La Celestina. Fernando de Rojas

La Celestina - Fernando de Rojas


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por onesta cosa la pobreza alegre. E avn mas te digo: que no los que poco tienen son pobres: mas los que mucho dessean: e por esto, avnque mas digas, no te creo en esta parte: querria passar la vida sin embidia: los yermos e aspereza sin temor: el sueno sin sobresalto: las injurias con respuesta: las fuerzas sin denuesto: las premias con resistencia. CEL.—o hijo, bien dizen que la prudencia no puede ser sino en los viejos: e tu mucho eres mozo. PARM.—mucho segura es la mansa pobreza. CEL.—mas di, como mayor: que la fortuna ayuda a los osados. e demas desto, quien que tenga bienes en la republica: que escoja viuir sin amigos? pues, loado dios, bienes tienes: e no sabes que has menester amigos para los conseruar? y no pienses que tu priuanza con este senor te haze seguro: que quanto mayor es la fortuna, tanto es menos segura: e por tanto, en los infortunios el remedio es a los amigos. E a donde puedes ganar mejor este debdo, que donde las tres maneras de amistad concurren? Conuiene a saber; por bien, e prouecho, e deleyte. Por bien, mira la voluntad de Sempronio conforme a la tuya: e la gran similitud que tu y el en la virtud teneys. Por prouecho, en la mano esta, si soys concordes. Por deleyte, semejable es: como seays en edad dispuestos para todo linaje de plazer: en que mas los mozos que los viejos se juntan. Assi como para jugar: para vestir: para burlar: para comer e beuer: para negociar amores, juntos de compania. O si quisiesses, Parmeno, que vida gozariamos. Sempronio ama a Elicia, prima de Areusa. PARM.—de Areusa? CEL.—de Areusa. PARM.—de Areusa, hija de Eliso? CEL.—de Areusa, hija de Eliso. PARM.—cierto? CEL.—cierto. PARM.—marauillosa cosa es. CEL.—pero bien te paresce? PARM.—no cosa mejor. CEL.—pues tu buena dicha quiere, aqui esta quien te la dara. PARM.—mi fe, madre, no creo a nadie. CEL.—estremo es creer a todos: e yerro no creer a ninguno. PARM.—digo que te creo: pero no me atreuo; dexame. CEL.—o mezquino: de enfermo corazon es no poder sufrir el bien. Da dios hauas a quien no tiene quixadas. O simple: diras que a donde ay mayor entendimiento: ay menor fortuna: e donde mas discrecion, alli es menor la fortuna: dichas son. PARM.—o Celestina! oydo he a mis mayores que vn exemplo de luxuria o auaricia mucho mal haze: e que con aquellos deue hombre conuersar, que le fagan mejor: e aquellos dexar, a quien el mejores piensa hazer. E Sempronio en su enxemplo no me hara mejor: ni yo a el sanare su vicio. E puesto que yo a lo que dizes me incline: solo yo querria saberlo: porque a lo menos por el exemplo fuese oculto el pecado. E si hombre vencido del deleyte de este mundo: va contra la virtud: no se atreua a la honestad. CEL.—sin prudencia hablas: que de ninguna cosa es alegre possession sin compania. No te retrayas ni amargues, que la natura huye lo triste: e apetece lo delectable. El buen deleyte es con los amigos en las cosas sensuales: e especial en recontar las cosas de amores: e comunicarlas. Esto hize: esto otro me dixo: tal donayre passamos: de tal manera la tome: assi la bese: assi me mordio: assi la abrace: assi se allego. O que fabla. o que gracia. o que juegos. o que besos. Vamos alla. boluamos aca. ande la musica. pintemos los motes. canten canciones. inuenciones. justemos. que cimera sacaremos: o que letra? ya va a la missa. manana saldra. rondemos su calle. mira su carta. vamos de noche. tenme el escala. aguarda a la puerta. como te fue? cata el cornudo, sola la dexa, dale otra buelta. tornemos alla. E para esto, Parmeno, ay deleyte sin compania? alahe: alahe: la que las sabe las tane. este es el deleyte: que lo al mejor fazen los asnos en el prado. PARM.—no querria, madre, me combidasses a consejo con amonestacion de deleyte: como hizieron los que, caresciendo de razonable fundamento: opinando hizieron sectas embueltas en dulce veneno: para captar e tomar las voluntades de los flacos: e con poluos de sabroso afeto cegaron los ojos de la razon. CEL.—que es razon, loco? que es afeto, asnillo? la discrecion que no tienes lo determina. E de la discrecion mayor es la prudencia. e la prudencia no puede ser sin esperimiento: e la esperiencia no puede ser mas que en los viejos. E los ancianos somos llamados padres. E los buenos padres bien aconsejan a sus hijos: e especial yo a ti: cuya vida e honrra mas que la mia deseo. E quando me pagaras tu esto? nunca: pues a los padres e a los maestros no puede ser fecho seruicio ygualmente. PARM.—todo me recelo, madre, de recebir dudoso consejo. CEL.—no quieres? pues dezirte he lo que dize el sabio al varon que con dura ceruiz al que le castiga menosprecia: arrebatado quebrantamiento le verna, e sanidad ninguna le consiguira. E assi, Parmeno, me despido de ti e deste negocio. PARM.—ensanada esta mi madre; duda tengo en su consejo. yerro es no creer: e culpa creerlo todo. Mas humano es confiar: mayormente en esta que interesse promete: ado prouecho no puede allende de amor conseguir. Oydo he que deue hombre a sus mayores creer: esta, que me aconseja? paz con Sempronio. La paz no se deue negar: que bienauenturados son los pacificos: que fijos de dios seran llamados. Amor no se deue rehuyr: caridad a los hermanos: interesse pocos le apartan. Pues quierola complazer y oyr. Madre: no se deue ensanar el maestro de la ignorancia del discipulo: sino raras vezes: por la sciencia que es de su natural comunicable: e en pocos lugares se podria infundir. Por eso, perdoname: hablame: que no solo quiero oyrte e creerte: mas en singular merced rescebir tu consejo. E no me lo agradezcas: pues el loor: e las gracias de la acion: mas al dante que no al recibiente se deuen dar. Por esso, manda, que a tu mandado mi consentimiento se humilla. CEL..—de los hombres es errar, e bestial es la porfia. Por ende gozome, Parmeno, que ayas limpiado las turbias telas de tus ojos: e respondido al reconoscimiento, discrecion e ingenio sotil de tu padre: cuya persona, agora representada en mi memoria: enternece los ojos piadosos por do tan abundantes lagrimas vees derramar. Algunas vezes duros propositos, como tu, defendia: pero luego tornaua a lo cierto. En dios e en mi anima, que en veer agora lo que has porfiado: e como a la verdad eres reduzido: no paresce sino que viuo le tengo delante. O que persona: o que hartura: o que cara tan venerable. Pero callemos, que se acerca Calisto, e tu nueuo amigo Sempronio: con quien tu conformidad para mas oportunidad dexo. Que dos en vn corazon viuiendo son mas poderosos de hazer e de entender. CALISTO.—dubda traygo, madre, segun mis infortunios, de hallarte viua. Pero mas es marauilla, segun el deseo de como llego viuo: recibe la dadiua pobre de aquel que con ella la vida te ofrece. CEL.—como en el oro muy fino labrado por la mano del sotil artifice: la obra sobrepuja a la materia: asi se auentaja a tu magnifico dar la gracia e forma de tu dulce liberalidad: e sin duda la presta dadiua su efeto ha doblado: porque la que tarda, el prometimiento muestra negar: e arrepentirse del don prometido. PARMENO.—que le dio, Sempronio? SEMP.—cient monedas de oro. PARM.—hy. hy. hy. SEMP.—hablo contigo la madre? PARM.—calla, que si. SEMP.—pues como estamos? PARM.—como quisieres: avnque estoy espantado. SEMP.—pues calla: que yo te hare espantar dos tanto. PARM.—o dios! no ay pestilencia mas eficaz: quel enemigo de casa para empecer. CALISTO.—ve agora, madre, e consuela tu casa: e despues ven, consuela la mia: e luego. CEL.—quede dios contigo. CAL.—y el te me guarde.

      ARGUMENTO DEL SEGUNDO AUTO

      Partida Celestina de Calisto para su casa, queda Calisto hablando con Sempronio, criado suyo; al qual, como quien en alguna esperanza puesto esta, todo aguijar le parece tardanza; embia de si a Sempronio a solicitar a Celestina para el concebido negocio. quedan entretanto Calisto e Parmeno juntos razonando.

CALISTO. SEMPRONIO. PARMENO

      CAL.—Hermanos mios, cient monedas di a la madre: hize bien? SEMP.—hay, si fiziste bien! allende de remediar tu vida, ganaste muy gran honrra. Y para que es la fortuna fauorable e prospera? sino para seruir a la honrra, que es el mayor de los mundanos bienes? que esto es premio e galardon de la virtud: e por esso la damos a dios: porque no tenemos mayor cosa que le dar: la mayor parte de la qual consiste en la liberalidad e franqueza: a esta los duros tesoros comunicables la escurecen e pierden: e la magnificencia e liberalidad la ganan e subliman. Que aprouecha tener lo que se niega aprouechar? sin dubda te digo, que mejor es el vso de las riquezas que la possesion dellas. O que glorioso es el dar: o que miserable es el recebir: quanto es mejor el acto que la possesion: tanto es mas noble el dante quel recibiente. Entre los elementos el fuego, por ser mas actiuo, es mas noble: e en las esperas puesto en mas noble lugar. E dizen algunos, que la nobleza es vna alabanza que prouiene de los merecimientos e antiguedad de los padres: yo digo que la agena luz nunca te hara claro si la propia no tienes. E por tanto no te estimes en la claridad de tu padre, que tan magnifico fue, sino en la tuya: e assi se gana la honrra: que es el mayor bien de los que son fuera de hombre. de lo qual no el malo: mas el bueno, como tu, es digno que tenga perfeta virtud. E avn mas te digo que la virtud perfeta no pone que sea fecha con digno honor. Por ende goza de hauer seydo assi magnifico e liberal: e de mi consejo, tornate a la camara, e reposa, pues que tu negocio en tales manos esta depositado. de donde ten por cierto: pues el comienzo lleuo bueno: el fin sera muy mejor: e vamos luego: porque sobre este negocio quiero hablar contigo mas largo. CAL.—Sempronio, no me parece buen consejo quedar yo acompanado: e que vaya sola aquella


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