El profesor mediador del aprendizaje. Lorenzo Tébar Belmonte
a sí mismo en el futuro de la mediaciones que elige para sobrepasar las limitaciones biológicas de la vida.
Esta proyección al futuro puede actuar poderosamente configurando la persona del mediador en su conducta, su pensamiento, sus emociones, en lo social, en lo moral y en lo religioso. El mediador elegirá aquellos comportamientos que estime apropiados transmitir al educando, a través de la imitación, la enseñanza y la creación del ambiente espiritual necesario, que permitirá a este último asimilar el contenido de la mediación y que convertirá al proceso mediacional en la fuente de plasticidad y flexibilidad que permite al ser humano reconocerse como un “ser modificable”.
Este estudio de Lorenzo Tébar es realmente una obra importante y pionera que ya está inspirando a otros investigadores para continuar sus pasos en beneficio de un mundo que necesita de la “continuidad” más que nunca, para “existir” más allá de los cambios producidos por la “vida” en nuestra época.
“La transformación de la situación profesional y el perfil del personal docente que resultan de la evolución de la educación en el último decenio, presenta características muy diferentes según los países y regiones... Aunque las condiciones de la enseñanza son importantes, el papel de los docentes es fundamental en lo que atañe a la calidad y la pertinencia de la educación. La manera como se los educa y prepara para su trabajo constituye un indicador esencial del tipo de calidad y pertinencia de la enseñanza que se desea lograr... Es importante impartir formación sobre los métodos didácticos a los futuros profesores y, sin embargo, actualmente, en el ámbito internacional, existen pocas informaciones sistemáticas sobre la eficacia de los diversos métodos o enfoques didácticos en diferentes materias en distintos países, o acerca de las cualidades que han de poseer los docentes para ponerlos en práctica de modo satisfactorio” (Informe mundial sobre la Educación 1998. Los docentes y la enseñanza en un mundo en mutación. UNESCO: 36 y 63).
Nos hallamos ante un cambio profundo en nuestra sociedad. El mundo educativo siente el impacto transformador de las personas, de los contenidos, de los métodos y de los valores. El cambio pedagógico es un imperativo ineludible. Los amplios estudios y evaluaciones de la educación actual marcan las pautas del cambio necesario, pero faltan las convicciones y las respuestas eficaces de las Administraciones para que cambien los educadores y, con ellos, los centros educativos. La transformación de la enseñanza debe afectar a toda la sociedad y no sólo a los profesores. Las reformas educativas proponen retos utópicos.
También, desde otros campos, se piden a la educación nuevos rumbos hacia la calidad. Pero el rumbo de nuestra sociedad positiva y mercantilista no apuesta por la Educación con la firmeza y generosidad que lo hace en otros campos. La trascendencia de la educación no se ve correspondida en inversiones económicas. La formación de los docentes se revisa y se apuntala, sin llegar a conseguir los resultados esperados, por el raquitismo de los presupuestos para la formación en la mayor parte de los países.
En esta coyuntura hemos sentido la necesidad de ahondar en uno de los programas inspiradores de la Reforma Educativa Española. Justamente encontramos el más autorizado respaldo a nuestra experiencia, dos años después de haber iniciado la formación y la aplicación sistemática del Programa de Enriquecimiento Instrumental del Profesor Reuven Feuerstein. Hallamos la invitación explícita a estudiar éste y otros programas en las Cajas Rojas de la Reforma, con la convicción de llegar a encontrar las claves del cambio pedagógico que los cambios actuales reclaman para nuestras aulas. La experiencia ha ido exigiendo una profundización y cimentación teórica de aquellos principios inspiradores de la misma Reforma.
La importancia de la educación para fundamentar el futuro de las personas y de nuestra sociedad, merece todos los esfuerzos. El centro de gravedad de nuestro interés está en el profesor. Su perfil, su función y su relevancia se hacen cada día más imprescindibles para saber qué tipo de profesional debe formarse. Centrados en esta búsqueda, amasada con la experiencia docente, contrastada con un amplio número de educadores, nos adentramos en el presente estudio. El instrumento de trabajo ha sido el perfil didáctico del profesor mediador. A través de él diseñamos una propuesta metodológica, convencidos de ser una herramienta orientadora, capaz de imponer un nuevo estilo de interacción en el proceo de enseñanza-aprendizaje en las aulas.
La expansión del enfoque mediador de la educación se ha arraigado de forma insospechada en los últimos años. Pero todavía sentimos más la convicción de su eficacia, tras la cercana experiencia con los educadores, primeros beneficiados del cambio en su profesionalidad y en la recuperación de la autoestima por su profesión.
Fruto de las experiencias de centenares de mediadores, las enseñanzas de los expertos y nuestras diversas constataciones, traemos las respuestas didácticas a cada uno de los 32 rasgos del perfil, para orientar a los docentes en la búsqueda de respuestas a las constantes cuestiones que reclaman la atención a la diversidad educativa.
En la presente publicación revisamos nuestra propuesta completa sobre los fundamentos sobre los que se sustenta el perfil del profesor mediador que exige el paradigma mediador. Las diversas teorías que preceden y siguen a R. Feuerstein, hallan coherencia y tienen pleno sentido en una pedagogía centrada en el educando, pero que necesita de la tarea profesional del docente.
En los primeros capítulos abordamos los principios teóricos que permiten entender cada uno de los elementos y procesos de aprendizaje del profesor-mediador. Si bien creemos en la importancia de justificar la actualidad y pertinencia de nuestro estudio sobre la evolución de los paradigmas y los elementos coincidentes que dan coherencia a nuestra propuesta mediadora (primero). Es importante entender que una reforma educativa no se impone por la fuerza sino por la asimilación de sus principios y por la convicción de que su praxis nos lleva a mejores éxitos que los conseguidos hasta hoy.
Los nuevos conceptos de la mediación van desde la revisión de la teoría de R. Feuerstein (capítulo 2), a la revisión de los conceptos básicos que iluminan el perfil y la metodología que de ellos se desprende, sintetizando nuestra investigación para configurar un perfil breve del mediador que pudiera integrar y servir de guía para la propuesta metodológica (capítulo 3). Aquí presentamos algunos cuadros que pueden permitir la comprensión del complejo estudio con base en una un amplia muestra de docentes.
Nos fijamos, de modo especial, en la concreción de los 32 rasgos del perfil del mediador (capítulo 4) que responden a los diversos matices de la interacción mediada, según los siete parámetros del mapa cognitivo. Cada una de estas variables se explicita en una serie de esos rasgos, que se presentan en los cuadros, para ver su complementariedad, contrastada a lo largo de nuestros análisis de correlación y consistencia interna del bloque de ítems que completan cada parámetro.
En otra publicación ampliaremos la pedagogía de la mediación, aunque en la última parte se ofrecen aportes y aplicaciones didácticas y estrategias de aprendizaje en la línea constructivista, a fin de dejar clarificado el panorama mediador y poder, con esta fundamentación teórico-práctica, proponer una metodología de la interacción mediada en los procesos de enseñanza-aprendizaje para los docentes en sus disciplinas (capítulo 5 y 6).
Quedará siempre pendiente la transformación y el cambio real de la tarea docente del profesor mediador. Este es el elemento más urgente hoy. Parece que estamos saturados de teorías, pero faltos de evidencias. Queda, pues, una segunda publicación complementaria de la presente, –La Pedagogía de la Mediación– en la que abordaremos la concreción metodológica de la interacción mediada, la respuesta coherente con la enorme riqueza didáctica que expresa una forma concreta de entender la educación y el acompañamiento de formación integral del educando.
Completamos este panorama con una amplia bibliografía sobre la cual hemos elaborado nuestra propuesta, para responder a los muchos elementos que constituyen la profesionalidad del docente en la sociedad del conocimiento, en la compleja labor formadora en una función que mira al futuro y que debe preparar en competencias cada día más diversas y multidisciplinares.
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