Desde Austriahungría hacia Europa. Alfonso Lombana Sánchez
el camino hasta mis particulares deseos. Las bibliotecas y los fondos consultados han sido, en orden alfabético, Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid, Biblioteca y Archivo del Institut für Donauschwäbische Geschichte und Landeskunde (Tubinga), Brechtbau-Bibliothek de la Fakultätsbibliothek Neuphilologie (Tubinga), Deutsche Nationalbibliothek (Leipzig), Deutsches Literaturarchiv (Marbach), Diözesanbibliothek (Rottenburg), Narodna in univerzitetna knjižnica (Liubliana), Országos Széchényi Könyvtár (Budapest), Österreichische Nationalbibliothek (Viena), Staatsbibliothek (Bamberg), Staatsbibliothek – Preußischer Kulturbesitz (Berlín), Universitätsbibliothek (Eichstätt-Ingolstadt), Universitätsbibliothek (Tubinga), Universitätsbibliothek (Viena), Univerzitná knižnica v Bratislave (Bratislava), Wienbibliothek im Rathaus (Viena) y Württembergische Landesbibliothek (Stuttgart). El material bibliográfico consultado está agrupado, independientemente de su tipología, relevancia o soporte, en el apartado final de «Trabajos citados». Para la citación recurrí al estilo Harvard – Anglia 2008. En beneficio de una lectura corrida del texto, se ha prescindido en todo momento de notas a pie de página. Todas las traducciones son originales y han sido hechas para esta publicación.
1. Tratamiento científico
1.1.Teoría de la Cultura y de la Literatura
1.1.1. Estado de la cuestión
Una vez expuestas las líneas generales que abarcará el presente análisis, es necesaria en el presente capítulo una exposición algo más detallada del estado de la cuestión en lo referente a la metodología escogida y a los temas tratados. La presentación de estos se hace desde una valoración especialmente dirigida hacia el impacto y la herencia de la Teoría de la Cultura. La incorporación que desde este trabajo se quiere hacer al discurso austrohúngaro y europeo internacional resulta de gran novedad si atendemos primero a su intención metodológica y discernimos posteriormente sus aportaciones concretas. La sucinta presentación bibliográfica lo sitúa dentro del entorno europeo y justifica su redacción en el marco universitario español. Las desproporcionadas referencias bibliográficas en otros idiomas frente a aquellas en lengua española constatan la actualidad de la temática, así como su necesaria dedicación en lengua española.
Intención metodológica
A pesar de su enorme grado de especialización posible, el saber contemporáneo no puede estar reducido a compartimentos estancos. Este pensamiento no estrictamente novedoso aparece ya en 1900 y su motivación es el alto nivel de fusión que se requiere entre todas las especialidades para el propio saber específico:
«Eine derartige Begrenzung [der Disziplinen] dient weder dem wissenschaftlichen Fortschritt noch einer Welt, die im Blick auf eigene Probleme Wissenschaft weniger bewundern als nutzen will» (Mittelstraß, 2005).
«Una delimitación así de las disciplinas no contribuye ni al progreso científico ni a un mundo que para algunos de sus problemas prefiere servirse de la ciencia antes que admirarla».
Con la publicación de la Enciclopedia se promulgó la noción de la ciencia como un laberinto, realidad que ha parecido cobrar aún más fuerza durante todo el siglo XX desde una perspectiva actual (Wirth, 2008, p. 59). Durante el siglo XX se puso de manifiesto que cualquier discurso científico necesita comprender lo que se encuentra junto a la propia disciplina pero fuera de ella, es decir, cuáles deben ser los puntos de unión entre los saberes específicos y sus colindantes.
La revolución del estructuralismo, que en realidad recoge muchos de los postulados que en su momento formulara Ernst Cassirer, ha obligado a toda la investigación académica a reconocer que ya no ha de buscarse una versión más auténtica u original de las disciplinas, sino que en realidad las soluciones requieren necesariamente el complemento externo además del específico para, con estas interferencias ajenas, poder mejorar así las carencias internas (Wirth, 2008, p. 55).
Al margen del discurso específico de cada especialidad, la interconexión del saber se ha convertido por tanto en una tendencia común a todas las disciplinas. Wirth habla de la ciencia como los «espacios intermedios como zonas de paso» (Wirth, 2008, p. 57). A esta interconexión del saber debe la ciencia su enorme complejidad (Mitchell, 2008, p. 50 y sig.), así como la inexactitud, lo indefinible e, incluso, lo prescindible de las fronteras entre la especialidad y la transdisciplinariedad (Mittelstraß, 2005). De especial relevancia sigue siendo sin embargo el camino marcado por el «laberinto del saber», no determinado este como en la Enciclopedia, sino autónomamente. De esta manera, la conexión del conocimiento se aparta de la prescripción enciclopédica para abrir paso a las propuestas del individuo (Wirth, 2008, p. 59). El discurso científico en general, pero sobre todo el de las Humanidades, no puede renunciar a la realidad interconectada que promueven los acercamientos interdisciplinarios.
Con su debida precaución, son siempre de gran atractivo las ya célebres afirmaciones de Karl R. Popper:
«Unser Wissen ist ein kritisches Raten; ein Netz von Hypothesen; ein Gewebe von Vermutungen» (Popper, 1994 [1934], p. XXV).
«Nuestro conocimiento es un crítico adivinar, una red de hipótesis, un tejido de suposiciones».
O de Claude Lévi-Strauss:
«The kind of logic which is used by mythical thought is as rigorous as that of modern science, and that the difference lies not in the quality of the intellectual process, but in the nature of the things to which it is applied» (Lévi-Strauss, 1955, p. 444).
«El tipo de lógica del que se sirve el pensamiento mítico es igual de riguroso que el de la ciencia moderna, no recayendo su diferencia en la cualidad del proceso intelectual, pero sí en la naturaleza de los objetos en que se aplica».
El discurso de la ciencia, que se hace público mediante «hipótesis, conjeturas y suposiciones» (Wirth, 2008, p. 33), no difiere en gran medida de las hoy en día admiradas respuestas míticas que comentaba Lévi-Strauss, las cuales siguen pareciendo necesarias a pesar de su inexactitud. La modernidad se ha presentado como un fenómeno ambivalente generador de una inseguridad que exige la búsqueda constante de orden (Bauman, 1991), y más allá de las fronteras antropológicas, un análisis crítico del saber expone que las teorías científicas no son más que una simplificación ordenada de la realidad. Mediante hipótesis, en definitiva, formulamos una visión del mundo ordenada que es teórica, comprensible y abstracta. En estas tres características reside el discurso de la ciencia:
«Das abduktive Raten ist dabei das «intellektuelle», die epistemische Bricolage, das «sinnliche» Komplement eines Prozesses, in dessen Verlauf ein quasi schematisches, aber vorläufiges «Gewebe von Vermutungen» erzeugt wird» (Wirth, 2008, p. 38).
«La adivinanza abductiva es la parte «intelectual», el bricolaje epistemológico, el complemento «mental» de un proceso en cuyo transcurso se genera un «tejido de suposiciones» esquemático, pero provisional».
La producción masiva de hipótesis científicas ha motivado la irrenunciable apertura de las disciplinas tras un intento de delimitación, de autodefinición y de búsqueda en su razón de ser:
«Während die bekannten Disziplinen ihre historische Identität auch durch eine sorgfältige Begrenzung der Gegenstände, Methoden und Zwecke sichern konnten, steht heute die Erweiterung der wissenschaftlichen Wahrnehmung auf der Tagesordnung» (Fauser, 2004, p. 8).
«Mientras que las disciplinas tradicionales pudieron asegurarse su identidad histórica mediante la cuidada delimitación de sus objetos, métodos y finalidades, la expansión de la percepción científica está hoy a la orden del día».
Esta ampliación tiene una motivación lógica y responde al estado actual del conocimiento científico. La Teoría de la Cultura ha hecho factible una revisión de las Humanidades mediante la cual su proceso de generación de hipótesis se ha visto cuestionado y, a partir de ahí, renovado, revitalizado y unificado. Las distintas especialidades pueden redefinirse