Cuerpo, emociones y sentido de vida. Carmen Lucía Díaz L
de suicidios e intentos de suicidio en la UN - Sede Bogotá por facultad y atención, 2015-2020
Fuente: elaboración propia a partir de los datos suministrados por la División Nacional de Bienestar Universitario.
El panorama no es alentador: no se trata solo de la cantidad de estudiantes que se suicidan o que intentan hacerlo, sino también de la ideación y de los factores de riesgo a los que se ven expuestos. La UN ha adelantado acciones y estrategias buscando hacer frente a la problemática, tanto desde las distintas direcciones y facultades de cada sede, como desde el Plan Global de Desarrollo 2019-2021, a partir del cual se formuló el proyecto de inversión “Campus Universitario, que promueve una cultura de salud, bienestar y paz”. De igual forma, actualmente se adelantan encuentros de la recién creada Mesa Técnica de Salud Mental.
En todo caso, los esfuerzos institucionales no han sido suficientes para dar respuesta a la problemática, de la cual no se ha logrado una comprensión completa. De esta manera, esta investigación surge con el propósito de comprender el sufrimiento emocional que antecede, acompaña o incide en la toma de decisión sobre las vidas de las y los estudiantes de la UN - Sede Bogotá, trabajando desde sus narrativas y escenarios que enmarcan su vida cotidiana y académica. A esta tarea se integran los componentes de indagación cuerpo, emociones, sentido de vida, familia y universidad, desligándose así de la exclusiva mirada médica sobre el problema. Se amplía así la perspectiva desde otras prácticas de atención en el tema, vinculando los procesos de percepción de los actores, las dinámicas familiares, sociales y culturales involucradas, con referentes históricos en la configuración del fenómeno como un problema social.
Las rupturas de sentido que se dan en estos cuerpos jóvenes, con trayectorias cortas, pero con dolores y malestares inconmensurables, preocupa, sobre todo, por el espíritu de vida de estos hombres y mujeres que, en medio de lo invisible de sus propias batallas, permanecen en la mitad del campus universitario, transitando casi invisibles hasta que una decisión, en situaciones de profunda tristeza, marca el límite de su elección entre vida o muerte.
¿Cómo visibilizar a los “invisibles”? Esta es una pregunta que alentó la presente investigación y su aporte a la comprensión de un sufrimiento emocional y psíquico que incrementa de manera alarmante las muertes por suicidio en el mundo, en el país y en las universidades en particular.
Si los intentos aumentan se debe también al hecho de que la población suicida es cada vez más joven […] El proceso de personalización compone un tipo de personalidad cada vez más incapaz de afrontar la prueba de lo real: la fragilidad, la vulnerabilidad aumentan, principalmente entre la juventud, categoría social más privada de referencias y anclaje social. Los jóvenes, hasta entonces relativamente preservados de los efectos autodestructivos del individualismo por una educación y un enmarcamiento estables y autoritarios, sufren sin paliativos la desubstancialización narcisista, son ellos quienes representan ahora la figura última del individuo desinsertado, desestabilizado por el exceso de protección o de abandono y, como tal, candidato privilegiado al suicidio. (Lipovetzky, 2000, p. 212)
Aquí se intentó que aquellos temas y aspectos de importancia que generalmente han quedado por fuera de las investigaciones de suicidio desde los enfoques de riesgo, enriquecieran los análisis, retomados desde su perspectiva de procesos y dinámicas sociales e individuales.
Como tema de la salud pública, este deslinde de lo exclusivo individual y de lo exclusivo de la salud mental involucra un referente de investigación en el que lo colectivo, lo social y lo comunitario (contextualizados) son reconocidos como fundamentales en la configuración del problema de indagación, como escenarios donde se cuecen los sentidos, las emociones, las identidades y toda la experiencia existencial vinculante.
1. Breve marco conceptual y antecedentes
Enfoques aplicados a la investigación
A riesgo de parecer extensas, no quisimos dejar por fuera una breve inclusión de los marcos conceptuales de referencia y enfoques de trabajo que orientaron los análisis desarrollados en esta investigación. En ellos se entreteje lo individual y colectivo que enmarca la compresión del problema, así como la orientación de los análisis y las construcciones de sentido de la información recolectada.
Enfoque de riesgo
El riesgo
En el contexto de esta investigación, el riesgo se define como la probabilidad de ocurrencia de conductas que afectan la salud física y emocional del estudiante y su vida concretamente. Esta posibilidad se establece a partir de la relación que existe entre la condición de amenaza y la situación de vulnerabilidad en las y los estudiantes (figura 2.1).
Como punto de partida, y de acuerdo con la definición presentada, esta investigación establece nueve riesgos potenciales para los estudiantes, a saber:
→ Autoagresión
→ Consumo de sustancias psicoactivas (SPA)
→ Ideación suicida
→ Intento de suicidio
→ Suicidio
→ Agresiones a terceros (fuera del ámbito familiar)
→ Maltrato intrafamiliar
→ Conducta sexual riesgosa
→ Deserción de la Universidad
Figura 2.1 Estructura del enfoque de riesgo
Fuente: Fernando Medellín (Grupo de investigación 2018).
Nota: el grupo de investigación de 2018 estuvo conformado por los profesores
Fernando Medellín Lozano, Mateo Pradilla H., Didier Alirol y Bertha J. Niño M.
Condición de amenaza
Son todas aquellas características del estudiante (físicas, psicoafectivas, familiares, comunitarias) y de la universidad preexistentes, de bajo nivel de control y potencialmente peligrosas para la salud mental y física de las y los estudiantes. Se llaman condición porque están dadas previamente al ingreso a la universidad; es decir, que la relación estudiante/universidad no ha tenido la oportunidad de transformarlas.
Atributos de las condiciones de amenaza
→ Preexistentes: existen en los dos componentes de la ecuación, antes de que se establezca una relación entre ellos. Para el estudiante, ya que son ambientes que existen previamente a su ingreso a la universidad y, para la universidad, en el sentido de que son condiciones con las que llega el estudiante.
→ Bajo nivel de control: para los y las estudiantes, ya que son condiciones que hacen parte de su historia de vida (proceso de socialización) o del ambiente universitario del cual no han formado parte antes de su ingreso; para la universidad, porque no ha incidido aún en la historia individual de los mismos.
→ Potencialmente peligrosas: dependiendo de la capacidad de respuesta (vulnerabilidad), estas condiciones representan un peligro real (sufrimiento emocional y/o daño físico) para las y los estudiantes y su entorno.
Situación de vulnerabilidad
Se trata de indagar sobre los factores que determinan la susceptibilidad de los estudiantes a las amenazas y que, por tanto, pueden explicar la probabilidad y magnitud del riesgo. Se llama situación porque, al ingresar, la relación estudiante/universidad tiene la posibilidad de aumentar o