El pequeño doctor. Alfred Vogel
y respirando al aire libre en el campo. Si no es posible hacerlo a diario, al menos hay que estirar las piernas los fines de semana, en lugar de estar sentado en un local o al volante de un coche.
Quienes cumplan estas siete reglas a conciencia verán que su vida se alarga y no tendrán que padecer ni superar demasiados achaques al llegar a una edad avanzada. No se verán fastidiados por calcificaciones arteriales ni incomodados por una trombosis coronaria39 ni deberán temer que un repentino infarto de miocardio ponga fin a su vida. Si obedecemos de esta forma sencilla a la naturaleza, ella nos será también fiel y obediente.
Medidas preventivas contra embolias y trombosis 39
Las mujeres son quienes se ven más afectadas por las graves consecuencias de una obstrucción vascular, a menudo tras una operación quirúrgica o un parto. Por regla general, estas obstrucciones de los vasos venosos aparecen entre el tercer y el octavo día tras los sucesos citados. En estos casos, el médico suele echar mano de inyectables anticoagulantes y vasodilatadores. Sin embargo, más interesante y valioso que esta intervención médica resulta el siguiente tratamiento preventivo que deberían emplear todas aquellas personas con una predisposición genética o adquirida a sufrir embolias o trombosis, especialmente quienes padecen de varices.
Tratamiento preventivo
En primer lugar, hay que situar el cuidado del intestino, para que esté en orden, ya que los estancamientos y la actividad intestinal defectuosa sobrecargan la sangre de residuos metabólicos, lo que repercute sobre el resto del cuerpo. A menudo, realizar un día detox a la semana a base de zumos puede contribuir bastante a que mejore ostensiblemente la actividad intestinal. También es importante considerar la cuestión alimenticia, teniendo en cuenta que solo los alimentos naturales no alterados pueden contribuir al mantenimiento sostenido de una buena actividad intestinal.
En segundo lugar, no debemos olvidar que, si queremos luchar contra embolias y trombosis, la práctica regular de curas sudoríficas tiene un efecto preventivo, lo cual resulta naturalmente más sencillo en quienes sudan en abundancia debido al esforzado trabajo que realizan. También las excursiones por la montaña nos ayudan a menudo a sudar a fondo. En estos casos, debemos procurar siempre poder cambiarnos rápidamente la ropa sudada por otra seca. A quienes no pueden sudar a pesar del esfuerzo físico les conviene tomar una sauna de media intensidad (hasta unos 60 °C) una vez por semana, lo que les va a suponer una gran ayuda para vencer dicha situación.
En tercer lugar, está la toma de los correspondientes buenos remedios a base de plantas medicinales. Las mujeres embarazadas no deben recurrir a ellos justo antes del parto, sino durante unos meses antes, ya que además de influir sobre la sangre, deben llevar por buen camino a todo el sistema vascular. Un remedio excelente en estos casos es la hamamelis destilada a partir del llamado arbusto mágico de los indios.
Castaño de Indias (Aesculus hippocastanum)
También resulta recomendable la toma del preparado de calcio y ortiga, ya que el calcio biológico ayuda a poner de nuevo en orden los vasos sanguíneos. Así mismo, un excelente apoyo en la lucha contra estos trastornos nos lo ofrece un preparado obtenido a partir del castaño de Indias recién recolectado.
Aunque se trate solo de remedios sencillos para el sistema vascular, lo cierto es que ejercen un buen efecto preventivo, lo cual resulta, precisamente en este campo, mejor, más sencillo y menos doloroso que dejar pasar despreocupadamente las dificultades existentes, que hasta pueden dar lugar a funestas consecuencias. Es aconsejable atender a tiempo los buenos consejos apuntados, ya que no siempre es posible conseguir la curación después.
Calcificación y remedios a base de calcio
Predomina de forma generalizada una falsa suposición en relación con los preparados de calcio, la calcificación y, sobre todo, la calcificación de las arterias. A menudo se oye decir a algún paciente: «No puedo tomar ningún preparado de calcio, puesto que padezco calcificaciones en las arterias, por lo que no me iría bien acumular todavía más calcio en ellas». Esta suposición es totalmente falsa. Los preparados biológicos de calcio, como el compuesto de ortiga y calcio, no tienen nada que ver con la calcificación. Al contrario, incluso quienes padecen calcificaciones en sus arterias pueden tomar tranquilamente un preparado biológico como este, ya que este calcio es asimilable. Este será utilizado por nuestro organismo allí donde se necesite, pero nunca será causa de un depósito de calcio. Las llamadas calcificaciones en realidad no son verdaderos depósitos de calcio, como parece expresar la palabra, sino manifestaciones degenerativas de las arterias, en las que disminuye la elasticidad de las paredes arteriales. En primer lugar, es decir, en el ámbito primario, se produce un depósito de lipoides (sustancias similares a las grasas) en las paredes de las arterias afectadas y, solo en segundo lugar, es decir, de forma secundaria, se produce el depósito de calcio. El engrosamiento resultante es considerado por algunos investigadores como una respuesta natural para reforzar las paredes vasculares dañadas; piensan que el cuerpo deposita calcio como medida defensiva cuando los vasos sanguíneos han sufrido una cierta pérdida de elasticidad y estabilidad que altera las relaciones de presión en ellos. Otros investigadores, en cambio, opinan que el depósito en las arterias, la llamada calcificación arterial, es la responsable de su fragilidad. En cualquier caso, se trata de una manifestación del envejecimiento que aparece por un trastorno del metabolismo general y por una alimentación inadecuada, debida principalmente a un consumo excesivo de proteínas. Pero nunca puede hacerse responsable de los procesos de calcificación patológicos a los preparados de calcio que se tomen. Nuestro cuerpo dispone de sus propias reservas de calcio en nuestro sistema óseo (y también en otras células) suficientes para calcificar todo el sistema vascular, lo cual prácticamente nunca sucede. La medicina naturista trata la calcificación arterial, siempre que sea normalmente posible, aportando a los vasos sanguíneos las sustancias que necesitan para que vuelvan a ser algo elásticos. De este modo disminuye también la presión arterial, ya que esta aumenta cuando cede la elasticidad de las arterias, forzando al corazón a enviar la sangre a una mayor presión para mantener en marcha la circulación sanguínea. Contra la calcificación arterial no se administra ningún medicamento que esté relacionado con el calcio. Se da árnica10 y espino blanco (Crataegus), además de muérdago (Viscum album)1 y perlas de ajo; remedios, todos ellos, que actúan de una forma excelente. A esto hay que incluir una alimentación pobre en sal y en proteínas. Uno de los mejores alimentos para prevenir una calcificación arterial o para influir beneficiosamente sobre una ya existente es el arroz integral. En caso de padecer una calcificación arterial es importante tomar un plato de arroz integral (en el desayuno, comida o cena) varias veces por semana, preparado según el gusto particular de cada uno. Con una alimentación rica en frutas y verduras, con mucho arroz integral, la calcificación arterial va retrocediendo lentamente, así como la presión arterial.
Si por alguna razón fuera necesario tomar, durante este tiempo, un preparado de calcio y ortiga, de ningún modo este influiría sobre la calcificación arterial, sino más bien lo contrario, ya que dicho remedio va bien contra dicho trastorno. Todas estas aclaraciones sirven para orientar a los pacientes que, por miedo, se privan de tomar un buen preparado de calcio. Quede pues bien claro que estos preparados no guardan relación alguna con la calcificación arterial y que no solo no la acrecientan, sino que incluso ayudan a reducirla.
El problema del calcio en las personas de edad avanzada
A menudo, personas de edad avanzada me preguntan si no será erróneo tomar preparados biológicos de calcio, como el compuesto de calcio y ortiga, así como una alimentación rica en calcio, ya que en esta etapa de la vida existe el peligro de que exista ya una calcificación arterial