las potencialidades de los sectores populares» (Mesa Regional Permanente de Trabajo por la Paz del Magdalena Medio, 1998, p. 43). Con ello se define un nuevo rumbo de gran parte de las acciones de la asociación campesina en el ámbito regional.
Por eso, en 1999 el Plan de Desarrollo y de Protección Integral de los Derechos Humanos del Magdalena Medio buscó reunir las demandas de movilizaciones anteriores y los esfuerzos hechos por las juntas de acción comunal en las zonas de colonización. Además, pese a que esos años existió un ambiente generalizado de terror paramilitar y estatal, la asociación pasó a ser un diálogo con propuestas alternativas ante el Estado y sus instituciones militares y sociales.
… en el noventa y ocho, a fines del noventa y siete, logrando hablar con muchos dirigentes comunales de ellos dicen: no, aquí hay una necesidad y es concentrarnos y llamar la atención del Gobierno frente a dos cosas puntuales: que nos garanticen el tema de derechos humanos y constituir una figura para resolver para defender el territorio [...] en el 98, donde ya nace la propuesta de crear la zona de reserva campesina, ya parecía en este momento la Ley 160 del 94, no sabíamos cómo se manejaba, tampoco estaba jurídicamente aprobada, pero empezamos a trabajarle a eso, y es así como planteamos ya aproximaciones con el gobierno de Pastrana para la creación de la zona de reserva campesina, y contentos, porque entonces ya venían nuevo gobierno, y ya había campañas y se decía que Pastrana va a ser el hombre que va a buscarle solución al conflicto armado colombiano, al menos con las FARC-EP por medio de la salida política [...] de ahí nos pusieron la tarea de hacer un plan, de construir un plan de desarrollo, presentamos el plan de desarrollo, fue aprobado en el año 2000, en ese entonces con 11 ejes, el primer eje es de derechos humanos, el segundo eje es el de infraestructura, el tercer eje tiene que ver con el desarrollo agropecuario, bueno, ahorita no me acuerdo de todos ellos, pero nosotros específicamente empezamos a trabajar en dos, uno el de derechos humanos, porque era la forma de cómo conseguir quien nos financiara unos talleres para capacitar a la gente en el tema de derechos y eso, la defensa de la tierra y el territorio y de la familia, y dos: en el de desarrollo agropecuario que entonces producto de eso tenemos la «bufalera», tenemos algunas trilladoras de arroz en toda la región, tenemos trapiches y proyectos productivos (Pedraza, A. Entrevista 26 con líder de la ACVC. 25 de febrero, 2018).
La asociación campesina fue ampliando su trabajo en el ámbito regional desde las juntas de acción comunal, comités ganaderos, comités pesqueros, comités de derechos humanos, un equipo técnico y una propuesta de comunicación llamada «Agencia Prensa Rural». De esta manera, la ACVC se convirtió en un fuerte foco de organización campesina, que, a diferencia de experiencias organizativas anteriores, mantuvo el compromiso por un proceso de paz y fuertes nexos con luchas cívicas y de sectores urbanos. Así se reforzó el tejido social de los campesinos y se visibilizó en los ámbitos nacional e internacional sus exigencias mediante la lucha por los derechos humanos contra las políticas de paramilitarización de la vida regional y la necesidad de seguir construyendo una región desde planes y proyectos alternativos. Una apuesta de desarrollo alternativo en defensa del medio ambiente, reapropiada y recontextualizada de los discursos y acciones de las ONG, que tempranamente habían hecho presencia en la región; de esta forma, hoy los miembros de la ACVC con su campesinato popular y de resistencia insisten en que el Estado reconozca sus esfuerzos por poblar la región y, en medio del conflicto endémico, su condición colectiva de víctimas.
3 La recolonización hace referencia a la llegada de colonos a zonas ya descubiertas. La explotación de madera, principalmente de caoba, había dejado sobre la desembocadura del río Ité una serie de descubiertos y caminos que se reutilizaron o recolonizaron. Uno de los colonos entrevistados lo presentó de la siguiente manera: «Decidimos descansar; no conocíamos tampoco muy bien el terreno, decidimos descansar sobre ese río en el que había mucho pescado; y se encontraba tal vez por esas épocas, antes, que decían, que antes de la violencia había habido unas explotaciones de caoba y que habían quedado algunos espacios de campamento de aserradores…; recuerdo que en esas primeras partes de salidas había unos rastrojones grandes que no eran montañas, que se veía que habían sido talados, pero había, por ejemplo, popochos, había plátano, que lo llamamos manzano, y entonces había forma de tener de ahí y ajustar con pescado y comer; eso ya era un alivio inmenso, porque sobre ese río, tal vez porque era río, ya una ribera, porque tal vez habían bajado mucha madera en eso, antes de la violencia, por el río como una vía y madera embalsada, y tal vez entonces habían dejado esos espacios» (Pedraza, A. Entrevista 26 con líder de la ACVC. 25 de febrero, 2018).
4 Los elementos naturales están relacionados con el río y los caños. Los elementos espaciales con las trochas y caminos abiertos por los buscadores de oro, madera y petróleo desde los tiempos de la Caribean y la Shell-Cóndor. Elementos económicos como la explotación de oro y enclaves cocaleras.
5 La organización de la información partió de los talleres colectivos cuya estructura y resultados abordaban las categorías de hechos, daños, resistencias y perspectivas de paz. Con estas fuentes, que fueron transcritas en su totalidad, se inició el proceso de sistematización utilizando la línea de tiempo como eje conector de las experiencias comunes o acontecimientos colectivos, internos o externos, que han afectado de manera positiva o negativa la historia de la asociación antes y después del bienio 1996-1998.
6 De acuerdo con Prada (2006): «En el Magdalena Medio las protestas regionales presentaron un leve incremento entre 1996 y 1998; en estos tres años, 38 protestas se realizaron en el sur de Bolívar, alrededor del 70 % de las totales del Magdalena Medio en ese periodo» (p. 193).
7 Decreto 2035 del 10 mayo de 1996 promulgado por parte de Álvaro Uribe Vélez, gobernador de Antioquia para esa época. En estas zonas de orden público se definió que «la Decimocuarta Brigada del Ejército dispondrá retenes, con puestos fijos y móviles en las entradas y salidas de los municipios declarados como zonas especiales de orden […] restricciones de circulación y porte de armas» (Amnistía Internacional, noviembre de 1996).
8 El presidente Ernesto Samper Pizano (1994-1998), por medio de su ministro de defensa, Fernando Botero Zea, impulsó las Asociaciones Comunitarias de Vigilancia Rural («Convivir»), como una forma de regularizar el paramilitarismo. Las Convivir tuvieron su respaldo legal en los Decretos 2535 de 1993 y 356 de 1994, con la función de contribuir con labores de inteligencia para las Fuerzas Militares, y declaradas inexequibles en 1999; el Estado no recuperó las armas y sus miembros se emplearon con ganaderos y narcotraficantes. Las Convivir tuvieron su principal epicentro en el departamento de Antioquia, donde fungía como gobernador Álvaro Uribe Vélez.
9 Durante julio, agosto y septiembre de 1996, más de 200.000 campesinos cocaleros (cultivadores y recolectores de coca) marcharon hacia los centros urbanos y capitales de los departamentos de Guaviare, Putumayo, Caquetá y la baja Bota Caucana, en la Amazonia occidental de Colombia, también protestando contra la política de fumigación contra cultivos de coca en el gobierno de Ernesto Samper.
10 Esta masacre ocurrió el 16 de mayo de 1998 en Barrancabermeja (Santander), donde paramilitares fuertemente armados asesinaron a 7 pobladores de la región y desaparecieron a otras 25 personas, quienes participaban de una fiesta popular destinada a recoger fondos para obras de carácter comunitario.
11 En 1999, producto de la movilización campesina, se elabora el Plan de Desarrollo y Protección Integral de los Derechos Humanos del Magdalena Medio, en el cual participan diferentes formas de organización campesina de la región. El plan buscaba superar, mediante su implementación, el «atraso estructural» de 25 municipios