La quÃmica de la vida. Carlos Valverde RodrÃguez
GENOMA. LA RECAPITULACIÓN QUÍMICA DE LA VIDA
LOS RECEPTORES DE HORMONAS TIROIDEAS
¿CÓMO SE REGULA LA FUNCIÓN TIROIDEA?
La pituita o flema (del griego phlégma, humor) cerebral
Aporte de yodo y regulación local
La cascada de señales neuroendocrinas
Sistemas tiroideos. Los eslabones de la cascada
Desyodasas. Hormonas a la medida y para toda ocasión
CAPÍTULO 7. YODO, GENES Y SIMIOS EL TEMPO DE LA HISTORIA DE VIDA
Plasticidad fenotípica y heterocronía
QUÉ ES Y QUÉ NO ES LA EVOLUCIÓN
Buscando al homínido más antiguo
Primeros vestigios de Homo en Europa
Encefalización. El órgano más costoso
El menú de nuestros antepasados
LA QUÍMICA DE LA VIDA
Yodo y hormonas tiroideas en la evolución
de la humanidad
CARLOS VALVERDE RODRÍGUEZ
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
Para Tana y Rodrigo,
sal de mi vida e infinito
binomio de mi amor.
PREFACIO Y AGRADECIMIENTOS
El tema central de este libro: yodo y hormonas, está estrechamente relacionado con la astrofísica y con el Premio Nobel que compartieron Subrahmanyan Chandrasekhar y William A. Fowler en 1983. Al primero se le otorgó por sus contribuciones al conocimiento de la estructura y evolución de las estrellas, y el segundo lo recibió por sus estudios y teoría acerca de la nucleosíntesis estelar.1 A riesgo de parecer herético ante mis colegas del área biológica, considero que el trabajo de estos dos científicos es uno de los logros intelectuales más importantes del siglo XX. En cierta forma y como se verá mas adelante, la obra científica de Chandrasekhar (1910-1995) y Fowler (1911-1995) complementa la teoría de la evolución de Charles Darwin (1809-1882). La teoría de la nucleosíntesis estelar ha permitido conocer y comprender cómo se forman los elementos químicos en el universo, sentando así las bases para entrever la historia del origen y evolución de la materia, y por lo tanto de la vida en nuestro planeta.
La idea de escribir este libro es de larga data y sus antecedentes académicos formales se remontan a septiembre de 1999. En ese entonces daba los últimos toques a la conferencia: "Halometabolitos y desyodasas. Una pista en la búsqueda de linajes y ancestros", que presenté en el XLII Congreso Nacional de Ciencias Fisiológicas. A la sazón, aún no conocía la teoría de la nucleosíntesis de Chandrasekhar y Fowler. Literalmente me tropecé con ella husmeando en las librerías del sur de la ciudad de México. En esa ocasión encontré un libro cuyo título, Hijos de las estrellas. Nuestro origen,evolución y futuro,2 sugerente y poético a la vez, me impulsó a comprarlo. Se trata de una magnífica obra de difusión científica que, además de bien escrita, está bella y ricamente ilustrada. Su autor, el astrofísico uruguayo Daniel Roberto Altschuler, es el director del observatorio de Arecibo en Puerto Rico. Su lectura me resultó fascinante y enriquecedora. Con ella en el coleto, emprendí nuevas pesquisas acerca del manejo y metabolismo de los halógenos en la biosfera. Me adentré en áreas del conocimiento y en publicaciones y revistas científicas hasta ese momento desconocidas para mí. Mas tarde, en noviembre de 2001, inicié una estancia sabática en la Universidad de California-Berkeley (UCB). Para entonces mi proyecto de trabajo había cobrado una forma más acabada, y no obstante que reunía información de áreas del conocimiento muy diversas y aparentemente inconexas, fue aprobado por las instancias correspondientes de una y otra Universidad. La estancia en la ucb fue decisiva. Mi anfitrión, amigo y mentor, Howard A. Bern (profesor e investigador emérito del Departamento de Biología Integrativa), me brindó privilegios académicos inopinados. Por ejemplo, me consiguió una credencial de Visiting Scholar (que aún conservo), y cuya principal merced me otorgaba Campus Wide Library Privileges. Es decir, esa credencial me brindaba acceso irrestricto al acervo de la biblioteca de la UC-Berkley, así como a la vasta red interbibliotecaria a la que ella pertenece. Entre sus diferentes dividendos, la estancia sabática permitió que el proyecto formal se materializara, y que ya reintegrado al Instituto de Neurobiología, publicara con mis colegas del laboratorio un extenso trabajo de revisión en una revista periódica especializada.