Incursiones ontológicas VII. Varios autores
y empezar a dejar de lado esos comportamientos impostados? ¿Cuál sería el riesgo que corro por ser singular y auténtica? ¿Cómo puedo resignificar esa emocionalidad que habita la angustia, miedo y tristeza al sentirme dejada de lado? ¿Qué nuevos resultados obtendría parándome desde un nuevo ser genuino? ¿Cómo mirarme, auto percibirme o identificarme libre del grupo social o laboral del que formo parte?
El coaching ontológico me abrió dos caminos para resolver estos cuestionamientos. En primer lugar, el aprendizaje que yo no soy de donde pertenezco. Recuerdo una de las últimas sesiones de coaching que siguen haciendo eco al día de hoy. Fui invitada, a través de un ejercicio corporal, a poder entrar y salir de los grupos, sin perderme en ellos, sin fusionarme y perder mi propia forma. A permitirme abrazar a cada miembro, poner límites, y después sentirme recibida nuevamente. Hice el ejercicio una y otra vez. Mi cuerpo todavía recibe el calor de los abrazos luego de haber marcado mis límites, de haber dicho que “no”. Y ese abrazo me recibió entera. Y me soltó entera, no me perdí allí, como aquel hielo que se derrite y se mezcla con el agua. Tengo bordes firmes y puedo mantenerme en tierra. Soltar mi ser camaleónico que se esfuerza por adaptarse a cada entorno cambiando mi color original por el que creo que es el que mejor se adapta al ambiente que me rodea.
El segundo y profundo aprendizaje llegó de la mano del entender que hay un lugar muy valioso al que nunca busqué pertenecer, y es a mí misma. Los grupos, las parejas, los equipos laborales, no fueron sino réplicas en las que yo busqué formar “hogar”. Ese hogar, que, de niña, se prendió fuego en más de una oportunidad. Es la niña que fui la que busca la red de contención por algo que le faltó en su infancia. Esa pequeña hoy me tiene a mí. Yo soy mi propio hogar. Yo tengo los recursos para autocontenerme. Brené Brown describe:
“El verdadero sentido de pertenencia es la práctica espiritual que consiste en creer en ti mismo y en pertenecer a ti mismo tan profundamente que puedes compartir tu yo más auténtico con el mundo y descubrir lo que hay de sagrado tanto en formar parte de algo como en sostenerse sólo en un territorio salvaje. La verdadera pertenencia no requiere que cambies lo que eres, requiere que seas lo que eres”. (Brené Brown, 2017).
Añado las palabras de a Dra. Braker, quien plantea:
“La solución reside en reconocer que la persona cuya aceptación usted más necesita es usted mismo. Cuando reconozca los verdaderos motivos que le hacen sentir que no merece el aprecio de los otros, y al mismo tiempo, desconocer su valor escencial como persona debido a algunos atributos de su apariencia o algún suceso del pasado, la herida de su autoestima comenzará a curarse y los problemas derivados de su hábito de complacer a los demás comenzarán a resolverse. (Dra. Harriet B. Braiker”, 2012).
Desde esta parada, puedo salir al mundo, mostrarme frente al otro, decir lo que pienso, actuar como siento, ya sin el miedo que me hace reaccionar rápidamente y buscar desesperadamente aquello que me hizo falta. Ya no lo necesito, porque soy mi propio sol que ilumina mi soledad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
• Brown, Brené. (2018). Desafiando la tierra salvaje. Buenos Aires: Penguin Random House.
• Braiker, Harriet B.. (2012). La enfermedad de complacer a los demás. Buenos Aires:
• Edaf S.L.
• Echeverría, R. (2017). El observador y su mundo; I. Chile. Echeverría, R. (2007). Por la senda del pensar Ontológico. Chile: J.C. Sáez editor.
• Echeverría Rafael (2006) Ontología del lenguaje. Editorial Granica
• Echeverría Rafael (2007) Por la Senda el pensar ontológico. Editorial Granica
• García-Allen, J. (s/f). “Pirámide de Maslow: la jerarquía de las necesidades humanas. Analizando uno de los artefactos teóricos más famosos: la jerarquía de necesidades”. Psicología y Mente. Recuperado de https://psicologiaymente.com/psicologia/piramide-de-maslow
• Han, Byun - Chun . (2017). La expulsión de lo distinto . Barcelona: Herder Editorial S.L..
• Lowen, Alexander. (1980). Miedo a la Vida. Buenos Aires: Editorial Era Naciente SRL.
• Lowen, Alexander. (1994). El gozo. La entrega al cuerpo y a los sentimientos. Buenos Aires: Era Naciente.
“EMERGER DESDE LAS SOMBRAS A LA LUZ UN NUEVO DISEÑO”
Catherine Arriagada Torres
Agradecimientos
A mis queridos compañer@s de camino, padres, hijos, amores, hermanos y amigos quiero agradecer por su compañía.
Me parece que el camino recorrido ha ido construyendo sus frutos en mí y en quienes me rodean, el amor, la fortaleza y la valentía han sido ingredientes primordiales en quien me he convertido hasta ahora.
Podría recordar los momentos difíciles de mi vida, pero hoy creo que esos momentos y situaciones fueron necesarios para conformarme en quien estoy siendo, en mi corazón quizás sería otra y, les agradezco, les abrazo desde mi profunda humildad y les dedico este trabajo.
A mi madre, maestra y valiente mujer, quien, con los recursos que tenía, me enseñó a cuidarme y a cuidar a quienes amo, proteger a los que me importan y a saber que la vida se vive, me enseñó a crecer y ser adulta comprendiendo que el valor está en mi interior y no fuera de mí, que nos podemos diseñar abrazando lo dolores vividos y con gran esperanza podemos mirar un futuro amable y amoroso.
A mis hijos, maestros que me enseñaron a reinventarme una y otra vez por amor, a buscar en mi palabra amorosa para acercarme a ellos sin importar la razón, a amar incondicionalmente desde lo más profundo de mi ser, sin reservas y sin esperar nada a cambio. Me enseñaron a buscar caminos para levantarme una y otra vez. Me salvaron muchas veces y me enseñaron a encontrar sentido cuando creí que no lo había, solo en honor al amor.
A mis padres, les agradezco por enseñarme a caminar por las sombras y dolores, por mostrarme que el abandono solo existe si me abandono a mí misma y que con valentía el perdón a mí misma y a otros, se alcanza entendiendo y sintiendo que esa “Gran palabra” nos libera y nos permite caminar más liviana y en libertad.
A los hombres que me amaron y en especial a mi esposo Antonio, les honro y solo tengo palabras de gratitud por acompañarme a ser mujer, por mostrarme el camino de la confianza y el amor, por enseñarme que la comprensión y compañía se alimentan todos los días. Por mostrarme lo intensa y apasionada que puedo ser, por estar a mi lado en aquellos momentos menos iluminados y contenerme, por acompañarme a vivir la vida como una elección, pero por, sobre todo, por regalarme la posibilidad de conocer a mis tres grandes maestros Sebastián, Benjamín y Cristóbal.
A mis amigas, les agradezco por acompañarme en la sororidad y mostrarme como confiar, por cuidarme y ser pacientes con mi intensidad.
Desde mi comprensión profunda de hoy y agradecimiento por este hermoso regalo, me comprometo conmigo y con ustedes a seguir construyéndome, dando un paso a la vez, conectándome con mi fluidez y generosidad de mi escucha, con desbordes quizás “reconociéndome múltiple”, pero aceptando mis límites y volviendo a la calma, teniendo una voz propia sintiendo que mis silencios me conecten con la inmensidad del amor para estar presente y acompañarme y acompañar a quien lo requiera.
¡Gracias, gracias y gracias!
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